miércoles, 25 de diciembre de 2013

"Viajar."


Viajar
Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi.
 Sohbat del 30 de septiembre de 1991.



Alhamdulillah, regresamos sin pérdidas. Como bucear en el gran océano y salir por la otra orilla, también comenzamos por un lado y dimos la vuelta, desde otra parte del mundo. Janab-ul Haqq... ¿Hay 72-75 naciones en el mundo? Seguramente más. Hemos visto 72-75, ¡cuánta gente nos permitió conocer Allah Dhul-Jalal! Sin conocerlos desde el día de "Alastu bi Rabbikum. Qalu bala" (7:172) ("¿No soy vuestro Señor?" Dijeron "Sí"), no podríamos sentarnos juntos, ni hablar, ni charlar, ni toparnos por el camino, ni llegar a encontrarnos. En verdad, así es. En el mundo espiritual, a quien vimos y encontramos allí, los encontramos y vemos también durante este viaje.




Viajar es wajib (obligatorio) para un Profeta, y sunnah para los santos. También es sunnah para los que están de camino, por supuesto. Es sunnat-ul muakkadah para los santos, también para la gente como nosotros, que aplica la sunnah. La explicación es que muchas personas no tienen oportunidad de ir a los lugares donde moraron los Profetas. Los Profetas regalan sus luces a esas personas, mediante el viaje. De ojo a ojo, la mirada de un Profeta no se parece a nuestra mirada. Todos ellos tienen luz, "Qad ja'akum min Allahi nurun" (5:15) ("Os llegó luz de Allah"). Os llegó luz de Janab-ul Haqq, luz. No de una lámpara, es la luz del Profeta, alaihi s-salatu wa s-salam, él mismo es luz.




Nuestro maestro no tiene sombra, alaihi s-salatu wa s-salam, por la ausencia de parte material. Y las Azwaj-ul Tahirat (puras esposas), algunas apostaban entre sí y estiraban algo, haciéndolo fino como una tela de araña, ante la puerta del Profeta, alaihi s-salatu wa s-salam. Nuestro Maestro, alaihi s-salatu wa s-salam, la atravesaba. Las esposas corrían a ver si se rasgaba, debía rasgarse al acercarse el Profeta, alaihi s-salatu wa s-salam, pero la atravesaba. Nuestro maestro es luz, Nurun min Nur Allah, es luz de la luz de Janab-ul Haqq, sallAllahu alaihi wa sallam. Por eso le lega luz de Su Luz.




Hablar desde la Sharia es una cosa, y hablar desde la Haqiqa es otra. Si la mirada del Profeta toca a alguien, es seguro que su final será bueno, esa luz dejará su rastro en él. Y los santos dicen que tienen permiso hasta los siete últimos alientos, y también el Profeta tiene permiso hasta los siete alientos. Nadie puede saber qué relación hay entre el Señor y un siervo tras siete alientos. Mientras duran los siete alientos, los amigos de Allah saben si murió o no con fe, hasta ahí llega su conocimiento. No pueden saber qué hay entre Allah y el siervo, más allá de los siete últimos alientos. Al acabar esas respiraciones, no se puede inhalar más, su aliento comienza a perderse. Es así, se acabó.




Durante esos alientos, Janab-ul Haqq dice al Profeta, alaihi s-salatu wa s-salam: "Ahora déjaNoslo, nadie interfiere entre Yo y mi siervo, sus asuntos son Míos". El Profeta, alaihi s-salatu wa s-salam, por adab se queda a un lado, y Janab-ul Haqq dialoga con el [siervo]. Eso es un secreto, sólo Allah sabe. Entonces, en Qiyama, el Día del Juicio, Yawm-ul Ard, en ese día se revelará la verdad de todo, los significados de toda clase, ese día se sabrán las condiciones y gloria de cada uno.




¡Cuánto afectó la mirada del Profeta a Abu Jahl! Fue sabiduría de Allah ir a por él. Le era imposible desconocer la profecía del Profeta, pero este era su papel en el mundo. Tuvo que hacerlo, pues la Orden Divina lo dispuso así, así estaba programado. No somos fatalistas, pero el hecho es que Allah tiene la Voluntad y el Decreto. Se puede ir contra Su Voluntad, pero nadie puede ir contra el Divino Decreto. Pregunté a un entendido, a un gran erudito de Egipto, un qari. Le dije: "Adán, alaihi s-salam, al comer del árbol del conocimiento, ¿sabía o ignoraba? ¿Comió sabiendo o sin saber?" Los Profetas deben saberlo, Adán era Safi'ullah, no podía decir: "Comí porque no sabía". Comió a sabiendas.




