martes, 1 de julio de 2014

"Cómo Estar En La Corona Celestial."


Cómo Estar En La Corona Celestial
Sohbet de Sheij Bahauddin Adil. 
24 de junio del 2014.



Allahu Allahu, Allahu Allah, Allahu Allahu, Allahu Allah, Allahu Allahu, Allahu Allah, Allahu Allahu, Allahu Allah. Allahumma salli wa sallim ala nabina Muhammad, alaihi salam. Salatan tadumu wa tughda ilaih mammarra layali wa tul ad dawam. Allahumma salli wa sallim ala nabina Muhammad, alaihi salam. Salatan tadumu wa tughda ilaih mammarra layali wa tul ad dawam. Allahumma salli wa sallim ala nabina Muhammad, alaihi salam. Salatan tadumu wa tughda ilaih mammarra layali wa tul ad dawam.



¡Masha’Allah, Ya Sheij, Masha’Allah! Lo hicieron bien, ¡Masha’Allah, Alhamdulillah! Si Mawlana Sheij puso la semilla, entonces es una buena semilla; el bayah que Mawlana Sheij pone en su murid, es un buen bayah. Al pediros Mawlana Sheij que digáis: "Ash-hadu an la ilaha illaLlah, wa ash-hadu anna Muhammadan Rasulullah", hace un trabajo perfecto. Y después lo lacra y sella, y firma por eso: "Allahumma thabbitna alal Haqq, Allahumma thabbitna alal Haqq, Allahumma thabbithum alal Haqq". Eso quiere decir: "Ya Rabbí, hice mi trabajo, pero eres Tú Quien lo hace, Quien lo preserva y protege de shaitán y del ego, ¡Alhamdulillah!".



Por eso os digo: ¡Buen trabajo, Alhamdulillah! Es nuestro deber decir a cada uno dónde está, y qué hace. Ahora ese trabajo pasó a Sheij Mehmet, y pasó a mí a tiempo parcial. Es decir, soy su asistente, por lo que dos personas dicen dónde está el murid en un momento dado. No es porque seamos mejores que vosotros, o sepamos más, ¡no! Que no se malinterprete: se da este maqam, se da ese maqam, y se da un maqam; no es un maqam que se merece tras esforzarse. Quizá algunos dicen: "Este Bahauddin no lo merece", pero si lo da Mawlana Sheij, ¿qué podemos hacer? No podemos ni podéis hacer nada, es algo que se da.



Y bien, Sheij Mehmet también dice que es algo recibido, pero ¡masha’Allah!, él se esforzó en eso, se forjó preparándose para ello, y Allah Todopoderoso y Mawlana Sheij se lo dio como regalo. Yo no trabajé por ello, no hice nada, ningún esfuerzo; muy relajado, un estudiante perezoso, un Naqshbandi perezoso. Pero Mawlana Sheij dijo: "No, ve a tiempo parcial", así que debe quedar claro para todos, y no ser tema de discusión o de darle vueltas pensando. Es un regalo. Si es un regalo, nadie dice: "¿Por qué haces ese regalo?".



¿Puede alguien decir al sultán: "Por qué a mí me das 10 monedas de oro, y a él 100 monedas de oro"? ¿Se atrevería la gente a decir tal cosa? ¿Qué pasará si digo: "A él le das 100 monedas de oro, y a mí sólo una"? ¿Qué es esto? Vendrá el sultán: "Lleváoslo, lleváoslo, quitadle el oro y dadle 10 bastonazos". ¿Qué podrá decir? No podrá decir nada, dirá: "¡No, acepto mi oro!". "No, no, no, llevaste la contraria al sultán, debe haber un castigo". Entonces cuidaos del castigo, existe el castigo igual que existe el regalo.



