La Majestuosa Voluntad
Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi.
Sohbat del 24 de marzo del 2013. Lefke, Chipre.
"¡El (Más Alto) es quien hace reír y llorar!" (53:43) As-salamu alaykum, Oh asistentes, Oh los que os reunís alrededor de Shah Mardan, el León de Allah, que os reunís con afecto sincero hacia él; sus almas reviven por su amor a él. Oh amados hermanos del Amado de Dios. Gracias a Allah nuestro Protector, que no nos confinó al lecho, nuestro Protector que nos levanta; nuestro Protector nos da fuerza, amor apasionado y ardor, y que en Su magnificencia por Su Amado concedió que se encuentre Su propio placer en el placer de su Amado. Entramos en un nuevo día, un nuevo día con nueva provisión divina, así que digamos, Oh amados hermanos, Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim. Digamos, Oh amados hermanos, La ilaha illa-Llah Muhammadu r-Rasulu-Llah (salla-Llahu‘alayhi wa sallam). También a Shah Mardan, el León de los campos de batalla, le ofrecemos saludos de bendiciones y paz; y paz sobre quienes siguen su camino: que sean bendecidos; que estén en la beatitud; ¡que lleven por siempre la corona de la verdadera fe sobre su cabeza! Shaytán no puede dañarlos en ningún modo. Al-Hamdu li-Llah. Si llevamos la corona de la fe verdadera, la corona de la fe, la corona del Islam, no hemos de temer nada. Digamos Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim, coronemos nuestro día con la corona de la noble Basmalah. Nuestras angustias se desvanecerán, nuestras preocupaciones desaparecerán, no quedará ninguno de nuestros problemas o pesares; por los asuntos de este mundo no hay nada que temer.
Llamemos a los grandes: estamos bajo la bandera de nuestra distinguida bisabuela Hala Sultan, ¡que no nos deje estar lejos de ella! Cada uno se alza bajo el estandarte de quien ama. Oh nuestros bien amados, cada uno de los amados siervos de Allah tiene su propio estandarte. Quien camina bajo su estandarte, no se verá privado en este mundo ni en el más allá. Lamentablemente, estas cuestiones se olvidaron, o se borraron de la memoria a propósito. El ser humano vive por poder espiritual. Si el hombre renuncia a su poder espiritual, estará perdido: como un pez fuera del agua, aleteará aturdido. Este mundo le mareará, quienes renuncian a su agua se marean. Nuestras aguas son un océano, ¡buceemos en el océano de Shah Mardan! Vamos a la corte del amor apasionado y el ardor, ¡alabemos y loemos a nuestro Señor expresando nuestra gratitud! Al Amado que Él envió, ofrecemos saludos de bendiciones y paz; recitamos Salawat ash-sharif para él.
Antes, en las mezquitas se decía: "¡Sayyidi Ka’inat as Salawat!", para que los congregados se levantaran. "¡Enviad bendiciones y paz sobre el maestro de la creación! ¡Levantaos!" Y con "Allahumma salli ‘ala Sayyidina Muhammad", pasaban sus manos por la cara. Pasando la mano por la cara si mencionan a nuestro Maestro, vuestro rostro se hará puro, brillará. Por eso, en nuestras mezquitas, según nuestras antiguas costumbres, cuando nuestro más venerado Profeta, el Mensajero regio, era mencionado por el nombre, el muezzin llamaba: "¡‘Ala Rasulina salawat!", es decir: "¡Bendiciones y saludos de paz a nuestro Maestro!" ¡Masha Allah, qué maravilloso! No olvidar a nuestro maestro, sino enviarle bendiciones y paz: ¡qué maravilloso, maravilloso de verdad! Ellos abolieron nuestras antiguas costumbres, y con ellas desapareció toda bondad, no queda bondad en la gente. Pero no, nuestro Maestro es recordado siempre, es el Maestro de toda la creación, pues toda la creación fue creada por él. Nuestro maestro es el maestro de toda la creación, es el orgullo del universo entero. "¡Fahr-i Ka’inat as salawat!" Ya no lo dicen en nuestras mezquitas, porque las mezquitas están llenas de ignorantes. Nadie prueba la dulzura del Islam. Realizar servicios en las mezquitas se volvió un medio de vida: obtienen unos peniques para ganarse la vida, pero el servicio a la mezquita no es un servicio del mundo.
