miércoles, 1 de agosto de 2012

"Sayyidina Khidr (a.s.)."


Sayyidina Khidr (a.s.)
Hajja Anna Adil, sohbat publicado el 13 de Ramadán del 1433.

Le invitamos a pasar un Ramadán junto a la fragancia de Hajja Anna Adil (qas). Todos los días de este sagrado mes y durante los tres días del Eid al-Adha, publicaremos un nuevo sohbat de ella. El día del aniversario de su fallecimiento, la colección completa se ofrecerá como un libro. Que Allah (swt) nos mantenga en su santa compañía para siempre. 

Había un Rey que decidió que Khidr (as) debía estar entre los creyentes y quería conocerlo. Entonces envió a todos sus ministros a buscar por todo el país a alguien que supiera dónde encontrar a Sayyidina Khidr (as). Nadie lo había visto ni sabía nada. Finalmente, un derviche pobre contestó que él podía encontrar a Sayyidina Khidr (as). Luego, el Rey le ordenó que lo trajera. El derviche respondió que no tenía tiempo para buscar a Khidr (as), porque tenía que proveerse a sí mismo y a su familia. Ellos le preguntaron cuántos días necesitaría, a lo que él contestó: "Cuarenta días". Entonces el Rey envió la provisión de 40 días a la casa del derviche, para que él tuviese la libertad de buscar a Sayyidina Khidr (as).

La esposa del derviche pensó que él había robado toda esa comida y le pidió una explicación al respecto. Él le contó y ella le preguntó si realmente sabía dónde encontrar a Khidr (as). El derviche respondió que su plan era el de distenderse y disfrutar la comida durante esos 40 días, y que luego, talvez Allah envíe a Khidr (as).

Así lo hicieron. En el día 39, aun no había signo de Sayyidina Khidr (as), y el derviche sabía que el Rey lo castigaría. Entonces planeó huir a primeras horas de la mañana del día 40. Pero Allah mantuvo al derviche y a su familia dormidos hasta el mediodía del día siguiente, momento en el que fuertes golpes en la puerta los despertaron. Eran los soldados del Rey. Ellos escoltaron sólo al derviche hasta el palacio, donde había una multitud esperando ver a Sayyidina Khidr (as).

Frente al Rey había 2 sillas, una de oro y otra de madera. El derviche se sentó en la silla de madera. El Rey preguntó por Khidr (as) y el derviche no tuvo otra opción que decir la verdad: no tenía idea. El Rey se molestó mucho y preguntó a sus ministros qué castigo era apropiado imponer sobre el derviche.

El Primer Ministro dijo que lo cortaran en pedazos y los colgaran alrededor de la ciudad, para advertir a la gente de no mentir a su Rey.

Un niño de la multitud vociferó: "Todo regresa a su origen".

El Segundo Ministro dijo: "No, es mejor desgarrarle la carne de los huesos, picarla y repartírsela a los perros".

El niño vociferó otra vez: "Todo regresa a su origen".

El Tercer Ministro aconsejó al Rey diciéndole que tenía todo el derecho de matar al derviche, pero que si le perdonaba la vida, la gente se impresionaría y amaría al Rey por la Misericordia que mostró.

El niño vociferó nuevamente: "Todo regresa a su origen".

El Rey le preguntó al derviche: "¿Ese es tu hijo?". Pero el derviche dijo que no conocía al niño y que él pensaba que pertenecía a la corte. Sin embargo, nadie en el palacio conocía al niño. Finalmente, el Rey mismo le preguntó al niño su nombre.

Él respondió que era Sayyidina Khidr (as). Luego el Rey le pidió que explicara lo que había estado diciendo. Él le contestó que el Primer Ministro era hijo de un carnicero y que juzgaba como los carniceros. El Segundo Ministro era hijo de un cocinero, entonces juzgó como los cocineros. El Tercer Ministro era hijo de un ministro, entonces su juicio tomaba en cuenta cómo complacer y obtener beneficio del pueblo. El Rey debía designarlo como Jefe de Ministros y a los otros, jefe de carniceros y cocineros. Luego, él le dijo al Rey: "Tú no cuidas bien de tu pueblo, si están tan hambrientos que para comer, son capaces de mentir. El trabajo de un Rey es velar por el bienestar de su pueblo". Y tras esas palabras, Sayyidina Khidr (as) desapareció.

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