martes, 23 de junio de 2015

"La historia de la chica universitaria."


La historia de la chica universitaria
Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshbandi.
 Sohbat del 12 de julio del 2010.



Audhu billahi mina sh-shaytani r-rayim. Que Allah aleje a shaitán de nuestra reunión. Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. Mencionamos Su Majestuoso Nombre, que sus bendiciones desciendan sobre nosotros.




Hoy es Shaba'n-i Muazzam del 1431 en el calendario islámico. Shaba'n-i Muazzam es el segundo de los tres meses sagrados. En un día tan hermoso, nuestro encuentro toma lugar. Esperamos que Allah Todopoderoso riegue sobre nosotros las bendiciones de este mes y nos mantenga en el camino que a Él le complace - que nos haga persistir en el camino de la Verdad.




Sean bienvenidos, ustedes vinieron con bondad. ¿Cómo es que le dicen ahora a la televisión? Plataforma de la felicidad. Los hombres, desde que pisaron el mundo hasta que el libro del mundo se cierre, necesitan discursos personalizados. Y como ya dijimos, es imposible dirigirse a cada individuo separadamente en este discurso. Quien pueda escuchar, que lo escuche. Ustedes no nos forzaron a dar esta charla, y nosotros no los forzamos a escucharla. No.




El mundo entero está hablando. Veo que todos hablan desde que amanece hasta que anochece. Desde que anochece hasta que amanece, todos hablan. ¿Qué dicen? ¿Con quién hablan? ¿Por qué hablan? ¿Qué resulta de sus charlas? Nadie sabe.




La gente muestra su carácter al hablar. Hay personas inútiles que, cuando abren la boca, dicen cosas inútiles - basura. Sin embargo, se la pasan hablando frente a esa máquina (TV) todo el día. ¿Quién toma basura? "Quien la quiera que la tome, pero yo diré algo", dice él. Hay profesores en la universidad. No todo el mundo los escucha, sino una cantidad limitada de estudiantes. Algunos entienden, otros no. De todas formas, ellos imparten su clase. Quien entiende, entiende, y quien no... ¿qué pueden hacer?




En nuestra cultura, a eso le llamamos charla de café. En todas partes... ¿Tú nombre es Fatma?




Invitada (I): Fatma. Mi nombre es Guzin, pero usted siempre me llama Fatma.




Shaykh Nazim (SN): ¡Eh, mi hija Fatma! Ahora tenemos charlas de café por doquier, es decir: paja sin grano. ¿A quién le dan la paja? A los animales. Si tienen grano, denles grano: son seres humanos. ¿Por qué siguen sirviéndole paja a la gente?




El hombre de mayor rango... claro está: el que no lo tomó del reino angélico o de los cielos, sino de la gente de este mundo, ¿en qué trabaja? Si tomó su rango de este mundo, ¿qué le sirve a la gente? Paja. En cambio, los Profetas, que están autorizados por los cielos, le sirven joyas a la gente. Sirven joyas, los celestiales sirven. Pero ahora... si pones dos bolsas frente a un burro, una llena de joyas y otra llena de paja, ¿cuál elegirá el burro?




I: La de paja.




SN: La de paja. ¿Dónde está el nivel de los seres humanos ahora? Dentro de una bolsa de paja: no aprecian las joyas - no respetan lo que viene de los cielos. Ellos ponen a los seres humanos en el lugar de los animales y les dan paja. Y comiendo paja, no pueden ser humanos. Los animales comen paja, los seres humanos no. Los seres humanos aprecian las joyas, en cambio, como los animales no comprenden las joyas, aprecian la paja.




En esta era, todas las naciones -todas las personas- meten la cabeza en la bolsa de paja; ninguna pide la bolsa de joyas. Por eso sufren y sufrirán más -hasta la desolación-. Llorarán, se quejarán, se enfermarán, morirán en penas y partirán, pero nunca serán exitosos. ¡Oh gentes! Su Creador les envió joyas de los cielos, pero ustedes no las buscan.




Ustedes inventaron que la gente adorara como lo concibieron sus mentes. Van y se postran frente a él, luego se ponen de pie. ¿Qué les da él? ¿Habla? No habla. ¿Da inspiración? ¿Qué inspiración? No tiene ninguna. La inspiración no sale de algo de piedra, sino de algo vivo. ¡La gente de hoy! "¿De dónde viene esa inspiración?", les pregunto. "Sheij Effendi, no recibimos inspiración de los cielos, sino de aquellos que amamos y respetamos, y frente a ellos nos ponemos de pie". ¡Eh! Cuando es así todos hablan. ¡Eh! Toman inspiración de shaitán. Lo que ellos llaman inspiración, es el susurro de shaitán. La inspiración es divina, la envía Allah Todopoderoso desde los Cielos. Lo otro es basura de shaitán; él muestra ese camino.




