Conocimiento Versus Sabiduría
Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshbandi.
Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshbandi.
Sohbat del 31 de mayo de 1984.
Audhu Billahi min ash-shaitani r-rajim, Bismillahi r-Rahmani r-Rahim, la haula wa la quwwata illa Billahi l-Alliyi l-Azim. En nombre de Allah Todopoderoso y Todo-Misericordioso, el más Benefactor y Caritativo. Allah Todopoderoso lleva placer a nuestros corazones. Venimos aquí y nos encontramos [juntos] en nombre de Allah Todopoderoso, en nombre del Santo Profeta -el amado Muhammad, paz sobre él, salAllahu alaihi wa sallam- y en nombre de los awliyas -santos-, los cuales son personas amadas por Allah Todopoderoso.
Ahora, pido de mi Señor que haga decir a mi lengua algo de Sus Divinas sabidurías por medio de nuestro amado Profeta – desde el corazón de Muhammad, salAllahu alaihi wa sallam. Y pedimos himmah, himmah, la ayuda de nuestro Grandsheij y de todos los awliyas. Si pedimos sabiendo que tenemos necesidad, ellos dan. Y si decimos saber algo, nos dejan en manos de nuestro conocimiento. Si tenéis algo no necesitáis más que eso, así os basta.
Y decimos: ¡Subhanaka! (¡Gloria a Ti! Sólo tenemos el conocimiento) La ilama lana illa ma allamtana (que Tú nos enseñaste). "Innaka anta l-Alimu l-Hakim" (2:32) (En verdad eres el Conocedor, el Sabio). ¡Gloria a Allah Todopoderoso! Esa es la i'tiraf -profesión de fe- de los ángeles. Cuando Allah Todopoderoso creó a Adán, los mala'ika -ángeles- dijeron que: "Tú creaste al hombre para ser khalifah, para estar en el más alto nivel de las criaturas".
Allí había un trono -muhaiyya- preparado para alguien. ¿Quién era ese? Era un trono de khalif y, cuando Allah Todopoderoso dijo a los ángeles: "Voy a crear al que será khalif en ese trono", todos los ángeles dijeron que: "Oh nuestro Señor, Tú vas a crear una criatura como Tu khalif, pero él y sus hijos producirán fasad en la Tierra, crearán problemas y se matarán entre sí. En cambio, nosotros hacemos tasbih glorificándoTe".
Eso dijeron, pero en secreto se decían: "Somos nosotros los adecuados para ese trono, pues siempre estamos... fuimos creados para Tu glorificación. En cambio, los hijos de Adán -los hijos del khalif- crearán problemas y pelearán unos con otros. ¿Cómo das eso a la nueva criatura? ¿A Adán y sus hijos?". Entonces, Allah Todopoderoso enseñó a Adán los nombres de todo lo que Él creó. Supo incluso los nombres de sus hijos y los nombres de los ángeles, así como el nombre de todo lo creado.
Después, Allah Todopoderoso preguntó eso a los ángeles, diciendo: "Ahora responded, ¿cuáles son los nombres de las criaturas? Decís ser [más] adecuados, ¡eso tenéis en el corazón! No lo decís, pero -aunque os lo guardéis- Yo sé lo que expresáis y lo que retenéis en vuestro corazón. Y bien, ¡decidme los nombres de las criaturas!". Ellos se quedaron mirando en ese momento, [pues] no habían recibido tal conocimiento.
Dijeron: "Gloria a nuestro Señor, 'Subhanaka la ilma lana' (2:32), no podemos saber nada que Tú no nos des. Se lo diste a él, y él lo sabe. A nosotros no nos diste los nombres de las criaturas, ¿cómo podremos saberlos? 'La ilma lana illa ma allamtana' (2:32). Si Tú nos lo enseñas algo sabremos, de otro modo no podemos saberlo". [Eso] confirmó que al ilmu `ala r-rutab (el saber es el rango más alto).
Hay un hadiz, un dicho del Profeta – paz sobre él: "Rutbatu l-ilm `ala r-rutab", el rango del conocimiento es el rango más elevado. A los hijos de Adán se les dio el rango o grado más alto, según su conocimiento. El conocimiento da honor a la gente, por eso a Adán -paz sobre él- se le dio más conocimiento que a nadie. Entonces, ese trono era para él, no para los ángeles. El rango de Adán y sus hijos es mayor a los rangos de todas las criaturas. Y también entre la gente, el grado o rango más alto [es] para la persona más erudita.
Y bien, si hablamos de conocimiento, debemos saber algo acerca del conocimiento. Hay dos clases de conocimiento: el conocimiento de las criaturas y el conocimiento del Creador. El conocimiento de las criaturas puede aprenderlo cualquiera según su mente y según su ijtihad, capacidad. Todos pueden aprender acerca de las criaturas, pero el conocimiento más importante se refiere a nuestro Señor, es el conocimiento relativo a nuestro Señor – ese nos da honor ante la Divina Presencia.
