martes, 18 de noviembre de 2014

"Los Poderosos Huérfanos De Mawlana."



Los Poderosos Huérfanos De Mawlana
Sheij Bahauddin Adil an-Naqshbandi.
Sohbat del 9 de noviembre del 2014.



¡Ya salam! Esto es... seguimos en la música celestial, ¡por siempre, insha'Allah! Dicen que la música es la medicina del alma, y creo que se equivocan: la música es la medicina del ego, y la medicina del alma es el zikr. Así que, si combináis el ego y el alma, tendréis esta clase de música. Alhamdulillah, estamos en el sistema moderno, en los tiempos modernos: hasta hace quizá 50 años, no podíais tener algo así. En esos días, la gente tenía otro estilo de vida, y es muy difícil cambiar a las personas de un estilo de vida a otro estilo de vida nuevo. ¿Qué ocurrió? Sucedió algo tan simple como que el mundo se globalizó, pues tenemos redes que conectan a cada persona con las demás.



Y a partir de ese concepto... - como somos humanos, debemos tomar un poco, un poquito del sabor de cada nación. Lo hacen sencillo, para que todos puedan digerirlo, y lo llaman las cosas globales. Si salís a la calle, veis a la gente con la misma cara, el mismo corte de pelo, la misma ropa, y siguiendo la misma moda. Aunque tengáis algo nuevo, lo encontraréis en otro país, podéis encontrarlo en otro lugar. Entonces, básicamente, el mundo se hizo uno. No hay tantas cosas que ver, a menos que vayáis a la jungla en África, donde se ven tribus que mantienen sus antiguas tradiciones, las cosas viejas.



Y bien, en relación a este asunto... como somos gente Naqshbandi, tenemos nuestros viejos usos, y estábamos acostumbrados a Mawlana Sheij. Es importante que los murids entiendan esto: ahora pasamos de la estación de Mawlana Sheij Nazim a la estación llamada Mawlana Sheij Muhammad. Debemos adaptarnos a la nueva estación, [aunque] la antigua estación siga en nuestro corazón. Esa es la verdadera semilla de nuestro ser: nuestro amor por Mawlana Sheij. Y nadie dice que os libréis de eso, ¡no hace falta! Sólo debéis adaptaros a la nueva situación… ¿cuál es la nueva situación?



Nuestra nueva situación es que… Mawlana Sheij nos malcrió mucho -eso debemos saberlo, Mawlana Sheij nos mimó-, pues la forma en que nos trató... nos trató con gran tolerancia en todo, también era así de tolerante por sí mismo. Eso significa realmente un Sheij a tiempo completo: quien da de sí mismo a sus murids, a sus hijos. Yo nunca digo: "losmurids de Mawlana Sheij", sino: "los hijos de Mawlana Sheij". Y lo digo de verdad, porque Mawlana Sheij trataba a susmurids como a hijos suyos: en cómo los amaba, no hay distinción entre sus hijos.



Y ahora, nos llegan cosas nuevas… en lo nuevo, debemos adaptarnos a nuestra nueva estación, pues quedamos huérfanos. Estamos en la época de la orfandad, y esperamos por alguien que nos dé ese amor de nuevo. Así estamos, y desafortunadamente esperamos a alguien con misericordia hacia nosotros pero, al intentarlo, nos golpean y muerden de mala manera. Y así es, ¡duele, duele de verdad!



Hay que saber que somos huérfanos... Alhamdulillah, quizá somos huérfanos, pero somos huérfanos fuertes, no débiles. Somos los huérfanos que pueden decir: "¡Sí! Aún tenemos a los hermanos y hermanas junto a nosotros. Y queremos que estén con nosotros, ¡somos familia! Somos uno con Mawlana Sheij, seguimos bajo sus alas, pues él sigue vivo en nuestro corazón, y sigue vivo en nuestro ser". ¿Por qué nos ponemos turbante? Nos ponemos turbante para reconocer que somos hijos de Sheij Nazim. Es la razón principal del por qué de este turbante: el turbante muestra que seguimos siendo sus hijos. Incluso yo... soy de llevar turbante a tiempo parcial, pero aún así, amo el turbante. Y amo a Mawlana Sheij, amo a todos mis hermanos y hermanas.



