domingo, 9 de septiembre de 2012

"Juicio o Misericordia."


Juicio o Misericordia
Hajja Anna Adil, sohbat publicado el 30 de Ramadán del 1433.

Le invitamos a pasar un Ramadán junto a la fragancia de Hajja Anna Adil (qas). Todos los días de este sagrado mes y durante los tres días del Eid al-Adha, publicaremos un nuevo sohbat de ella. El día del aniversario de su fallecimiento, la colección completa se ofrecerá como un libro. Que Allah (swt) nos mantenga en su santa compañía para siempre. 

En el tiempo de los Hijos de Israel, una mujer embarazada emprendió un viaje por barco. En medio del océano, el barco se rompió en pedazos y todos los tripulantes se ahogaron, excepto la mujer embarazada. Ella se trepó en un pedazo de madera que la condujo a una isla. La isla era verde, estaba cubierta de vegetación, pero inhóspita.

Ella dio a luz y amamantó a su bebé esa isla. Durante años, vivió con frutas y agua fresca. Luego, ella murió. El bebé quedó sólo y por su cuenta en la isla.

La mujer murió tendida sobre su lado derecho. Ese lado se pudrió, pero el otro permaneció íntegro y el bebé se alimentó del mismo durante dos años. Después, ella desapareció.

El niño bebió agua y frutas hasta que creció. Cuando tenía la edad suficiente, Allah le dio guía y dirección, enseñándole a orar y a alabar por inspiración. Se le concedió una vida longeva, y en ese tiempo jamás pecó. Después de cien años, Azrael (as) tomó su alma.

"Permíteme lavarme y orar; puedes llevarme mientras esté en sujud", dijo el hombre.

Sayyidina Gabriel (as) pasó mientras su cuerpo estaba aun en sujud y le contó esta historia al Profeta Muhammad (saws).

En el Día del Juicio, Allah le preguntará: "¿Debería conducirte al Paraíso por Mi Misericordia o debería juzgarte por tus buenas obras y adoración?".

Ese hombre contestará que él pasó 500 años en adoración y que nunca pecó. Querrá entrar al Paraíso por sus buenas obras. Entonces, Allah le preguntará: "¿Agradeciste todos Mis dones?". Y pesará Sus dones frente a las obras del hombre.

El primer don de Allah es la vista. Los ojos del hombre pesarán más que toda la adoración que hizo en 500 años.

"Ahora, Mi siervo, tus obras quedan suprimidas, pero estás libre de pecado".

Enviaron al hombre al Araf, un lugar entre el Cielo y el infierno, que habitan aquellos cuyas buenas obras equiparan con sus pecados, o aquellos que no han pecado. Este lugar es parecido al dunya. Allí trabajan y velan por sí mismos. No es como el Cielo, donde no hay necesidad de trabajar en lo absoluto. En el Araf, deben trabajar para poder vivir y pueden ver tanto a la gente del Cielo como a la del infierno.

Ese hombre se arrepentirá. Dirá, "Oh Allah, cometí un gran pecado. Te ruego que me perdones y me conduzcas al Paraíso".

Una voz le contestará: "Oh Mi siervo, todos los tripulantes del barco se ahogaron, excepto tú y tu madre. Fuiste salvado. Aun muerta, tu madre permaneció allí para alimentarte".

-"Oh mi Señor, ¡Tú me diste eso!".
-"¿Quién te dispensó agua fresca?".
-"Oh mi Señor, Tú"
-"¿Quién te enseñó la Buena Dirección?".
-"Oh mi Señor, Tú".

De esa manera, Allah le mostrará todos los dones que recibió. El hombre llorará: "Oh mi Señor, por Tu Grandiosa Misericordia, déjame entrar al Paraíso".

Entonces Allah le permitirá entrar al Paraíso, pero sólo después de pasar largos Juicios.

"Pudiste haber ido directamente al Cielo", le dijeron. "Si tan sólo hubieras contado con la Misericordia de Allah, en vez de tus buenas obras".

Él reconocerá su error y pedirá perdón. Sin embargo, algunas personas son obstinadas. Continuarán negando sus pecados. Allah les contará lo que hicieron, aun así lo negarán. En esa instancia, Allah traerá el ovejo que robaron para que testifique en contra del ladrón: "Este hombre me robó". "¿Qué?", dirá el hombre. "Yo no escucho a los animales".

Entonces Allah hará que sus ojos testifiquen: "Nosotros lo vimos robar". "¿Qué?", dirá el hombre. "¿Le creerás a un renegado y a un traidor?".

Luego testificarán sus manos: "Nosotras robamos". "¿Qué?", dirá el hombre. "Si dijeran la verdad, no testificaran".

Sus piernas testificarán que caminaron hasta el lugar del robo. "¿Qué?", dirá el hombre. "¿Creerás en un traidor?".

Finalmente, después de todos los testimonios, el hombre admitirá su culpa y pedirá perdón. El que se arrepiente rápidamente, será perdonado rápidamente. El que espera mucho tiempo para arrepentirse, esperará mucho tiempo para ser perdonado.

Los Hombres que nunca dejan de negar, son castigados aquí y en el Más Allá.

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