No es el conocimiento sobre las criaturas -sobre esta vida- lo que da honor a la gente ante la Divina Presencia, sino que es el conocimiento acerca de nuestro Señor lo que nos da honor aquí y en la Divina Presencia. Un [conocimiento] pertenece a este mundo, que es fani – está en movimiento, es temporal. En cambio, el conocimiento permanente va con vosotros por siempre, eternamente.
Y Allah Todopoderoso creó al hombre para darle de Su Divino conocimiento. Al inicio, Él dio a Adán únicamente los nombres de las criaturas, y eso sería después una llave a los conocimientos Divinos. Desde los nombres, saltáis o vais a lo musammah (a lo nombrado). De los nombres, a vosotros y a esto. [Si] hablamos de una criatura sin nombre, al darle nombre debéis saber algo de esa criatura: qué es, y con qué sabiduría fue creada.
A Adán -alaihi salatu wa s-salam, paz sobre él- se le dieron los nombres, y a nuestro amado Profeta Muhammad -paz sobre él- se le dieron los significados, las sabidurías de los nombres. Adán -paz sobre él- conocía los nombres, pero la sabiduría por la que estáis en la existencia la conocía Muhammad – paz sobre él.
El conocimiento podéis aprenderlo, mientras que las sabidurías se os dan por parte de vuestro Señor si sois lo bastante fuertes para mantenerlas, para proteger esas sabidurías. Eso es porque las sabidurías son lo más valioso que podéis conocer. Es lo más valioso, es más valioso que cualquier piedra preciosa. Si el mundo entero fueran piedras preciosas, no valdría lo que una sabiduría. Ello es porque las sabidurías se regalan a sus dueños desde la Divina Presencia, y de algo entregado desde la Divina Presencia nadie puede conocer su valor.
Ahora -en nuestro tiempo-, la gente sabia -los sabios a los que se dio sabiduría- son muy raros de encontrar. Es muy poco común, jiddan (en extremo). En cambio, encontrar hombres eruditos es fácil, encontraréis tantos hombres eruditos como queráis. Al contrario, a quien se le dan sabidurías no lo veis, es algo muy raro. Pedimos a nuestro Señor que... en nombre de Muhammad -paz sobre él-, en nombre de los profetas -los anbiyas, alaihimu s-salam-, en nombre de los Grandsheijs y de nuestro Sultanu l-Awliya, -nuestro Grandsheij- ...que nos conceda -de Sus infinitos favores- lo que podamos necesitar.
Vivimos en un tiempo en que el conocimiento -el conocimiento corriente- no puede dar el menor beneficio a los musulmanes, ya que son tiempos muy difíciles. Un tiempo [como el] nuestro nunca se dio en el pasado; un tiempo tan difícil para los creyentes. En cualquier momento que encendáis una vela -vuestra iluminación-, vendrán muchas personas para apagarla. En este tiempo, hay tantos vientos tormentosos que no es posible mantenerla [encendida], se apaga rápidamente.
Antes no había un tiempo así de tormentoso y ventoso, los ataques... ahora son los peores ataques, para hacer que la Luz de la Fe -la llama de la vela de la fe- se apague rápidamente. Entonces tenéis necesidad de renovarla, y por eso dijo el Profeta -paz sobre él-, dijo: "Oh mi Nación, al final de los tiempos -cuando este mundo vaya a terminar y se acerque el Día de la Resurrección-, en ese tiempo la gente será de los fieles por la mañana -saldrán de su casa como mu'min, creyentes- y volverán como kafir, incrédulos. O bien por la noche serán creyentes, y al llegar la mañana se convertirán en incrédulos". ¡Tal es la dificultad de nuestro tiempo!
El conocimiento no puede detener esto, no puede conservar nuestra fe. Veis muchos eruditos, pero ni para ellos mismos tendrá utilidad. Por eso, pedimos sabidurías de Allah Todopoderoso. A todos se les dan sabidurías, y eso está protegido en nuestros corazones. Si pedís la llave, se os dará. Pero no la pedimos... ¡es algo duro! Es difícil tomar la llave, y abrir la puerta de las sabidurías en nuestro corazón.
Sin sabiduría no podéis controlaros a vosotros mismos, el control sobre vuestro ego se da mediante sabidurías. Sin sabidurías, ese conocimiento es como una hebra de algodón. Las hebras de algodón se rompen fácilmente y se deshacen: no podéis atar a vuestro ego con tales conocimientos. Necesitáis cadenas, cadenas como cadenas de barco. Las cadenas de navío son muy grandes, y eso es lo que se necesita para atarlo.
