martes, 21 de agosto de 2012

"La Historia de la Vaca."


La Historia de la Vaca
Hajja Anna Adil, sohbat publicado el 11 de Ramadán del 1433.

Le invitamos a pasar un Ramadán junto a la fragancia de Hajja Anna Adil (qas). Todos los días de este sagrado mes y durante los tres días del Eid al-Adha, publicaremos un nuevo sohbat de ella. El día del aniversario de su fallecimiento, la colección completa se ofrecerá como un libro. Que Allah (swt) nos mantenga en su santa compañía para siempre. 


Hace mucho tiempo había un hombre muy muy rico, pero no tenía hijos. Su hermano, que tenía dos hijos, murió. Entonces el tío rico acogió a ambos niños en su casa. Los chicos vivieron allí y crecieron cada vez más envidiosos y codiciosos. Lo único que querían era el dinero de su tío.

Conversaron entre ellos sobre que podría pasar mucho tiempo antes de que su tío se muriera naturalmente. Entonces decidieron matarlo, a pesar de que él era muy generoso con ellos.

Juntos lo asesinaron y arrastraron el cuerpo lejos del pueblo. No lo enterraron, sino que lo dejaron tendido sobre el piso, a cielo abierto. Regresaron a casa y empezaron a llorar diciendo: "¿Dónde, Oh dónde, está nuestro amado tío?".

El lugar en que habían dejado el cadáver colindaba entre dos pueblos. Cada pueblo acusaba al otro del asesinato, porque ambos pueblos amaban al viejo hombre con igual calidad.

Los muchachos declararon que querían venganza y dinero por la sangre derramada.

Esto sucedió en el tiempo del Profeta Moisés (as) y la gente acudió a él para resolver sus diferencias. El Profeta Moisés se dirigió a su Señor diciendo: "Enséñanos la verdad". Entonces Allah les ordenó matar una vaca y llevarle la lengua y el rabo al cadáver.

En el momento, los Hijos de Israel pensaron que se trataba de una broma. Entonces empezaron a plantear preguntas frívolas acerca de qué tipo de vaca debía ser. Si tan sólo hubieran obedecido, cualquier tipo de vaca hubiera servido, pero ellos continuaron preguntando y la tipología de la vaca fue cada vez más específica, hasta que sólo una vaca serviría: la vaca amarilla de un niño pobre que solía cargar madera de la montaña para vender.

Este niño trabajaba tanto, que tenía la espalda cortada a causa del peso de las pilas de madera. Su ropa se le pegaba al cuerpo sobre la sangre seca. Él le dijo a su madre que desearía tener un animal que lo ayudara a cargar la madera. Entonces ella le dijo que su padre le había dejado una vaca amarilla que estaba pastando y que si la llamaba, la vaca vendría.

El niño llamó a la vaca amarilla y sintió que era como si le conociera de toda la vida. Él se llevó la vaca a su casa.

Su madre le dijo que la llevara al mercado para venderla. Con el dinero, él debía comprar un burro y el resto, debía guardarlo. El niño fue al mercado, donde un hombre le ofreció veinte monedas por la vaca, pero él tuvo que regresar a su casa para que la madre lo aprobara. Ella le dio el permiso de venderla. Pero al día siguiente, camino al mercado, otro hombre le ofreció treinta monedas por la vaca. Esto lo confundió, entonces el niño regresó a donde su madre por aprobación. Ella le dijo que no regresara más, que él debía vender la vaca.

El niño regresó al mercado al día siguiente y otro hombre le dijo que su vaca era muy valiosa. Le aconsejó venderla sólo bajo la condición de que la mataran sin cortarle la piel. Luego, debían llenar con oro la piel intacta del animal y ése sería el precio de la vaca. Este tercer hombre era, ciertamente, un ángel enviado por Allah y el niño debía obedecerlo.

Los Hijos de Israel aceptaron las condiciones del muchacho: esa era la única vaca que podría servir al propósito de Allah. Entonces los Hijos de Israel mataron la vaca y golpearon el cadáver del viejo hombre con la lengua y el rabo. El difunto se sentó y dijo: "Mis sobrinos me mataron".

Los Hijos de Israel llenaron la piel de la vaca con la fortuna del difunto y se la dieron al niño. Y todo esto sucedió gracias a la baraka del niño que siempre complace a la madre.

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