Muy bien, esa fue la introducción. Puede que algunos se rían y otros se enojen. Los que se enojan, que se enojen.




Nosotros queremos que la gente se ría, y hablamos para que olviden sus penas. Y ustedes, ¿para qué? ¿Pueden hacer que la gente se ría? De la mañana a la noche y de la noche a la mañana, ustedes gritan en un pódium, y debaten. ¿Qué es ese espectáculo en el clóset de shaitán? Así provocan que la gente sufra más, que entristezca más. No más "Aumento en los precios / Huelga de empleados / Disturbios en tal lugar / Cueva se derrumba en tal otro lugar / Varios soldados fueron martirizados en la guerra, otros quemados". Frustran a la gente con estas noticias. Yo al menos los hago reír. Dejen que olviden, dejen que olviden…




Allah Todopoderoso ama a los siervos que ríen, y quien puede hacerlos reír es aceptable en la Presencia de Allah. Quien no puede hacerlos reír... A los que suscitan que la gente llore, Allah los manda al infierno. Si quieren, vayan a preguntarle a la fuente de sus inspiraciones y ellos les dirán: los que hacen que la gente llore, ¿a dónde pertenecen?; los que ponen a la gente en aprietos, ¿a dónde pertenecen? Pregúntenles, ellos les dirán.




I: ¿Cómo la gente puede ser feliz en este tiempo?




SN: Ya lo dijimos: paja, el que entra la cabeza en bolsas de paja y recibe inspiración cuando bebe, ¿puede ser feliz? No, ese es desdichado. No puede ser feliz. Debemos ser razonables, entonces debemos usar la mente. Ahora tenemos a la gente de forma tal, que no pueden hablar sin beber. Sus charlas son charlas de borrachos, y ¿el borracho es traductor de quién? El borracho es traductor de shaitán. Shaitán les habla; él le habla a cualquiera que lo escuche.




¿Cómo podemos ser felices sin dinero, sin casa, sin lugar, sin paz, sin confort... solo con un montón de hambruna, desempleo, enfermedad...? Construimos una comunidad de ese tipo, y ya no quedan partes ilesas. ¿Qué deben hacer?




No hablo de solo 70 u 80 millones de personas. El mundo entero, de Este a Oeste, busca inspiración en la bebida. Dicen que obtienen inspiración a según. Sí. Si fuera solo nuestro país, no nos quejaríamos, pero todo el mundo, después de beber, saca inspiración de shaitán. Y shaitán no le muestra misericordia a la gente. Así es, pero los borrachos nos malinterpretan, ¿qué podemos hacer? El Dueño sabe.




Que Allah nos mantenga firmes en el camino recto, en el camino bueno, en el camino honorable. Eso es lo que queremos. No queremos ver a la gente así, tampoco clamamos ser de los purificados, pero se nos designó hablar de los hechos. No tenemos el poder en las manos. Nadie escucha lo que decimos. Ellos dicen que lo saben todo, ¿todo como qué? Déjenme contarles una historia y con eso concluimos.




Un hombre... Oh gente de Anatolia, escuchen y rían un poco, ¿qué le vamos a hacer? Un hombre, después de que murió su esposa, se dio cuenta de que no podía lidiar con el trabajo doméstico -Allah Todopoderoso designó a las mujeres para el trabajo doméstico-. Entonces, él dijo: "No doy más. No puedo lidiar con el trabajo fuera de la casa y la casa. Me casaré con una mujer halal/permitida". Y se casó con una mujer. Esa mujer era una jovencita. No sabía cómo tratar a un hombre ni cómo manejar una casa, pero se había graduado de la universidad. Ahora todas las chicas se apresuran por ir a la universidad…




- "¿A dónde vas?".


- "Voy a la universidad".

- "¿Para qué?".

- "Para la alta".

- "¿La alta qué? ¿Vas en tacones?".

- "No, Sheij Efendi, para recibir una educación superior, para obtener más conocimiento".

- "¿Qué conocimiento? ¿Puedes diferenciar la alif de la ayn?".

- "¿Qué es eso, Sheij Efendi? ¿Cómo puede preguntarme algo así? ¿Usted no estudió en la escuela?".

- "Estudié y enseñé, pero ya lo olvidé", le dije.



Esa señorita era, probablemente, graduada de la universidad, pero no sabía de los quehaceres domésticos. Su esposo se dio cuenta de que ella no sabía nada, entonces llamó a una anciana que tenía como vecina:




- "Abuela Fatma".


- "¿Qué quieres, hijo?".

- "Como sabes, me casé la semana pasada, y mi esposa no tiene experiencia. ¿Puedes tomar algún tiempo para enseñarle alguna receta?".

- "¿Qué tipo de chica es ella?".

- "Se graduó de la universidad, recibió educación superior, pero no sabe cómo servir a un hombre, organizar la casa o criar hijos".

- "Está bien, hijo. Yo le enseñaré".



