sábado, 9 de noviembre de 2013

"El Secreto de la Vida."


El Secreto de la Vida
Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi.
 Sohbat de 1989.



Audhu Billahi min as shaytani r-rajim, Bismillahi r-Rahmani r-Rahim, La hawla wa la quwwata illa Billahi-l Alliyi-l Azim. Si la capacidad de la mente fuera como un átomo, podríamos entender que este mundo tiene un Cuidador; sería otra cuestión si la mente fuera menor al átomo. Alguien sin cerebro no puede entender, pero quien se ve inteligente debe saber que Alguien cuida este mundo. Si vais por Famagusta y en alguna parte decís "Este lugar es mío"... ¿cuánta gente va ahí? Quizá llegue alguien y pregunte "¿Cómo que tuyo? ¿En base a qué?", Alguien puede reivindicar "Este lugar es mío". Las montañas, piedras, árboles, las casas y tiendas: todo tiene dueño; lo que no es de un individuo es del gobierno, no hay nada, en ninguna parte, que no sea de alguien. ¡Pensad! ¿Quién tiene la escritura de propiedad del planeta? ¿De quién es? Claro que preguntamos, los incrédulos lo cuestionan todo, entonces preguntamos ¿de quién es el mundo?




Muchos dijeron "El mundo es mío", pero a todos los echaron en un hoyo. Su hoyo no era grande, cabría cualquiera de nosotros. Lo pusieron dentro, si fuera muy grande haría falta rellenar, nivelar: ¿quién dice que poseemos todo el mundo? Se descubren sus mentiras, no pueden tener ni eso, ¿cómo tendrán el mundo? ¿Son dueños de sí mismos? Mostradme a alguien que lo sea. ¡No somos nuestro dueño! Si eso fuera posible estaríamos al mando, no escogeríamos envejecer, ya que ser anciano no es algo deseable. Todos quieren ser jóvenes, no querrían envejecer si fuera posible seguir siendo joven. Y bien, ¿envejecéis? Conservad la juventud, ¿por qué no seguís siendo jóvenes? Sed jóvenes. No podéis seguir jóvenes, ¡Ya Hu! Al final decaéis. No muráis: eso es, desafiad a la muerte, ¡no muráis! En verdad, no nos poseemos ni a nosotros mismos, ¿cómo podemos entonces poseer este mundo? Si sois dueños del mundo llevadlo en el bolsillo, ponedlo en una bolsa para que nadie lo tenga, y ya está. Tomad vuestro capital, "¿Qué tenemos? Hemos de encontrar otra cosa", ¿no es así? ¡Tanto trabajo! "¿Quiénes poseen el mundo, si no ingleses, griegos, rusos y americanos?" Que se lo lleven entonces: los países dicen "Nuestro", pero no pueden cortarlo a la medida del bolsillo, nadie puede hacer eso.




Por ello, la Humanidad tiene un Dueño que controla por Su Voluntad. Mirad, este instrumento tiene dueño, no funciona por sí mismo, apretáis un botón y entonces funciona. ¿Funcionáis por vosotros mismos? ¿Corréis solos? ¿Coméis y bebéis solos? ¡No! Entonces hay un Operador que pulsa el botón y funciona, pulsa el botón y para. Quien sea nuestro Operador debe estar fuera. Podemos decir "Oh, murió, se le acabó la batería", todas nuestras baterías se acaban. ¿Puede él decir que la suya no? Que lo demuestre, veremos. "Cambiadle la batería": no se pueden cambiar, no se cambian baterías, se gastan hasta que llegamos a cero. No tenemos seso, no pensamos, ¡Ya Hu! Tenemos Dueño, ¿dónde está el Dueño? ¿En el suelo, en los cielos? ¿En el este? ¿En el oeste? ¿Dentro de nosotros? ¿Fuera? Su (swt) alcance abarca Sus Dominios, Él (swt) es Dueño de los Dominios. El Creador está donde Su Creación, Él (swt) está con Su Creación, si Él (swt) no estuviera siempre, ¿estaríamos aquí? La existencia es Suya (swt), no hay duda, vivís por Él (swt). Sin Su existencia el Hombre no existe, sin Su existencia no hay mundo, sin Él (swt) no existe el universo. ¿Quién hay sin Él (swt)? ¿Quién puede existir? La existencia es por Él, ¿cómo decís que Él (swt) no está?


