Los Que Dicen Ser Algo
Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi.
Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi.
Sohbat del 2005.
Todo va según lo que decís ser. Mirando a los demás, dicen ser algo distinto. Si nadie pretendiera nada, nadie discutiría en esta vida. Todos los que discuten pretenden algo, ¿con quién discute el que no pretende nada? ¿O quién discutirá con él? Si exigís algo, os atacarán los demás con sus exigencias.
Yo no exijo nada, no soy un diputado nacional, ni diputado de la enfermedad, ni de la estupidez. No soy el diputado de sótanos, ni mayordomo, ni ministro, ni el que está por encima. Tampoco soy presidente ni primer ministro, ni ministro de (...). Ninguno de ellos. Tengo la mente en paz. En cambio, si decís ser alguien, enviarán alguien a atacaros: "¿Cómo te atreves a decir eso? Contesta rápido, mientras estamos aquí, ¿tienes derecho a afirmar eso?" "Mi hermanito, ¿por qué no?" Y bien, si un hombre es del mismo grupo, si nuestro hombre llama a alguien "hermanito", ¿pensará que es del mismo grupo? No, se enfadará si le llaman "hermanito". Y si nuestro hombre llama "hermanito" al que dice ser algo, que Allah le dé paz, lo oye toda la mezquita, digo si discute con alguien en el Juma. Así es.
Janab-ul Haqq envía alguien a molestar al otro con exigencias. Toda acción está bien, cuando decís: "No soy nada". "Si no eres nada, es otra cosa. Pensábamos que eras alguien, por eso lo hicimos". Grandsheikh solía narrar que hubo un cazador en el Daguestán, cazaba todo el tiempo. El Hojja del pueblo solía advertirle: "Mira, dispara así. Al apuntar di 'Bismillah', al apretar el gatillo 'Bismillah', al disparar 'Bismillah'. Al cortar 'Bismillah', debes cortar así, será halal para ti, si no, comerlo es haram". El cazador acabó por perder la paciencia, refunfuñó y dijo al Hojja del pueblo: "Vamos a tomar sopa juntos". "La sopa está bien. ¿La rechazamos? No, es nuestro deber. La sopa, el té, a lo que ofrezcan, no nos negamos. Vamos". Fueron juntos. Se sentó a la mesa, una mesa preparada para dos personas, una mesa en el suelo. Se sentaron.
El cazador se preparó una codorniz, una presa salvaje, una perdiz o conejo. Así. Lo frió bien y lo puso en un plato aparte. Para el Hojja Effendi, puso la parte dura, los tendones correosos, que no se pueden masticar. Los frió y los puso frente al Hojja, lo puso ante el Hojja, mientras él comía del otro plato. El Hojja Effendi dijo: "Ya Hu, ¿cómo cazas estos animales? ¿Cómo los matas?" El extraño cazador dijo: "Digo 'krinkit krinkit' (palabras raras), y corto". "¿De verdad? Entonces comeré. Pensé que los matabas diciendo 'kirinchit, kirinchit' (otra palabra rara), por eso no comía. Si es con 'krinkit', es halal para mí, acércalo". ¿Entendéis? Estos son los asuntos de hoy día. ¿Por qué lo decimos? Cuando el cazador está con los suyos, cambia. Si no, da lo correoso, las partes duras que cubren los huesos. Ocurrió así.
Si alguien es como él (krinkit krinkit), le llama "nuestro hombre, gran hermano". Si no, "hermanito". ¡Menuda voz! MashaAllah, puede oírse desde aquí hasta Gemikonagi. Nos arreglamos así, nadie ve a los otros como a sí mismo, ¿por qué? Todos dicen ser algo, tienen pretensiones. Dicen "Soy esto, lo otro". ¡Cuántas exigencias enseña shaitán al hombre, que le hacen decir "Soy esto, lo otro"! Cuando esto sucede, a quien dice ser algo seguro que lo buscan, el que exige algo recibe su castigo, es un blanco de tiro. Quien va sin pretensiones es fácil de tratar. Nadie molesta al que está en una cafetería. En cambio, muchos molestan al que está en el parlamento. Todas sus discusiones y peleas son por pretensiones, así que id y exigid algo. El ministro exige, el que no es ministro exige. El diputado nacional y el de la enfermedad gritan, todos pretenden saber algo. Ninguno sabe nada.
