martes, 6 de mayo de 2014

"Imam Taftazani Hz."



Imam Taftazani Hz.
Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi.
 Sohbat del 2006.



Bismillahi r-Rahmani r-Rahim.



Satán es el sheij (maestro) de quien no tiene sheij. Satán no puede abordar a quien tiene un sheij; si lo hace, según la espiritualidad del sheij del abordado, huye, se quema. Hz. Allame-i Taftazani, siendo "Allame" un título que se otorga a un erudito que enseña a otros eruditos la fe del Islam y todas las creencias musulmanas como fueron enseñadas por nuestro Profeta, fue un gran erudito que escribió libros sobre esto. Él vivió en los tiempos de Hz. Ibrahim Gulsheni. Hz. Ibrahim Gulsheni es el imam de la Tariqa Gulsheni, que es una de las 41 Tariqas. Él lo invitó a la Tariqa, pero Hz. Taftazani le dijo: "Nuestro conocimiento nos basta, no necesitamos encontrar un sheij ni seguir a uno ingresando a la Tariqa". Él no estaba interesado y el sheij aceptó esto. Pero cuando yacía en su lecho de muerte y se preparaba para enfrentar el Más Allá, satán se le presentó a Hz. Allame-i Taftazani, para robarle su fe. ¡Nos refugiamos en Allah! Él atravesó tal dificultad. Hz. Ibrahim Gulsheni estaba sentado con sus discípulos en una reunión: "Oh hermanos nuestros, Hz. Allame-i Taftazani está atravesando un trayecto muy difícil y lo visitaremos. Él está en el puente, alistándose para abandonar este mundo. Ahora, está luchando con satán. Acudamos a él", dijo él. Se paró inmediatamente y salió de la reunión. Sus discípulos le siguieron -no eran discípulos afeminados como los míos- y él caminó junto a ellos. Cuando llegó a la puerta de Hz. Allame-i Taftazani, esperó un rato. Allí escuchó la voz de Hz. Taftazani, que decía "Alhamdulillah". Entonces, se acercó a Hz. Taftazani y lo saludó. Mientras le preguntaba sobre su salud, Taftazani le tomó la mano diciendo: "Oh santo, no supimos apreciar tu valor mientras estuvimos en el mundo. Fuimos negligentes respecto al asunto de la Tariqa: pensábamos que podíamos salvarnos con nuestro conocimiento, pensábamos que no necesitábamos la Tariqa, no sentíamos tal necesidad. Si no nos hubieras visitado hoy, justo en este momento, temo que satán me hubiese robado mi fe", dijo él. "Antes de que llegaras, satán vino ante mí queriendo que yo negara a Allah. Mientras yo demostraba la evidencia de la existencia de Allah, él la objetaba afirmando cosas engañosas. Respondiéndole, finalmente logré invalidar sus reclamos y silenciarlo. Pero lanzó otra interrogante, otra pregunta: «Di que Jesús es el hijo de Allah». Mientras yo le refutaba eso, él empezó a forzarme a decir que Allah es un tercio de tres (la trinidad), ya que él conoce mucho".



(Mawlana agrega): Díganle a esas mujeres que satán posee conocimiento zahir (exotérico) y que eso es lo que puede aprenderse de satán. Díganles que lo encuentren, así él les enseñe el conocimiento exotérico.



Satán le hacía preguntas continuamente, pregunta tras pregunta, mientras él sufría en su lecho de muerte, ya casi al rendir su alma, ya casi al morir, ya casi al rendirse. "Finalmente, ya casi al rendirme a lo que satán decía, tu luz apareció en mi puerta". La luz de la santidad (wilayat); los Awliya tienen la luz del wilayat. "Desde que vio esa luz, corrió desconcertado, me dejó diciendo: «Ahora yo me rindo ante ti». Por ende, yo te acepto (al sheij)". Luego, él señaló hacia afuera y Azrail (as) tomó su alma.





Entonces y ahora, la luz del wilayat es concedida a los santos. Sin esa luz, un santo no puede mostrar el camino. Si un coche no tiene focos, aunque todas sus otras partes estén completas, no puede ser conducido. ¿Cómo podrá avanzar? El coche se moverá, ¡pero sin lámparas! ¿Podría ser conducido así?



Todo ser humano tiene una luz, pero como la de una vela. Si no le prenden la luz, es una vela apagada. Si le dan luz, se enciende. Todos tienen una luz, pero está oculta. La vela tiene una luz en su interior, pero permanece oculta, ¿no es así? Si la encienden con un fósforo, la luz se manifiesta.



Los Profetas trajeron luz. Si no la hubieran traído, no hubieran podido abrir ni encender los corazones de la gente, no hubieran podido dar luz. La fe es luz. Cuando ellos vierten luz en el corazón de un creyente, este se torna iluminado. Por eso, los Profetas tienen luz. Y de los Profetas, todos los santos y herederos de los Profetas, adquieren luz. Cuando ustedes se acercan, se iluminan. De lo contrario, ¿podrían mil velas encenderse entre sí? ¿Cómo podrían? Aunque esté oculta, todos tenemos una luz interior en espera de un fósforo. Cuando se enciende una, cuando una vela encendida se acerca a otra y le da su luz, así enciende a todas, una a una. Por eso los Profetas fueron enviados, ese fue su propósito. Y a todos los santos que los siguen, los enviaron con ese propósito.