Hay dos tipos de borrachos: el primero bebe para emborracharse y olvida por eso, es alguien que pierde la cabeza al beber, pierde el seso. El otro se emborracha de olvido, olvida por la borrachera, se emborracha en olvido. ¿Por qué Él (swt) os dio mente? Para reflexionar: si se daña la capacidad de pensar ¿hay diferencia entre un hombre y un animal de cuatro patas? Los de cuatro patas no piensan, ¿visteis alguno que pueda? No. El hombre que no piensa se parece al que pierde el contacto con la realidad. Sí, todo tiene un principio y un fin, nuestra vida en el mundo tiene principio y fin. ¿Cómo será nuestro fin? ¿Alguien controla su destino? "Elijo mi final así": ¿alguien puede decirlo? ¿Algún humano puede escoger su propia muerte, diciendo "Quiero que mi final sea así"? Los humanos son débiles, no pueden hacer nada.



"¡Pueden hacerlo todo!" Ahora la gente tiene dominio de muchas cosas pero no controlan su destino. Grandes barcos, instrumentos, enormes fábricas son inventos perspicaces, pero no pueden escoger su final, imposible, no hay opción. No saben cómo será su final, no tienen opción para el final de su vida, no tienen opción ni pueden cambiar lo decretado para ellos. Nadie puede elegir su final, entonces los seres humanos son débiles pero se creen fuertes. "Hay tropecientos miles de cañones y rifles, miles y miles de sables y bombas, tropecientos aviones", el Hombre se siente poderoso. Si sois tan poderosos, por vuestro mando ¿podéis elegir una muerte? ¡No podéis! Los tiranos del pasado decían "Si caen las esferas celestes, podemos levantarlas con la espada de los soldados", orgullosos y pomposos. ¿Qué hizo Janab Allah? Los redujo a escombros, como un rodillo celestial que todo lo aplasta. De vez en cuando, en la autopista un coche golpea a un gato o un conejo, al momento pasan camiones y otros coches que lo aplanan sobre el asfalto. Janabul Haqq aplana a esos tiranos y déspotas sin seso con un rodillo Divino, ¿lo hará Él o no? ¡Plano! Como papel de tabaco, incluso más fino.




Sí, al hombre le engaña su orgullo, no tiene motivo para jactarse, no tenemos derecho a alardear. Si Janabul Haqq quiere, Él (swt) puede crearnos con cabezas que lleguen al cielo, como las tribus antiguas, la gente de Hud (as) y los de Ad. ¡El más bajo de ellos era siete veces más alto que un minarete! Altos y majestuosos. Si Allah (swt) quiere hacernos como ellos, Él puede. Nosotros nos medimos en centímetros, ni tan solo en metros, ¡y vamos contra nuestro Creador! Si Él (swt) nos diera esa altura, ¿qué haríamos? Sólo medimos centímetros y no podemos levantar medio kilo de peso durante 5 minutos sin que se nos canse el brazo. Y Janabul Haqq nos aprisiona entre dos alientos, si no inhalamos durante un minuto empezamos a sentirnos mal, si no exhalamos nos ahogamos. Si nos falta aire fresco en los pulmones, morimos. Si queda aire rancio dentro ¡nos envenena y ahoga! Mortales de unos centímetros ¡luchan contra el Creador del Universo! ¡El hombre es insolente y arrogante! Esgrime una espada y se cree poderoso, ahora sin espadas, alardean con pistolas: ¡bravo! ¿Cómo es? Llevan una funda de pistola, alardean de su arma, ¡Masha'Allah!, van presumiendo. ¡Él (swt) es Más Grande! Con pistolas y cañones ¡piensan que sus armas les protegerán! ¡Es todo pavoneo y exhibición! El orgullo los ahoga, el orgullo mata al hombre, lo acuchilla y tira lejos, el orgullo no da frutos.




¿Qué consiguió la Humanidad? ¿Hacer coches, barcos? ¿Aviones, pistolas, cañones? ¿Casas, mansiones, palacios? ¿Fábricas? Nada. ¿Cuál es la obligación moral de la Humanidad? ¡El servicio a Allah! Aparte del servicio, es todo inútil. Su orgullo lo impide, impide servir a Allah, estáis ocupados en otras cosas: ¿qué otra cosa debéis hacer? ¿Construir una casa, mansiones? ¿Construir coches, aviones? ¡No! Las mercancías mundanas confunden, las cosas materiales distraen. La humanidad lo sabe y sigue engañada, no se ocupa de su verdadero deber. Nuestros días pasan, terminan rápido para todos, no se sabe quién será el siguiente, ni cuándo. Janabul Haqq no lo revela, Allah lo oculta; si Él (swt) nos desvelara cuándo hemos de morir, seríamos inútiles. Janab Allah lo guarda secreto. Aún teniendo 90 o 100 años, el hombre no se apremia, el que tiene 100 años quizá diga "Tengo 100 años, pero ahí hay uno de 110, aún no tengo prisa", ¿qué es esto? Dice "Llegaré a los 110 años, veremos entonces". El de 110 años dice "Algunos viven 120 años, no hay prisa, tengo tiempo antes de fallecer". El de 120 años espera tener 130, 140 el de 130, el de 140 quiere 150.