Las sabidurías... las sabidurías no permiten que vuestro ego os engañe. De otro modo siempre os engaña, ¡os engaña siempre! No una vez, dos veces o diez veces, sino que os engaña cientos y miles de veces. No es... Mirad, cada noche os vais a dormir diciendo: "Esta noche iré a rezar". Os despertáis de madrugada y vuestro ego os engaña, diciendo: "Sí, hay mucho tiempo hasta la mañana"... ¡os engaña cada día y cada noche! Aquí y afuera, en las escuelas, en las tiendas, en la oficina, en el autobús, en los barcos... ¡cada vez!
Llega y os engaña por falta de sabiduría. Todas las personas van... los eruditos -los doctores- suben a gritar, dan un khutbah en turco, inglés o árabe -¡demasiado!-, pero cuando bajan [de ahí] se termina, ¡[al] salir ya nos engaña! ¡Egos! Por ello, es mejor que tengáis con vosotros un poquito de sabiduría a tener todo el conocimiento de este mundo, [pues] un conocimiento sin sabiduría es como un cuerpo sin alma.
Ahora nos acercamos a saber dónde podemos encontrar esa sabiduría. Aunque ahora son muy poco comunes, si alguien pide por [ellos] los encontrará. Por eso dijo el Profeta – paz sobre él: "Utlub al-ilm wa lau bi s-Sin", pedid por el conocimiento aunque se encuentre en China. China era el extremo oriental, el país del Lejano Oriente que la gente conocía, no tiene que ver con el conocimiento del Profeta. En esa época era el país más oriental que la gente conocía: China. Y dijo que debéis pedir por el conocimiento, aún si está así de lejos. Id y pedid [cualquier] clase de conocimiento, ¡sabiduría, sabiduría!
En América veis muchísimo conocimiento, ¡sí!, en muchos libros que podéis leer. Además, hay muchos doctores por ahí, pero sus corazones no están satisfechos hasta que se acercan a escuchar. [Sólo entonces] sus corazones estarán mutma'in, satisfechos. Y pido además de mi Maestro, que nos conceda aunque sea un poquito de sabiduría, ¡una muy pequeña sabiduría!
Quizá mi inglés sea peor que el de nadie -que el inglés de nadie-, pero eso no importa: lo importante es dar algo vivo mediante el lenguaje. El exceso de parloteo llega muerto, sin alma, pero quizá haya algunas palabras vivas, que llegarán a los corazones. A veces, el ejército practica para la guerra, recrean juegos de guerra. Hay cosas... balas que no dañan -de fogueo, que no dañan-, y eso está bien. Otras veces llega una bomba que contiene muchas piezas sin forma... llega, y tiene por efecto matar a la gente. Por eso, aunque nuestro inglés no sea un inglés de Shakespeare, lo importante es que haga efecto en nuestros corazones.
Este conocimiento llega por medio del Profeta – paz sobre él. Es una amanah: algo protegido por el Profeta, que se da a alguien para guardarlo. Para guardarlo hay que ser de confianza, y entregarlo a quien lo pueda necesitar. Por eso, las sabidurías del corazón del Profeta -paz sobre él- [llegaron] primero a través del Siddiq, y después a través de los demás Sahabas – seguidores del Profeta. Entonces, a la gente digna de confianza se le puede dar de esas valiosísimas joyas. Por eso hay un libro titulado "Perlas rosadas": son perlas de color rosa, muy poco frecuentes. Las perlas son blancas, que sean de color rosa es muy raro.
A lo largo del mes santo, confiamos que nos concedan algo que pueda ser útil para nosotros, para toda la vida o para un año entero -de este año al que viene-, para contener a nuestros egos dentro del camino, y [así] pedir [por] nuestro Señor. ¡Lo perdimos, y queremos encontrarLo! Y no podéis encontrarLo sin sabiduría, debéis usar vuestra sabiduría para encontrarLo. La primera sabiduría que necesitamos saber, es que perdimos la más valiosa existencia [que hay] en la existencia. Al saber eso, todas las sabidurías caen sobre nosotros -llegan a nuestros corazones-, por el hecho de pedir a nuestro Señor.
Pedimos encontrarLo, y podéis encontrarLo mediante Sus sabidurías. Las sabidurías os llevan a los Cielos, a la Divina Presencia. Allah Todopoderoso nos da, aún si somos ehil olmasakda – [si] no somos adecuados para ello. Pero desde Su gracia y favores lo aceptamos, ¡aceptamos!
Alhamdulillah, Alhamdulillah, wa shukru li-Llah. Alhamdulillah, Alhamdulillah, wa shukru li-Llah. Astaghfirullah, Astaghfirullah, Astaghfirullah. Min kulli dhanbin wa m`asiyan wa min kull ma yukhalifa d-din al-Islam, bi hurmati l-Fatiha.
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Knowledge Versus Wisdom - Hikmet Karşısında İlim - العلم مقابل الحكمة
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