Si no encuentran a un santo, tendrán la vela, pero no la luz. Su luz seguirá oculta, su luz permanecerá oculta. Muchos de esos, aun teniendo su luz oculta, se convierten en "sheijs" de nombre. En cualquier caso, esos no alcanzaron a uno que encendiera sus velas. Por ende, esos son como ustedes y como yo.



Quien tenga esa luz, Janabu l-Haqq dice, con Su permiso: "Faltamisu Nura" (57:13). Janab Allah dice: "Busquen la Luz". Busquen la Luz. Y esa Luz no está sola, por sí misma. La luz no existe sin un medio. Está dentro de la vela, pero necesita algo que la encienda. La luz que proviene de los Cielos puede encenderla. Esa Luz pertenece a los Profetas y Santos. Si recurren a los santos, ellos pueden despertar la luz oculta dentro de ustedes. (Un santo) puede despertar la luz oculta dentro de él o ella, puede despertar la luz oculta de cualquier persona.



Cuando yo era niño, veía armenios en nuestras calles. Algunos venían de Kayseri, y otros de Adana. Muchos armenios venían de esos lugares. Algunas veces, ellos celebraban días sagrados según sus tradiciones o bien, ceremonias de boda. Cuando salían de esa iglesia, caminaban con velas que habían encendido allí, en sus manos. Yo solía verlos pasar. Si la vela de alguno se apagaba, esa persona se apresuraba hacia la vela encendida de alguna otra. Alcanzaban la luz de una vela encendida para volver a prender la suya y seguir caminando. Así, Janab Allah le dice a la gente que busquen la Luz en la Tierra, que busquen a los poseedores de Luz que avivarán la luz oculta dentro de ustedes.



G: Ya encontramos esa Luz.



SN: Hasta que la encuentran, están apagados. Tienen esa luz, pero escondida, durmiente, entonces hay que despertarla. Esta herencia desciende del Profeta, a través de los hombres de la Cadena Dorada, de todos esos santos, y a través de Grandshaykh, quien nos la dio. Si él no la hubiera cedido, ¿qué le cediera yo a toda esta gente?



Ese hombre vino en avión, desde una distancia de 56 horas. ¿Por qué vino? ¿Acaso yo le envié dinero? Deja eso Filiz, en los países que fuimos, diez mil, diez mil... si esos policías no hubieran estado cerca, me hubieran aplastado: el tamaño de la multitud, la embestida. Ellos no me habían visto antes, no físicamente, pero cuando me vieron en el espíritu, fueron atraídos por nosotros. Yahu, ¿cómo es eso posible? ¿Dónde me había visto toda esa gente? No me habían visto, pero llegaron. Gente joven como tú, como él, de la edad de ella... mucha gente, diez mil. Subhanallah. Sin ese poder, sus corazones no se hubieran abierto por el poder de la atracción (jadhba). ¿Cómo pudo llegar toda esa gente? ¡Algunos hombres (que rechazan a los sheijs) están locos!



¡Sí! Todos tienen una lámpara, una vela oculta. Si las encienden, la luz aparecerá. Pero hace falta quien puede encenderla con la mirada, no con fósforos. Aunque no haya fósforos, no importa, incluso si hay mil velas. Una vela encendida puede encender cientos de miles de velas sin menguar. ¿Mengua la vela encendida? ¿Disminuye su poder por encender otras mil velas? No, permanece igual. Allah.



Los santos de esta Cadena, nuestro juramento ante la Presencia de Janabu l-Haqq, Hazrat Jalla wa Ala, desde que este servicio se nos asignó, desde que nos paramos en la línea de esta Cadena... Sheikh Effendi me ordenó permanecer ante su puerta. Estamos obligados a esto. No es una obligación, pero su deseo es nuestra orden. No es una obligación, pero nuestro corazón lo rendimos a él, a este servicio. Entonces, cuando alguien ataca, yo contra ataco severamente. Ellos me enfadan.



G: Insha'Allah, ¿estaremos juntos en el Akhirah, Shaykh Baba?



SN: ¡Ellos hicieron la pregunta! Un judío le preguntó a un rabino: "¿Los judíos irán al Paraíso?". "Sin dudas, lo harán", respondió él. Ahora, él me pregunta si estaremos juntos. Un judío le preguntó a un rabino: "¿Los judíos irán al Paraíso?". "Sin dudas, lo harán". "¿Los musulmanes irán al Paraíso?", preguntó. "Más o menos...", respondió el rabino. "¿Irán los armenios?", preguntó. "¿Acaso crees que es un parque de diversiones?". Él no los aceptó, no aceptó a los armenios en lo absoluto. ¡Preguntó si era un parque de diversiones! ¿Qué harían los armenios allí? ¡No lo necesitan!



Wa min Allahu tawfiq.



Enlace al vídeo: http://saltanat.org/videopage.php?id=9965&name=2006-00-00_tr_ImamTeftezaniHz_SN_a.mp4

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