Son las cosas principales de nuestra vida, ya que si nos fijamos en cómo actuamos normalmente en la vida, no hay gran cosa: trabajar, ganar dinero y perder dinero, educar a los hijos, casar a los hijos y verles criar a los nietos. Es la vida clásica, todos llevan esa vida, todos tienen esa vida, no es algo nuevo. Lo llaman monótono, o la rutina cotidiana, y dicen que el sol sale y después se pone, siempre igual. La excepción es por estar con Mawlana Sheij: todos los días están del revés, ningún día se parece a los demás, no hay forma de que un día sea como los demás. Esa es la especialidad de Mawlana Sheij, así procedía Mawlana Sheij en nuestra vida, avanzando y avanzando.



Por eso dicen: "¡Hey! Estás... ¿qué te ocurrió, qué pasa contigo? Nunca tienes una tristeza profunda, nunca tienes un problema de verdad, no tienes cosas profundas en tu vida". Y decimos ¡Alhamdulillah!, pues Mawlana Sheij no hizo que cada día fuera igual. Él pregunta cada día: "¿Qué aportaste a tu vida? ¿Conseguiste algo mejor para tu vida? ¿Algo de lo que hiciste te impide ver el ayer como mejor que el mañana?". Mawlana Sheij siempre nos impelía a trabajar, en lugar de buscar cosas mala ya'ni (inútiles). Mawlana Sheij nunca se ocupó de dar rangos, ya que para él todos somos de alto rango, pues somos sus hijos y los que están con él, ¡así nos trataba Mawlana Sheij!



Imaginad un rey con 50 hijos: ¿pensáis que el más joven está por debajo del número uno? Todos los niños, sus hijos... No podéis crear categorías con los hijos - eso no está bien, ¡nunca está bien! Si una madre tiene 40 hijos y falta uno, le quedan 39... [pero] no verá a los 39, porque eso ya lo tiene, [sino que] anhelará al que falta. Ella dice: "Falta mi niño", y pasa su vida entera rezando por ese niño. ¡Imaginad: 40 hijos, y que falte uno! Ese falta, y ella no se ocupa de los 39 que están con ella, ¡busca al que falta!



Del mismo modo, Mawlana Sheij no dijo a nadie: "¡Oh no, tú no eres mío!". No, Mawlana Sheij cuidaba de sus muridsen todo el mundo, ¡de sus hijos! Así es. Entonces no... no diferenciéis, está mal. Está mal hacer diferencias, ¡limitaos a disfrutar vuestra posición! El hijo del rey quizá es el último, quizá el rey ni lo vio, pero cuando entra en sociedad, dice: "¡Soy hijo del rey!", y todos le respetan. Hay el mismo respeto entre los awliya - dicen: "Son los hijos de Sheij Nazim, ¡sus hijos!". ¡Cuán respetados serán! No es sólo un asunto mundano: tenemos un asunto espiritual en el que está Mawlana Sheij. [Por ello] sabemos, vemos y entendemos. Así era Mawlana Sheij, y así sigue.



Entonces, ahora debemos ir hacia la nueva estación, en la que todos somos huérfanos. Y tenemos... estamos en una era de orfandad, pero somos fuertes, ¡Alhamdulillah! Somos muy fuertes, ya que nuestro padre es muy fuerte, ¡debéis entenderlo! Nuestro padre es fuerte de verdad, porque nuestro padre es quien no nos abandonó. No nos dejó, lo sentimos en el corazón, seguimos comportándonos como él nos hacía hacer mientras estábamos con él. Seguimos, ¡no tiene fin! No creáis que hay un final, no penséis que termina. Cada uno de nosotros tiene algo de Mawlana Sheij, esto, el pedacito espiritual. Iba a decir "el pedacito mágico"... pero no, es un trocito espiritual en cada corazón, ¡en todos! Así es Mawlana Sheij, ¡así es de grande!



Mawlana Sheij nunca se interesó por las posiciones, ni le interesó saber de dinero, nada le interesó... ¡así es Mawlana Sheij! Os contaré una historia de Mawlana Sheij, que me hizo entender mejor. Un día, Mawlana Sheij llamó: "¡Ven, ven!". Puso la mano en su bolsillo, y sacó 10 liras, diciendo: "Estas 10 liras las dio esa anciana". Y me dijo: "Ves a esa anciana?". "Sí". "Ella tiene un dinero por su pensión, muy poquito, muy poquito... pero cada mes va a recoger su pensión, viene aquí y da algo para el Sheij".



