Pónselas difícil a tu ego
Sheij Muhammad Adil al-Haqqani an-Naqshbandi.
Sheij Muhammad Adil al-Haqqani an-Naqshbandi.
Sohbat del 15 de julio del 2015.
Audhu billahi min ash-shaytani r-rayim. Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. Sean oraciones y paz con el Profeta Muhammad, Maestro de los Primeros y los Últimos. Madad (danos soporte), Oh Rasul'Allah. Madad, Oh Compañeros de Rasul'Allah. Madad, Oh Sheijs, dastur (autorícennos). Madad, Oh Sheij Abdullah Daghestani, Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani, dastur, madad. Tariqatuna as-sohbah, wa l-khayru fi jam'iyyah.
Nuestro Profeta dijo: "Ikhshawshanu fa-inna l-ni'mata la tadum" - que nos acostumbráramos a condiciones difíciles. No procuren que todo sea fácil y cómodo de hacer. Procuren hacer cosas arduas, ya que a veces, los favores descontinúan - a veces sí, a veces no-. Y a quien se acostumbra al lujo, le cuesta bajar a la normalidad. Por eso el Profeta dicta que siempre luches contra el ego, que lo trates severamente, así puedas relajarte luego.
Los hombres, como dijimos, se adaptan a lo fácil rápidamente. Al trabajo fácil, al trabajo lujoso, es fácil acostumbrarse. Es fácil que te acostumbres al lujo, pero tu principal cometido es lograr que el ego se las apañe con la dificultad y la privación. Ese es tu trabajo más importante: enseñar y entrenar al ego. Y con todo es así.
La gente quiere... todos quieren ser servidos por otros, y no puede ser así. Incluso nuestro Profeta solía hacer sus cosas por sí mismo. Hay un relato sobre esto, un bello relato:
Estaba la hija de un gran erudito, con la que ninguno quería casarse: Allah la había creado fea. Por eso nadie le había propuesto [matrimonio]. Finalmente, [el erudito] encontró un hombre ciego que tomar por esposo, y los casaron. Gracias a Allah, ellos obtuvieron sustento y no tuvieron problemas: como él era ciego, no podía verla.
En ese tiempo no había muchos doctores, pero llegó uno de algún lugar. Por entonces le dijeron al erudito: "Tu yerno está ciego, pero este hombre es un doctor, un muy buen doctor que puede abrir sus ojos, ¿por qué no vas a verlo?", a lo que el erudito replicó: "Ese hombre contrajo nupcias con mi hija porque no puede ver. Si sus ojos se abren y él consigue ver, la dejará y se apartará [de ella]. Será mejor que él permanezca así, por la buena vida que tienen. No hace falta abrir sus ojos a otras cosas. Además, no está claro si sus ojos abrirán o no, y él está satisfecho con su condición actual, a pesar de que es difícil. En cambio, si él llega a ver, no aceptará la situación en que está".
Así son todos los egos, por ende, mientras más puedas evitar el lujo (no habituarte a él), mejor será. Pónselas un poco difícil a tu ego, no le des lo que quiere. Lo dice incluso la Qasida Burda: "Inna n-nafsa". El ego no quiere dejarte, así como un bebé no quiere dejar el pecho de su madre, aunque al fin y al cabo, hay que destetarlo. Es igual para el ego: puedes destetarlo de los malos hábitos y acciones.
Hoy hablamos sobre un Hadiz del Profeta (saws): "Ikhshawshanu fa-inna l-ni'mata la tadum". Este Hadiz aconseja que trates de llevar una vida rústica (afanosa). No procures que todo sea fácil; ponle un poco de dificultad a las cosas, ya que no sabes cuándo dejarás de tener ciertos lujos. Acostumbrarse a lo fácil es muy fácil para todos, más aún acostumbrarse al lujo. Nadie tiene problemas para ajustarse a una vida lujosa. Es muy fácil vivir entre lujos, pero muy difícil dejarlos. Entonces, no hagas de tu vida una muy lujosa. Pónselas difícil al ego: no le des todo lo que quiere, ¡no se lo des! Pon a tu ego en dificultad para entrenarlo. No le des todo lo que puedes conseguir.
Mawlana era así. Toda su vida tuvo de todo, pero le gustaba vivir la vida simple. A él no le gustaba el lujo, tanto así que se enojaba con las personas que trataban de que él tuviera cosas nuevas. Él solo quería simpleza. Y eso es bueno para el ego, porque el ego se contenta con tonterías inútiles. Si tienes 10 automóviles, no puedes viajar en todos, solo puedes viajar en uno. Sin embargo, el ego quiere tener 100. No lo complazcas.
La gente se afana en tener más y más y más, y nunca se satisface. Hay una historia sobre esto: Una vez había un gran erudito muy respetado. Él tenía una hija, pero esta era muy fea. Allah la creó así. ¿Qué le iba a hacer? Nada. Nadie le proponía matrimonio a la muchacha, pero él consiguió que un hombre ciego se casara con ella. Alhamdulillah, él era feliz y ella también. No tenían problemas. Y alhamdulillah, así pasaron muchos años.
En una ocasión, llegó un médico de un lugar muy lejano. Como era un buen médico, había la posibilidad de que le pudiera abrir los ojos a ese hombre. Entonces le dijeron al erudito: "Ya que eres rico, puedes costear que ese doctor cure la vista de tu yerno", a lo que él respondió: "¡No! Si él llega a abrir los ojos, huirá. En cambio, ahora él está muy bien". Es así. Si te acostumbras al lujo querrás más, aunque así estés bien.
Y el ego... incluso la Qasida Burda dice que el ego es como un bebé que no quiere ser destetado de su madre, aunque pasen 4 o 5 años. He visto [niños] de 6 años bebiendo leche del pecho de la madre. Pero si lo destetas, acabas con eso. Con el ego pasa lo mismo.
No te pongas al servicio del ego. No, el ego debe estar a tu servicio. También hemos visto muchas personas al servicio de sus perros: los cuidan, los atienden... cuando en realidad, el deber de los perros es cuidar de las ovejas. Ellos meten al perro en la casa. Allí le sirven, lo bañan, lo alimentan, le dan un paseo cada tarde... le sirven. El ego es como un perro, y puedes usarlo para ambas cosas. Sé inteligente, y úsalo para que te sirva a ti, y no tú a él.
Wa min Allahi t-tawfiq, Al-Fatiha.
Enlace al vídeo: Make It Difficult for Your Ego - Nefsinizi Mücahede Edin - اخشوشنوا فإن النعم لا تدوم
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