El hombre se fue y la anciana salió a tocar su puerta. La joven le abrió con un... ¿cómo le dicen a eso? Con un pañuelo en la cabeza.




- "¿Eres musulmana?".


- "Sí abuela".

- "¡¿Cómo que eres musulmana?!".

- "Uso un pañuelo en la cabeza, ¡es obvio!".

- "Está bien, buena chica. ¿Has cocinado alguna vez?".

- "No abuela. Sabemos comer, pero no cocinar. También sabemos fregar, pero se lo dejamos a otras manos, porque fuimos a la universidad. Para eso entrenamos a nuestros hombres en la cocina. Ellos son los que lavan los platos. Les ponemos delantales para que no se tiren la comida encima, y con esos delantales nuestros hombres entran a la cocina. Mientras friegan las losas, rompen un par de platos y vasos, derraman comida en la meseta, rompen un par de recipientes de aceite y sirope, y luego, ooohhh... maldicen: '¡¿Tanto estudiamos para esto?!', pero así fue como nos criaron".

- "Muy bien, ya que sabes eso, déjame enseñarte alguna receta. ¿Qué trajo él?".

- "Hoy, mi esposo trajo papas, carne y arroz. Me dijo que tuviera la cena lista para cuando él volviera a casa. Por eso me alisté para entrar a la cocina, como nunca lo había hecho. Es que estamos acostumbradas al trabajo de oficina, con ropa de última moda. Hasta los directores caen a nuestros pies. No estamos acostumbradas a cocinar. Me puse el delantal, me vi en el espejo y me disgustó lo que vi, entonces tiré el delantal. Mientras lo tiraba, la sartén se viró y todo lo que tenía me cayó encima".

- "Hija mía, te explicaré cómo hacerlo. Si él trajo papas y carne, es porque quiere kebab de papas".

- "No sé cuántos tipos de recetas llevan papas, usted me dirá".

- "Hija mía, las papas se pelan así".

- "Sí abuela, yo sé".

- "Luego, las picas así".

- "Sí abuela, yo sé".

- "Luego, picas los tomates así".

- "Sí, eso también lo sé".

- "Luego, echas aceite en el sartén, llevas todo al fuego, y dejas que se cocine hasta que esté listo para comer".



A todo lo que la abuela decía, la recién casada respondía "Sí abuela, yo sé, yo sé, yo sé, yo sé". "Si sabes, dejaré que lo cocines", y se fue. Cuando el esposo llegó, preguntó:




- "¿Qué cocinaste?".


- "¡Cociné para ti! Nuestra vecina vino y me enseñó esta receta".



Retiró la tapa, y vio que todo estaba quemado. Todas las papas, cebollas y tomates estaban pegados al sartén. El hombre corrió hacia donde la vecina anciana y le dijo:




- "Abuela, te dije que ella no sabe nada. Hay que explicárselo todo. ¿Cómo preparaste la receta?".


- "Hijo mío, hice como me pediste. Fui y le enseñé a pelar papas, pero ella dijo que ya sabía. Le enseñé a pelar tomates, pero ella ya sabía. Le enseñé a pelar cebollas, pero 'Yo sé cómo, abuela'. Le enseñé a cortar carne, pero 'Yo sé abuela'. Entonces le dije que pusiera aceite en la sartén y que disfrutara su comida. Como ella me decía que sabía todo lo que le enseñaba, supuse que también sabía que había que agregar agua. No le dije que agregara agua, pero sabiéndolo todo, ¡debía saber eso! ¿Cómo es que no puso el agua, si lo sabía todo?".



Ahora, todos los gobiernos y comunidades -turcas, kurdas, árabes, inglesas-... todo el mundo lo sabe todo, excepto agregar agua, y queman todo lo que hacen. Nadie puede tragarlo. Ahora todos lo saben todo, y hablan sin parar. ¿Qué es lo que dicen? ¿Qué es eso? No hablen mañana y noche, ¡hagan algo! El mundo del Imperio Otomano estaba gobernado por 45 personas en 25 millones de kilómetros cuadrados, en 3 continentes. ¡45 personas! Pueden buscarlo en los libros de historia. En cambio, estos nos abarrotaron de funcionarios, ¿pueden pagar sus salarios? Leí en el diario que hay 15 millones de funcionarios en la República de Turquía, lo que significa que el gobierno trabaja para ellos, no para el público.




Que Allah nos perdone. Lo sabemos todo, pero no sabemos agregar agua. Destruimos ese enorme Dawlat-i Aliyya (Imperio Otomano), lo enterramos en la historia. Y como la recién casada no sabe cómo agregarle agua a la sartén, todo se quema. Que Allah nos perdone.






Enlace al vídeo:
http://saltanat.org/videopage.php?id=13811&name=2010-07-12_tr_EgitimliKizinHikayesi_SN.mp4

No hay comentarios:

Publicar un comentario