M: Habrá Juicio, es Voluntad Divina.




Habrá Juicio. Adán, alaihi s-salatu wa s-salam, ¿sabía o ignoraba? Esta es la pregunta. Por supuesto, sabía. ¿Por qué sabía? Porque conocía su condición y gloria. ¿Entonces, por qué comió del árbol? Porque Janab-ul Haqq, asta'idhu billah: "Wa'idh qala rabbuka lilmala'ikati inni ja'ilun filardi khalifatan" (2:30). "La fil-jannati khalifatan", "Yo y Mis ángeles lo declaramos khalifa en la tierra, no en el paraíso". Era un Decreto Divino, una orden para Adán, descender a la tierra y ser khalifa en la tierra. La Voluntad Divina dijo que no comiera, pero por Decreto Divino debía comer y bajar a residir en la tierra, para convertirse en khalifa de la Verdad, para ser Khalifatullah. No era khalifa en el paraíso, por eso le enviaron a la tierra, al momento.




M: Para adquirir razonamiento.




Sh.E: Así es, el paraíso no es un mundo de causas, sino de poder, allí todo es con "Kun fayakun". Aquí es el alam-ul asbab (mundo del razonamiento), las acciones de aquí son posibles en los dos lados. Por eso los Profetas, alaihim us-salam, viajaban para difundir luz a los que no podían salir a buscarles. Y con su mirada retiraban cargas, con su mirada dan lo que necesita el corazón, los Santos, alaihim ur-ridwan hazerat, quiera Allah santificar sus secretos. Y bien, este nuestro viaje duró 4 meses, ¡cuántos miles, con cuántos miles de personas nos permitió encontrarnos Allah!




En las calles, en nuestras asambleas y asociaciones, en nuestras oraciones: no hay manera ni medios, para que tantos miles de personas vinieran a nuestro encuentro. Es difícil, muy difícil. Por eso, nuestro viaje lo hizo realidad. Algunos nos cargaron su peso, en otros cargamos nuestro peso. De nuevo, con tal favor, el viaje se hizo realidad. Alabado sea Allah por dar la orden. InshaAllah, no veis imperfecciones, ¿verdad? Comimos yenidunya (nísperos), llamamos nísperos a lo que aquí son yenidunya. Sólo había visto en California, se lo diré a Bulent bey para que ría y diga: "¿Van los sheikhs a esos lugares? No", y preguntará dónde nos llevaron.




Nos llevaron a San Francisco, nos llevaron a Disneyland. De la mañana a la noche, hay multitudes en todas partes. Nos dejaron entrar por todo. Muchos lugares no pude verlos, decidí dejarlo para la próxima vez. Dicen que el mundo de Walt Disney no tiene fin, quizá sea como... ¿a qué debemos decir que se parece? Digamos que abarca Beykoz (barrio de Estambul), así de grande. SubhanAllahi l-'Aliyyi l-'Azim. Janab-ul Haqq lo llama "lahwal hadith", charla ociosa. ¿Está "lahwal hadith" en Surat-ul Luqman? (Luqman:6) Seguramente es de la surah anterior. El "lahwal hadith" apartará a la gente de Allah, o esto primero, y después hará que olviden todo. Da igual lo que haya dentro, quien entra (en Disneyland) se olvida a sí mismo. Se olvida de su trabajo, de sus hijos, de todo.




Alguien puede decir "¡SubhanAllah!" tras ver algo tan asombroso, y recordar a Janab-ul Haqq: ¡bien por él! Pero quienes van ahí Le olvidan, olvidan todo. Como un rápido torrente, se los lleva. En el momento que cruzamos la puerta, caminábamos sobre aire. Allahu Akbar. Estábamos en mitad de una gran multitud. Dibujados por Walt Disney, Mickey Mouses, hasha min-al hudur, perros, hasha min-al hudur, zorros, hasha min-al hudur, lobos, hasha min-al hudur, como estuviera organizado. La gente vestía como ellos. Un montaje de carnaval con instrumentos musicales sobre vehículos, iba por esa calle. Pensé que esas personas estaban confundidas: en lugar de hacer esto... ¿Tienen seso para llegar a esto? Son instrucciones de shaitán, enteramente.