Dijo: "¿Sabes? Como Sheij, debo aceptar su dinero, no puedo ignorarla, ni decirle: 'Usted necesita ese dinero más que yo, guárdelo'. ¡No son buenas maneras!". Dijo: "¿Cómo la voy a reñir por su intención?". Quizá... aunque diera 1 lira, tampoco importa, ya que su intención es servir al Sheij. Ella entiende que es su padre, y que debe servirle. Aunque no tenga nada (material) para dar, y dé su amor, ¡debe aceptarse!



Fue una gran lección para mí, una lección de lo más asombroso. Y después me dijo: "Hijo mío, nuestro deber es no guardar esto, debemos encontrar a alguien para dárselo". ¡Por eso Mawlana Sheij era así! Nunca guardaba nada, nunca quería guardarse nada. Y me decía: "¡Zibil, zibil! ¡Es todo basura, el dinero es basura! ¡Dalo a alguien, deshazte de él!". Él nunca, nunca guardaba, ¡así es Mawlana Sheij!



Esto me recuerda otra historia, la que tiene lugar en Alaska, en el Yakutistán. En una tierra llamada Yakutistán, encontraron oro... encontraron oro, y además cazan por las pieles y otras cosas. [Otros] van por el capital: comercian con ello y les dan dinero, dinero de papel. Pero al ver los billetes entran en pánico, y van al momento a comprar materiales. Compran algo útil, que puedan usar, y dicen: "¡Alhamdulillah, nos libramos de ese papel!".



Y Mawlana Sheij dice: "¡Zibil, zibil, eso es zibil, es basura, debemos librarnos de ello!". Nadie puede ser como Mawlana Sheij, ¡nadie! Es muy duro ser como Mawlana Sheij, y nadie puede ni acercarse a Mawlana Sheij, es imposible, ¡imposible! Hay un hombre como Mawlana Sheij cada 1.000 años - es de esa clase de hombres. Hay muchos hombres, pero uno [así] sólo cada 1.000 años. Digo: ¡Alhamdulillah, Shukr ya Rabbí, Alhamdulillah! Al menos tuvimos el honor de estar en su mesa, de estar en su presencia, de ver su rostro y besar su mano. Eso es muy importante para nosotros.



Que Allah nos ponga bajo sus pies, y haga Allah que él esté contento de nosotros. Haga Allah que tengamosijlás/sinceridad hacia él, en lugar de ijlás hacia nuestro ego y deseos egoístas. Eso daña de verdad, pues podéis pasar 10.000 años con vuestro Sheij, y acabar viéndoos fuera de vuestro Sheij. ¡Eso daña de verdad! No nos perjudica a nosotros, sino a ellos.



Es importante saber dónde pisáis, dónde estáis y dónde estaréis. Lo importante es dónde estaréis. "Ne idim, ne oldum, ne olacam" - dicen en turco: "Lo que fui, lo que soy ahora, y lo que seré". Es importante lo que seré. Aquí hay una gran lección, ya que el pasado, pasado está. En el presente... quizá ahora somos fuertes, pero dentro de un tiempo no sabemos qué haremos. Y es importante ser conscientes de que no nos quedamos aquí por siempre, aquí no somos poderosos por siempre, ni estamos a salvo por quedarnos sentados.



Hace unos meses había una silla… ahora no hay silla, y me siento en el suelo. ¿Qué debo hacer? Sigo sentado y sigo hablando, pero no sé qué pasará más adelante, ¡nas'al Allah! Así que guardaos de lo que viene. No estéis orgullosos de sentaros en la silla de Mawlana, ¡no! Se la llevarán, diciendo: "¡No! ¡Se acabó!".



Quiera Allah perdonarnos y perdonaros, así como hacernos de quienes aman a Mawlana Sheij. Que nos haga de los sinceros para con Mawlana Sheij, y nos haga de los que quieren estar con Mawlana Sheij a cualquier precio. Wa min Allahi t-tawfiq. Bi hurmati l-Habib, bi hurmati l-Fatiha.



Enlace al vídeo:



The Powerful Orphans of Mawlana - Şeyh Efendinin Güçlü Yetimleri - أيتام مولانا الأقوياء




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