Oh nuestros amados hermanos de Shah Mardan, pedimos reuniones que nos enseñen esas cosas, pedimos consejo sincero, que sea una fuente de amor. Sin amor no pasa nada: podéis preparar una olla, ponerlo todo dentro, ponerla en el fogón, pero sin encender el fuego no se cocinará. "¿Puede cocinarse la comida sin fuego, ya hu?" "¡Claro que puede!" "¿Cómo se cocina?" "La ponemos bajo el sol, y así también se cuece". ¡Qué listos! La fe verdadera se cuece en el crisol del amor apasionado y se vuelve dulce, por eso el verdadero creyente es dulce. El incrédulo es venenoso, el creyente es una cura sanadora. Oh Shah Mardan, danos apoyo, ¡Oh amados hermanos de Shah Mardan! ¡Levantaos temprano por la mañana! Los hombres no deben merodear por la casa, a menos que sean discapacitados, eso es distinto. Un hombre vivo y bien, debe abrir la puerta diciendo: "Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim". Decid "Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim", y se os abren las puertas de todo lo bueno. Debéis saber por qué os levantasteis y para quién os levantasteis: "Oh mi Protector, Quien me creó, recuerdo Tu Más Exaltado Nombre: Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim". No durmáis: si podéis caminar, id a la noble mezquita, hay alivio espiritual en la noble mezquita. Después de la oración, preparaos para el encuentro de Shah Mardan.
Oh amados hermanos, Oh amigos íntimos, este era nuestro programa antiguamente, eran unas prácticas formidables, ¡era un programa formidable! Teníamos un carácter encantador, teníamos creencias fantásticas, y ¡qué maravillosas nuestras acciones! Todo eso se nos quitó. Quienes nos lo quitaron, erigieron estatuas, y las convirtieron en lugares de culto; un día caerán sobre su cabeza. Hay un momento para todo, todo ocurre en su momento fijado, ¿no es así? Para todo suceso hay un momento asignado. Cuando llegue esa hora, Él golpeará y los destruirá sin dejar ni rastro; pero Él espera el momento asignado. Oh gente, ¿oís lo que dice Shah Mardan? "Llegará un látigo de los cielos para quienes olvidan a Allah". Se acerca un kurbash, se acerca un kurbash; serán azotados. A quien azoten, quedará medio loco. Hoy los hombres perdieron tres cuartos de seso, queda un cuarto, que no basta para ellos ni para los demás.
Los Sultanes, que tenían de una sola y majestuosa voluntad, se fueron. Una voluntad, sin ser obligada, llegaba del oeste al este, reunía a todos bajo una voluntad majestuosa. Con los sultanes, los nietos de Shah Mardan actuaban todos según su voluntad (del Sultán). Actuaban sin ser obligados; quizá con cariño, quizá no. Quien actúa por cariño, con orgullo por eso, una persona que dice de su líder o gobernante, de las órdenes del gobernante o del general: "¡a sus órdenes, de todo corazón!", sirve a quien ama desde el corazón, actúa por afecto apasionado. No existe coacción en la religión. (2:256) ¡En nuestra religión no se puede obligar! Si lo hacéis, ¡hacedlo con entusiasmo, pasión! ¡No lo hagáis vacilando! ¡Corred, corred hacia ello! Si renunciáis a esto por ellos, vendrán a besaros los pies, hasta os lamerán el culo. Es una expresión ruda, pero es exacta: quienes no se postran a Allah, quienes no aceptan a Allah, lamen culos, lamen los genitales de shaytán; es justo lo que merecen. No descansan aquí ni en el más allá, están condenados al castigo. "¡Aprended, 'ta‘allam', aprended!", dice el venerable Mensajero de Allah, y Shah Mardan nos dice, "Aprended, ¡aprended los bellos caminos! No comencéis el trabajo de shaytán nada más abrir los ojos. Sed limpios, de buenas maneras, ¡envolveos en los atributos de nuestro preciado Maestro!" ¿Quién hace esto? Quien dice "Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim", quienes saben el camino a la mezquita. Quienes pierden el camino a la mezquita van de camino al infierno, su vida se acabó, se pudren. Su vida queda a la mitad, y sus vidas están envenenadas, no importa que sean gobernantes o médicos. ¡No olvidéis a Allah!