Los periodistas también los atacan, están por encima de todos ellos, los periodistas lo saben todo. Nadie sabe más que ellos, los demás son burros, hasha min-al hudur. Y los periodistas son ignorantes eruditos, muestran el camino al gobierno. Están amargados, avinagrados; muchos escritores y artistas son cabezas de chorlito. Escriben, hacen gráficos y guían al gobierno. ¿Cuántos escriben en un periódico, hajji?
M: 10-15 personas, Effendi.
Los escritores y artistas de ese periódico no están de acuerdo entre sí. "¿Cuál es su consejo?": el gobierno mira, también lee. Lee, por supuesto. También Erdogan lee: "¿Qué han escrito de mí? ¿Cuál es mi posición? ¿Qué imagen tengo, Emine hanim? Señora mía, ¿cómo se me ve?" Se preguntan entre sí cómo se ven en las fotos. Si llega a presidente, pregunta a su señora: "¿Qué tal?" "Deja tu aspecto, hombre, ¿cómo me veo yo?" "En verdad, tu figura inspira a la gente, los hace esclavos, señora mía. Incluso yo estuve a punto de acobardarme debido a tu majestad, sin mencionar tus gritos". "¿De verdad? ¿Grito tanto?" "Tu voz tiene el volumen de los de cuatro patas, hasha min-al hudur". "No digas eso, cariño”. “Si lo oyen y lo publican, ¿cómo gobernaré?" Hay otro asunto. Hacemos un papel, "tal y tal". ¿Qué haréis? Todos dicen ser algo. Si decís ser algo, sufriréis. Yo no afirmo nada.
M: No.
No afirmo nada, Alhamdulillah. Ninguno. Allah, ya Rabbi. Ni el servicio, no podemos servir, no podemos afirmar que somos siervos, pues el asunto del servicio es delicado. Pueden echar a uno del servicio por cualquier cosa, pueden expulsarle. No es broma, no es algo fácil. La cosa más pequeña es difícil para un hombre en la Presencia. Por eso, en cualquier presencia... ¡Lo mejor es sentarse fuera, tras la puerta! No quiero unirme al parlamento, ni al gabinete, ni a lo que llaman el meollo, "kabili", el horno. Lo llaman kabili. Ni gabinete ni kabili. En el kabili se ponen piedras o madera. La ponen y se convierte en carbón, o cal, o yeso. La ilaha illa Allah Muhammad Rasulullah, alaihi s-salatullah.
Entra alegría en la casa con los invitados, vedlos así. El Profeta Ibrahim salía a buscar a quien llevar a su casa. Ellos estudian, pero no entienden. Estudiamos, pero no lo llevamos a la práctica. Ya Rabbi, perdónanos.
El sohba de hoy fue así. Que Allah no nos separe del camino del Profeta y su sunnah. Que la gloria y honor de nuestro Profeta aumenten, que nos reunamos bajo su bandera. Ya muhawwilal hawli wal ahwal hawwil haalana ila ahsanil hal. Que Allah, Quien Cambia Estados, cambie nuestro estado al mejor estado. Fatiha. Que Él bendiga nuestros hijos y otorgue abundancia, no escasez. Que no dé enfermedades ni adicciones, accidentes ni desastres, que estén lejos. Que no se cierren nuestras puertas.
Enlace al vídeo: http://saltanat.org/videopage.php?id=9818&name=2005-00-00_tr_IdiaSahibi_SN_a.mp4
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