Vi a uno de 150 años en el Hijaz, ¡por dos veces le salió pelo negro y dientes! Visitó a nuestro Grandsheikh, Sultan al Awliya y dijo "Sheikh Effendi, mi pelo es negro otra vez, ¡es todo negro, sin una cana!" Enseñó los dientes, no era desdentado como yo, vi que tenía dientes: "Es la segunda vez, antes salieron y cayeron, después volvieron a salir", ¡al final, a los noventa! Y los terceros estaban en camino. Miré, con él había un anciano de barba blanca doblado por la edad. "Es mi hijo más joven" dijo, "se hizo viejo", dijo a Sheikh Effendi. "Tiene noventa años" dijo, ese faqir (hombre santo) era así. ¡El poder de Allah es asombroso! Le dijo a Sheik Effendi que venía del Hijaz, y que esperando su pasaporte el funcionario dijo "¿Cuántas veces viniste Haji?" "Y bien, con frecuencia, no sé cuántas" respondió. "Has ido mucho, ya no te hace falta" dijo. "Dame el pasaporte, no preguntes cuántas veces estuve". "No, se te deniega el permiso". "Y bien, entonces me quejaré al Profeta (sws) de vosotros", y se fue. Al llegar a la puerta algo le pasó al otro, "¡Ay madre!" lloró, "¡Ay madre! Que vuelva ese, aunque fuera cuarenta veces, que tome su pasaporte y se vaya. ¡Ay madre!" dijo, "me muero de dolor". "Me ayudó..." decía, "entonces pude ir al Hijaz".




"Este es mi viejo hijo pequeño, su barba es blanca como la nieve". Uno parece anciano, el otro no, parece nuestro Hajiwat Abdul Kahhar. Sí, hemos dicho 150 años, los daguestanis viven mucho y su secreto, del que nunca hablan, lo que hicieron, nosotros ya no podemos hacerlo. Trabajaban desde jóvenes, se hicieron prósperos, con una fe fuerte: nunca decían "Somos viejos, no podemos". Grandsheikh Effendi dice "El hermano de mi abuela vivió 140 años". Un general de Rusia fue a la aldea del anciano al ser ocupado el Daguestán. El general ruso vino con un intérprete, el intérprete dijo al general ruso "Este hombre tiene 140 años". El general dijo "Inshallah vivas diez más". Él replicó "¿Por qué dices 10 años más? Quiero comer halvah, no tengo prisa ¡diez años! ¡Imaginad! Menudo incrédulo", regañó al incrédulo. "¿Qué prisa hay, habiendo halvah? ¿Por qué enviarme tan rápido, sólo diez años? Vete ya". El general preguntó "¿Qué dice?" "Quiere que traigas halvah": traduciendo la verdad, el general ruso se hubiera ofendido. El general dijo: "Traed halvah al anciano".




Son gente inteligente, y por serlo Janabul Haqq purifica su corazón, nunca se agobian, están contentos, no se debilita su mente. Una persona con fe fuerte no tiene mente débil, mientras su fe sea fuerte su mente será aguda, su mente brilla, así que viven contentos con la fe. Los sin fe están descontentos, se apagan cada día, su cara se oscurece. La oscuridad le envuelve, se asfixia: "¿Dónde puedo escapar, cómo huir? ¿Qué pasa? Estoy atado de cabeza y pies, estoy acabado, ¿qué haré?" dice. Su rostro y corazón son oscuros, su cuerpo se gasta y deja de funcionar, cada una de sus partes tiene algún dolor o incomodidad. Por ello, aceptad al Dueño del Dominio, postraos ante Allah (swt), sed siervos de Allah (swt) y vivid con belleza, morid con belleza. Vivid limpios, morid limpios; uníos a los puros en el más allá. Que Janabul Haqq nos haga ver, que Allah nos dé buen final por el honor del Amado, en honor de Al - Fatiha.


Enlace al vídeo: http://saltanat.org/videopage.php?id=7789&name=1989-00-00_tr_YasamakSirri_SN_a.mp4

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