Sin embargo, presté atención y aprendí que hacen su trabajo a la perfección, hacen sus espectáculos muy bien, y sin equivocarse. A Janab-ul Haqq le encanta que, cuando alguien hace algo, lo haga con dedicación. A Allah Dhul-Jalal le encanta que no se hagan las cosas al azar, sino con atención, de manera perfecta. Todo lo que hacen... hablaremos de su interpretación más tarde. Se nos hace de noche si seguimos, ya que Disneyland es un mundo asombroso, ¡cuánto y cuán diverso! Allahu Akbar, Allahu Akbar. En resumen, nos dejaron ir allí también, todos olvidaron Disneyland para volverse hacia nosotros, les parecíamos más asombrosos.




M: Astaghfirullah.




"¿De dónde, ya Hu?" "Este viejecillo, qué hace aquí?" Está lleno de chiflados. Suponiendo que nosotros somos cuerdos, seguramente pensaron que éramos de su grupo. La gente lo dejaba y me miraba fijamente, por donde íbamos, venían tras nosotros. Había miles, decenas de miles, cientos de miles de personas. Nuestros hermanos americanos dijeron: "No podemos llevar a Sheikh Efendi a ese lugar, ¿cómo es posible?" Los Musulmanes americanos se asombraron: "¿Irá Sheikh Efendi? Es el mundo de las películas". Hay dos lugares, primero Holywood. Había oído hablar de Holywood, e increíblemente JanabAllah me envió allí. Haji Ahmet Efendi, esta vez te llevaré, para que te miren a ti.




M: Su corazón no resistirá, dejad lo que su corazón no pueda soportar.




Hay un cartel, al entrar en esos Estudios (Universal): quien no pueda soportarlo no debe entrar, el cobarde no debe entrar. ¿Qué hacer, estábamos en la entrada? Decidimos entrar para no perder la hombría, entramos y nos sentamos. Entramos, había una máquina como una locomotora, algo por encima, ¿cómo se llama? Un robot, hecho de metal dorado. Repetía algo, anunciaba cosas, decía "viaje espacial". Pensé que iríamos en esa máquina, conduciendo a algún lugar, pero era para anuncios. Nos llevaron a otro lugar, nos sentamos otra vez en una multitud y nos pusieron cinturón de seguridad, ya que íbamos al espacio exterior. Se reían tanto como para sanar a los enfermos, de tanta gente riendo. Risas, sí, risas, risas, risas. Se acabaron las enfermedades.




M: Debía darme algo, Efendi.




Sh.E: Te daré algo. Ríe, y no frunzas el ceño si ellos ríen. Nos sentamos. Hajja Hanim estaba con nosotros, al estar Hajja Hanim (H. Aminah) con nosotros, debíamos mostrar hombría. ¿Está Hajja Hanim por ahí? Al pasar el Profeta Suleimán por un lugar, una hormiga se asustó porque se le acercaba demasiado, y dijo: "Quisiera subir a su pierna y tumbarlo". El Profeta Suleimán rió y dijo: "¿Puedes hacerlo? ¿Puedes hacerlo? ¿No te queda muy grande?" La hormiga dijo: "Ya Nabiullah, no te ofendas, iba con mi esposa".




Así que también nos sentamos, con Hanim a nuestro lado, no sentamos para no perder la hombría. Entonces empezaron unas sacudidas, y se abrió una cortina frente a nosotros, nos íbamos. "¿A dónde vamos?" Miré, y venían estrellas hacia nosotros, salía fuego de esos círculos voladores. Caían sobre ciudades como Nueva York, con rascacielos como torres, sobre puentes. Tan cerca, aman, ya Hu. Pensé que un hombre sensible no puede ir ahí. Sacudidas, sacudidas, sacudidas... perdimos la cabeza. Al acabar, dijimos: "Alhamdulillah, nos podemos ir". Hay un universo diferente en esos Estudios (Universal). Los Musulmanes americanos son como reyes, intentan seguir la Sharia, más que yo en ese momento: "¿Puede ir ahí Sheikh Efendi?" ¿Qué hacer? Nos invitaron, decidimos ir. Había tickets, un coche, y no solemos decir "No", ¿qué podíamos hacer? "Iremos".