Oh mis amados hermanos de Shah Mardan, ¡qué maravilloso consejo, qué estupenda reunión! Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim. Escuchemos, mis amados hermanos. Recordemos a nuestro Señor, ¡el Majestuoso, Exaltado, Más Alto! Digamos: Allahu Allah, Allahu Allah, Allahu Allah, Allahu Allah, Allahu Allah, La ilaha illa-Llah, Allahu Allah, Allahu Allah, La ilaha illa-Llah, Allahu Allah, La ilaha illa-Llah Sayyiduna Muhammadu r-Rasulullah; ¡revivamos nuestro ser por decirlo! Os habéis aletargado, vuestra cara se volvió antiestética, en hombres y mujeres. La nobleza desapareció, la elegancia se fue. Se pintan la cara, cuanta más pintura embadurnan, más feas se hacen. ¡Venid, sed uno de los amados hermanos de Shah Mardan! ¡Seamos de su círculo de amigos cercanos! Que el día se llene de lo bueno, ¡Oh amados hermanos! Es un nuevo día, con nueva provisión divina. Nuestro día es de hecho un nuevo día, con una nueva mesa servida bajando de la puerta del Sultán.
Los discípulos del Profeta ‘Isa le hicieron una pregunta al Profeta ‘Isa (sobre él y nuestro Profeta sean bendiciones y paz): "¿Puede tu Señor bajar una mesa desde el cielo?" ¿Son los cielos un comedor benéfico? ¿Son los cielos el chiringuito de un cocinero? ¿O hay algún restaurante en el cielo? ¿Qué pedís? "Nos gustaría que bajara, así podemos comer y tener paz en el corazón". ¡Si vuestros corazones están en paz por comer, vuestra fe no es verdadera! Si hubierais dicho: "Para que se abran los ojos de nuestro corazón, para encontrar paz, ¡que Él nos lo envíe por Su divina gracia!" ¿Pero qué dijeron esos discípulos? "¡¿Tu Señor?!" ¡Ni tan solo dijeron, "Nuestro Señor"! "¿Puede Él hacer bajar una mesa aquí?", preguntaron. ¿Es un comedor benéfico, un chiringuito o un restaurante? Con lo que hay en la tierra, ¿pedís una mesa servida desde el cielo? ¡Qué vergüenza! ¿Era ese el entendimiento de los discípulos del gran Profeta ‘Isa, 'alayhi salam, hacer tal pregunta? "…para tener paz en el corazón". Si encuentra paz comiendo, ¿tiene fortaleza la fe? Y bien, ese era el nivel de su comprensión. A nuestro Maestro nadie le pidió nada así, al Sultán de los Profetas nadie le pidió eso: "Que baje una mesa servida desde los cielos, tenemos el estómago vacío, ¡y mucha hambre!" Nadie dijo, "¡Que baje una mesa!" Quizá dijeron, "Ya Rasulallah", mostrándole: "al no encontrar qué comer, nos atamos piedras a la barriga, para que las punzadas de hambre no nos rasguen el estómago". Nuestro venerado Maestro se levantó su bendita ropa, y vieron: "Vosotros os atáis una piedra, yo me até dos. Mi Señor sabe cuándo es el momento de enviar una mesa servida, Mi Señor sabe. ¿Creéis en Allah? Si no creéis, podéis ataros 10 piedras a la barriga, seguiréis sin creer; si bajan diez mesas servidas, ¡no creeréis!" La ilaha illa-Llah, Sayyiduna Muhammadu r-Rasulullah (sas). ¡Qué bien enseñaba nuestro venerado Maestro! Él les hacía pasar con un dátil cada veinticuatro horas. Eran gente así, con tal fe en su Profeta, que conquistaron todo el mundo. No dijeron: "Ya Rasulullah ¡que nos baje una mesa servida de los cielos, para llenar nuestro estómago!" Nuestro venerado Maestro les mostró dos piedras atadas, ¡Allahu Akbar! Salla-Llahu ‘alayhi wa sallam.