A Mawlana Sheij, un día le pregunté: "¿Cómo es la Divina Presencia?". Y él dijo: "Ahhh, ¡majestuosa, magnífica!". Y dije: "¿Cómo son los awliya de la divina presencia de Rasulullah?". "Oh, son awliya regios, ¡no puedes imaginar cómo son!". Y entonces dije: "Debe haber una puerta cerrada para que estén en privado con Rasulullah". Dijo: "Sí, claro. Esa puerta, ¡no puedes imaginar cómo es!". Y dije: "Debe haber algún guarda, echando un ojo a esa puerta". "Por supuesto, no lo necesitan, pero es una tradición: si hay puerta, debe haber guardas a la puerta, para que se vea bien". Y yo dije: "Oh, esa gente que guarda la puerta, deben ser awliya...". Dijo: "Claro que son awliya, ¿qué piensas, que son de la calle?". Dije: "Una pregunta, una pregunta...". "¿Qué otras preguntas?". "Esos awliya, ¿no envidian a los regios awliya de dentro?". "«Desearía estar sentado allí, no aquí fuera»: sólo que les pase tal pensamiento por la cabeza; pasando, ¡sin tocar!, les echarán a patadas. No cabe la envidia en la tariqa, no hay lugar para ello", dijo.



Por eso, si veis a alguien, debéis amarlo tal como es, debéis cuidarlo como es y debéis respetarlo como es. Así nos enseñó Mawlana Sheij, pues Mawlana decía otra cosa muy importante, decía: "Debéis saber que sois piedras preciosas en una gran corona, y las joyas de una corona jamás envidian: 'Estoy aquí, allí o allá, por aquí o por allá', ¡nunca!, pues saben que están en una corona". Y ¡Alhamdulillah!, os doy buenas nuevas, pues estamos en la corona de Mawlana Sheij. Caja joya tiene su lugar, cada joya tiene su maqam, cada joya tiene su belleza. Por eso, si os fijáis en la gente de Mawlana Sheij, veis belleza individual, sabor individual, color individual, [?] individual. Debéis mirar el lado bonito, y veréis el brillo, las brillantes joyas de Mawlana Sheij, ¡Alhamdulillah!



Es importante saber que, si yo hablo aquí, es un regalo de Mawlana Sheij, por eso me siento y hablo. Saber si lo merezco carece de importancia, pues sé que no lo merezco, pero está bien. Por eso estoy aquí sentado, disfrutando de ello. Debéis ser listos, eso dijo Mawlana Sheij: "Debéis ser listos, y atrapar la ocasión que os dan". Os aseguro que es una lección importante, ¡w'Allahi, muy importante! ¡Alhamdulillah, Alhamdulillah! Si Allah Todopoderoso quiere, pone una piedra, hace que hable y os dé una buena lección. Así, yo no soy nada, pero Mawlana Sheij lanza cosas a mi corazón, y él intenta enseñaros más, y más, y más.



Es importante, pues somos débiles siervos, tenemos nuestro ego, tenemos a shaitán, que es libre. Va a todas partes y pone gran fitna y envidia en nuestro corazón, hace que no veamos la belleza de nuestra gente, sino que el lado feo predomine todo el tiempo... Cuando penséis así, cuando os entre ese waswaas/susurro, o vuestro ego diga: "Oh, ese es así"... ¡no, no!, volveos y... Mawlana Sheij dice que miremos el lado bueno de nuestro hermano. Debemos fijarnos en lo que hace bien: quizá es arrogante, pero tiene un lado bueno; quizá no es educado con nosotros, pero hace cosas bien.



¡No! Intentad obviar lo malo de vuestro hermano o con quien estéis, para mirar el lado bueno. Esto es importante, para que a ojos de Mawlana Sheij seamos murids perfectos. Al menos, haremos todo lo que podamos para estar en un maqam de murid perfecto. Sólo con intentarlo, Mawlana Sheij está feliz de nosotros.



Y así decimos: Wa min Allahi t-tawfiq, bi hurmati l-Habib, bi hurmati l-Fatiha.



Subhanim Allah, Sultanim Allah, nabim Muhammad, alaihi salam. Subhanim Allah, Sultanim Allah, nabim Muhammad, alaihi salam. Subhanim Allah, Sultanim Allah, nabim Muhammad, alaihi salam.



Wa salli, Ya Rabbi, wa sallim ala jami al anbiya wa l-mursalin, wa aali kullin ajma'in w'alhamdu li'Llahi Rabbi l alamin. al Fatiha.



Enlace al vídeo: http://saltanat.org/videopage.php?id=11769&name=2014-06-24_en_HeavenlyCrown_SB.mp4

No hay comentarios:

Publicar un comentario