Fuimos en un vehículo, Qadir bey, y bien, fuimos allí. Dije: "SubhanAllah, tiene sabiduría que vengamos aquí", pues una vez se ordenó a Hz. Beyazid Al-Bistami: "Hay una fiesta cristiana hoy, en tal monasterio, la fiesta de Pascua. Prepárate para ir ahí, vestido como ellos. Le llegó una sensación al alma, dijo: "Audhu billahi min ash-shaytanir rajeem", por tal inspiración, ya que debía atarse su cinto, ponerse ropas de monje, llevar en la cabeza lo mismo que ellos. "Haz esto: hay una asamblea de monjes en tal monasterio, debes estar preparado allí junto ellos, llevando su atuendo". Se despertó otra vez recitando "audhu". Por tercera vez, llegó una orden del Rabbani invisible, la tercera vez fue la más potente, no había duda. Escuchó: "Oh Beyazid, prepárate para asistir a la asamblea de los monjes en ese monasterio. Átate un cinto, ponte lo que llevan en la cabeza, debes estar listo".




Y no había necesidad de que Beyazid fuera al mercado a buscar ropas de monje, aparecieron al momento, por esa orden. Y, en un momento, él estaba presente en ese lugar, con sus ropas. Miró y vio 700 monjes, todos de negro, como cuervos negros. Y Beyazid Al-Bistami con un cinturón a la cintura, un crucifijo y la kalimarka en la cabeza. Los romanos llaman kalimarka a lo que llevan sus sacerdotes en la cabeza. La kalimarka es un buen símbolo, una señal efectiva, indica el infierno. Al reunirse esa asamblea, un anciano sacerdote subió al trono. La gente prestó atención: "¿Qué dirá el sacerdote principal?" El sacerdote miró a su alrededor, comenzó a decir: "ahek-ahek", tosiendo bruscamente. No podía decir palabra.




Pasó mucho tiempo, los monjes dijeron: "Oh estimado señor, venimos aquí desde hace años por ti, para escuchar tu guía, para seguirte, venimos por la bendición". Allahumma tabarruk. "¿Por qué este año te ocultas y no ofreces guía? ¿Qué causa tu tos? ¿Sucedió debido a nuestros pecados?" El sacerdote dijo: "No, no es por eso. Vuestro camino es bueno, la tos se debe a que hay un Muhammadí en nuestra asamblea. Hay un Muhammadí, por eso tengo esta dificultad". Los monjes se pusieron en pie, diciendo: "Dinos quién es, lo haremos pedazos. ¿Vino a disipar la bendición de nuestra asamblea? ¿Se coló como satán? ¿De dónde vino el Muhammadí?" Se pusieron en pie de un salto, pero el sacerdote principal dijo: "No, esperad, no podemos matar a nadie sin motivo. Le juzgaremos, escuchémosle, para después decidir matarlo o no. No podemos matarlo así como así, no puedo daros permiso para matarlo".




"Oh Muhammadí, presenta tus argumentos, sal y muéstrate". Al decirle que aportara argumentos, Hz. Beyazid al-Bistami se puso en pie como Musulmán, las ropas cayeron. Esas ropas de incredulidad cayeron al suelo, apareció con majestad Muhammadí. Todos, como cuervos negros, se asombraron de su majestad. ¿Qué ocurre si un halcón se acerca a los cuervos negros? Así se quedaron. Apareció con su santa majestad, Hz. Beyazid Al-Bistami. ¡Qué majestad! Se puso su majestad. El sacerdote principal, el líder de los monjes dijo: "Oh Muhammadí, te haré preguntas. Si respondes, estarás a salvo. Si no puedes responder, te mataremos". Beyazid dijo: "Preguntad lo que queráis, InshaAllah responderemos".




El sacerdote principal hizo 101 preguntas, una tras otra. Entonces se detuvo, dijo: "Queremos que respondas a esto". Los Santos no necesitan grabadoras. Captó la 1a pregunta al momento: "La respuesta es esta". "La 2a pregunta es tal, y esta su respuesta. Esta es la respuesta a la 3a pregunta". Respondió las 101 preguntas. El sacerdote principal dijo: "Bien, lo que dices está bien, es verdad". En realidad, esas respuestas se adecuaban a su comprensión de la Biblia y la Torah. Eran sus preguntas, así que Beyazid Al-Bistami respondió según su nivel de entendimiento. Preguntó: "¿Eso es todo?" "Lo es". "Entonces tengo una pregunta para vosotros: no haré 101 preguntas, sólo tenemos una pregunta, quiero respuesta". Dijo el sacerdote: "Pregunta".