¡Oh mi Señor! Qué maravillosa la enseñanza del Amado del Más Glorioso, Más Alto. Y así sucedió que, mientras nuestro distinguido Maestro iba por huertos de dátiles en el oasis de camino al monte Uhud, notó un sonido susurrante. Cuando se giró para mirar, algo como una fuente de oro brotaba, y le seguía. A nuestro Maestro, que Allah le bendiga y dé paz, no le gustó: "No te necesito. Tengo a mi Señor, que sabe mis necesidades, ¡no quieras halagarme! ¡Quédate donde estás, como estás!", dijo. Por esa razón hay oro debajo del Monte Uhud, pero no hay forma de excavarlo. El Monte Uhud tiene gran majestuosa eminencia, lo llaman Jabal Uhud. ¡Oh, qué montaña bendita! Que se nos dé poder por sus manifestaciones, ¡que se nos conceda salud y honor! Que nuestro estómago reciba su parte. ¡Que tengamos paz de corazón! Esto es ser humano; esto es el Islam, esto significa ser Musulmán. Esta es la senda de Shah Mardan, que él toma del preciado Maestro de la creación. Venid, Oh amados, uníos al círculo de los amigos cercanos a Shah Mardan, sentémonos juntos a conversar. Nos basta con un trozo de pan, lo que nos urge son esas valiosas joyas que nos lega Shah Mardan: cómo servir a nuestro Señor y a nuestro amado Profeta, el preciado Maestro de la creación; cómo llegar al servicio sincero, ser parte valiosa de la nación del Amado. Esto queremos de verdad: ¡no vamos tras este mundo! Nuestro Maestro es el estimado Maestro de la creación. Queremos su camino, queremos algo de su nobleza. "¿A qué nación perteneces?" "A la nación de HabibuLlah". Seréis estimados, renombrados. "¿Por quién esgrimes tu espada, Oh Shah Mardan?" "Por la gloria de Allah y su Mensajero, cortando el mundo en dos, como una sandía!" Haceos cargo, Oh jóvenes, Oh Musulmanes, acostumbraos a estas cosas. Seguid el consejo de Shah Mardan, ¡para que nos mencionen junto al nombre del Maestro de toda la creación! Alcancemos honor, alcancemos honor en este mundo y en el más allá; que quien posee honor esté con nosotros. ¿Quién es deshonrado? Quienes olvidan a Allah y Su Profeta, quienes no se postran a Allah. En el Día del Juicio poblarán los callejones del infierno.
"No queda historia que no hayamos contado", dice Shah Mardan. "¡Isma‘u wa'u" [escuchad y haced caso]! Lo que habéis oído y asimilado por escuchar, lo internalizáis y se convierte en una energía inagotable, que carga poder espiritual y no deja que se os acabe la batería. Si se os acaba la batería, es porque no valía ni diez céntimos. Se puede obtener el poder del verdadero servicio de Shah Mardan, de esos awliya’ que están en su camino. No podemos alcanzar al Orgullo de la creación (sas), pero paso a paso se nos da de ese poder: si decimos "Allah", tiembla el mundo. Este es el poder de Shah Mardan. Nosotros no tenemos poder, pedimos algunas migas de su mesa servida. Cada día, Oh mis amados hermanos, tomemos parte en la mesa de Shah Mardan. Seamos fuertes, poderosos. Dejemos crecer las alas, volemos al reino del dominio celestial de camino a la asamblea de lo Real, ¡purificados! Cuando fallecéis, al morir, vuestro cadáver no se vuelve una carcasa: ¿de quién son los cuerpos que se hacen carcasas? De quienes no escuchan a Shah Mardan, no siguen su camino, son carcasas que emanan su hedor más allá del cementerio.