"¿Cuál es la llave al paraíso? Háblanos de la llave que abre el paraíso". El sacerdote cerró los ojos y apretó la boca, inclinó la cabeza y permaneció en silencio. Había 700 monjes observando y esperando, comenzaron a quejarse, comenzaron a gruñir y rezongar: "¿Cómo puede ser que este Muhammadí responda 101 preguntas como una máquina? Las contestó de carrerilla, y tú no puedes responder una pregunta, ¿cómo eres nuestro sacerdote jefe? Si no sabes esto, no podemos aceptarte. Si lo sabes y no lo dices, nos apartaremos de ti". Los monjes se enfadaron como cuervos negros, protestaron. El sacerdote dijo: "Oh monjes, sé la respuesta, la conozco, pero temo que no estéis de acuerdo conmigo". Los monjes dijeron: "¿Cuál es? ¿Dejamos la respuesta a los Muhammadíes, les dejamos la llave del paraíso, para ir al infierno? Dila rápido, te creeremos".




El sacerdote dijo: "La ilaha illa Allah, Muhammadun Rasulullah, sallAllahu alaihi wa sallam. Esa es". "Entonces, ¿por qué no decirlo? ¿Los Musulmanes tienen la llave e irán al paraíso, y nosotros al infierno?" Dijeron: "La ilaha illa Allah, Muhammadun Rasulullah, sallAllahu alaihi wa sallam", y se les honró con el Islam. Arrojaron sus cinturones y kalimarkas, y recitando el tawhid arrojaron fuera los iconos que había en el monasterio, quemándolos. Trajeron los símbolos del Islam, los signos de la fe, y lo convirtieron en una mezquita. Se les honró con el Islam. Entonces Beyazid Al-Bistami recibió otro mensaje por una señal Divina: "Oh Beyazid, te ataste un cinto por Nosotros, te pusiste ropas cristianas y fuiste a su asamblea. Te ataste un cinturón por Nosotros, y por ti destruimos 700 cinturones, hicimos que los descartaran por tu honor".




Y bien, por supuesto debe significar algo, que alguien como nosotros esté en lugares como esos. [...] A quien nos mira debemos mirarle.




M: Allah Allah.




Los que caen bajo nuestra mirada, no pueden escapar de nuestra mirada hasta el Día del Juicio.




M: Alhamdulillah.




Esa mirada les protege. Dicen que es herencia de Hz. Shah Naqshband. La luz de los ojos de Hz. Shah Naqshband transformará una multitud entera en el Día del Juicio, el infierno no se acercará a los transformados por la luz. Quien entre en su círculo, entrará en el paraíso junto a él. Esa luz quema la opresión.




Creo que ellos deben tener ese tema por ahí, y que nos enviaron a los inventos de Walt Disney en esta época, no para verlos, sino para que la gente nos viera en ese lugar. Así sucedió también en el otro lugar. En resumen, nos encontramos con esas cosas, vimos sucesos que no caben en la cabeza. JanabAllah nos dejó ver, fuimos testigos de muchas lecciones, y recordamos a JanabAllah por donde fuimos; hicimos tasbih. Confiamos que los lugares donde fuimos sean honrados con el Islam, oramos por ello. Es nuestra esperanza que JanabAllah honre pronto a los cinco continentes con el honor del Islam.




M: Amin.




Miramos con misericordia a esos siervos, pues en todo caso son respetados: "Bal ibadun mukramuna" (21:26) ("Son siervos con honor"), y gente que fue favorecida. JanabAllah los favoreció. La incredulidad acepta la incredulidad, la maldición acepta la maldición, el pecado acepta el pecado, el mal es aceptado por el mal. Por eso, pedimos a JanabAllah librarnos de la incredulidad, eliminar el mal, las maldiciones y todos los motivos para pecar, en todos los lugares que visitamos. Allah nos permitió ir, y en paz volvemos a vosotros. InshaAllah aquí el mal se irá despacio, llevándose su carga consigo. Basta con ser creyentes, tras eso jubilamos a shaitán. No saben qué es la jubilación, jubilaremos a shaitán para librarnos del mal de shaitán.




Que nuestras acciones tengan éxito con dhikr y tasbih. Metin bey, ¿cómo estás? Wa min Allahi tawfeeq. Bi hurmati l-Fatiha.




Enlace al vídeo:
http://saltanat.org/videopage.php?id=8898&name=1991-09-30_tr_Seyahat_SN_a.mp4

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