Que Allah nunca nos separe de Sus puros siervos, esos discípulos de Shah Mardan que siguen firmes en su camino. Tales benditos existen en todas las épocas, buscadlos, ¡Oh gente de Anatolia! Buscad buena gente, no sigáis a shaytanes, buscad buena gente, para que vuestro honor brille de nuevo como antes. El mundo debe asombrarse ante vosotros. Gracias a Allah, que se nos concedió escuchar hoy una conversación de Shah Mardan, aunque fuera corta. Oh amados hermanos de Shah Mardan, amigos cercanos de Shah Mardan, antiguamente, pocas personas se sentaban en la cafetería para encontrarse allí y conversar. Esas conversaciones solían ser como esta: solían abrirse, tranquilizar sus sentimientos. El alma no necesita café ni cafeterías, el alma anhela la amistad cercana. "El café es un pretexto", decían. Llamamos amigos cercanos a los santos de la senda de Shah Mardan. Miradlos y recobrad el sentido: este mundo estará bajo vuestros pies. Si no, este mundo os presionará y lo tendréis encima. Quienes siguen el camino de shaytán, lo tienen encima de todo. Les orina encima, hasta deja caer sus excrementos, pero de esto no hablaré, les orina encima, así que apestan. Se afean, todo decae, lo que hacen no avanza. Sé firme en la senda de Shah Mardan, Oh campesino, sin ir por la cafetería, y no dejes tu pueblo para correr a las ciudades. El pueblo es un lugar limpio, puro. Quedaos en vuestros jardines, sembrad vuestros campos, cuidadlos. No llevéis la electricidad de shaytán al pueblo, no consigáis aparatos que corrompen. No necesitáis las noticias ni otras cosas, lo que necesitáis es el recuerdo de Allah. Necesitáis la Palabra de Allah, y Shah Mardan os enseña los caminos mandados por Allah. Digamos Allahu Akbar, Allahu Akbar, Allahu Akbar wa li-Llahi l-Hamd. Subhansin Ya Rabb, Sultansin: Tú eres exaltado, Oh Señor, ¡eres el Soberano! ¡Que vengan los amados amigos a enseñarnos Tus maravillosos caminos! ¡Que vengan los amigos cercanos de Shah Mardan!
Gracias a Allah, que nos concedió la fantástica conversación de hoy. Que Allah eleve en sus rango espiritual a la casa del Mensajero de Allah y a los descendientes de Shah Mardan: es a quienes debéis buscar, encontrar. Que os den buena vida en el mundo, y que la vida en el Paraíso os sea concedida en el más allá. Oh mi Señor, perdónanos. Que vengan esos siervos a enseñarnos los caminos de Shah Mardan. Por su honor y por la alta estima de al-Fatiha. Cada día sale el sol, ¡a la gente le encanta verlo salir! Cuando se pone hay como una tristeza, pero aquí tenemos el sol de Shah Mardan: brilla radiante a todas horas. No se pone, el sol de Shah Mardan no desciende. Oh Allah, haz de su rango el más alto de los rangos altos. Que participe en la asamblea de Tu más Amado. Fatiha. Decid: Allahu Akbar, La ilaha illa-Llah wa-Llahu Akbar, Allahu Akbar wa li-Llahi l-Hamd. Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. Si lo decís y salís por la puerta, lo que hagáis tendrá éxito. Que sea fácil y vuestro día sea dulce, ¡sin situaciones desagradables! ¡Que shaytán esté muy lejos de vosotros! La ilaha illa-Llah Sayyiduna Muhammadu r-Rasulu-Llah.
Un campesino le dijo a un santo, que su animal a veces era fácil de llevar y a veces no paraba de cocear, y dijo: "Me planteo, ¿por qué hace esto?" "Este animal parece reflejar que, cuando mencionas a Allah y envías bendiciones y paz sobre el Profeta, está calmado, tiene paz. Si no mencionas a Allah, te vuelves como un tronco, por eso le disgusta servirte, no quiere servirte". La creación entera espera servir a quienes escuchan a Shah Mardan, quienes siguen su maravilloso camino. Aferraos a la sunna del Amado de El Más Majestuoso. Que Allah haga estar con ellos, y a nuestros jóvenes, ¡Oh mi Señor! Oh nuestra distinguida bisabuela Hala Sultan, con tu apoyo dijimos unas palabras. Que mi fuerza no disminuya, ¡que aumente y no disminuya! Con la intención de que nuestro camino sea seguro, digamos Bismi-Llahi r-Rahmani r-Rahim. Por favor, recitad al-Fatiha.
Enlace al Vídeo: http://saltanat.org/videopage.php?id=7173&name=2013-03-24_tr_IradeSeniyye.mp4
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