El Verdadero Sultán
Sohbat de Sheij Bahauddin Adil.
Sohbah del 12 de octubre del 2014.
Allahu, Allahu, Allahu Allah.
Allahu, Allahu, Allahu Allah.
Allahu, Allahu, Allahu Allah.
Allahu, Allahu, Allahu Allah.
Allahu, Allahu, Allahu Allah.
Allahu, Allahu, Allahu Allah.
Allahumma salli wa sallim 'ala Nabina Muhammad, alaihi salam.
Salatan tadumu wa tuhda ilaih mammara layali wa tula dawam.
Allahumma salli wa sallim 'ala Nabina Muhammad, alaihi salam.
Salatan tadumu wa tuhda ilaih mammara layali wa tula dawam.
Allahumma salli wa sallim 'ala Nabina Muhammad, alaihi salam.
Salatan tadumu wa tuhda ilaih mammara layali wa tula dawam.
¡Ya Salam! ¡Esto es, o debe ser, música celestial! La música… - todo el mundo tiene alguna clase de música, cada uno tiene una clase de instrumento, todos tienen algún tipo de oído. No toda la música es adecuada para todo el mundo, ni todos los instrumentos son adecuados para todo el mundo, excepto la música celestial, que es apta para cualquiera. Si podéis entender el valor de la espiritualidad, no miraréis en absoluto hacia este dunya.
Pero nuestro fallo es no entender el valor de la espiritualidad que nos dio Allah Todopoderoso mediante la baraka de Mawlana Sheij. Mawlana Sheij es el "Maestro", el "Maestro" Sheij Nazim. Él sabe cómo afinar, y da a cada uno lo que necesita. Así conocimos a Mawlana Sheij y así estuvimos con Mawlana Sheij, ¡ese nivel alcanzamos con Mawlana Sheij! Lamentablemente, hoy no tenemos nada de eso, excepto por Mawlana Sheij Muhammad - él tiene ese poder, y ahora construyó esto para nosotros. Él ya lo tiene, y no necesita nada. Somos nosotros los que... somos nosotros los pobres, quienes esperan que les llegue algo.
Y Alhamdulillah, Mawlana Sheij Nazim fue lo bastante generoso como para situar a Sheij Muhammad, qaddasAllahu sirruhu, a nuestra cabeza, y que él fuera el receptor espiritual y el distribuidor espiritual. Cuando éramos jóvenes, Mawlana Sheij solía decirme: "Cuida muy bien de tu hermano", me decía: "Cuida muy bien de tu hermano, de tu Abi (hermano mayor)". Y dijo: "Cuando llega baraka al dunya, se distribuye a partir de él". Éramos jóvenes... dije: "Vale". Los chicos dicen: "¿Qué…, cómo es posible?" - ¡y ahora lo entendemos, ahora entendemos! Cuando eres joven no entiendes nada, entiendes al ser adulto.
Por eso no os lamentéis al ver la primera cana en vuestro rostro o en vuestro pelo, o si veis esto en vuestra cara… arrugas en vuestra cara. No os lamentéis, debéis estar contentos [porque] al menos entendisteis alguna cosa, tenéis algo de experiencia y visteis algunas cosas. Si tenéis 60 años y vuestro niño [más pequeño] tiene 11, no podéis competir con... Vuestro hijo no puede competir con vosotros en lo que veis, en lo que sois expertos, ni en la sinceridad. E incluso si estáis en vuestros 50s y vuestro hijo en sus 30s, vuestro hijo no puede competir con vosotros en pericia, pues en vuestra pericia... ¡le lleváis 20 años de ventaja! Dicen que quien os lleva un día os adelanta un año en saber, pues no sabéis si un día puede daros el conocimiento de un año.
Hay otra cosa que, a veces... - Esto me recordó una muy buena historia de Mulla Nasruddin. Les habían invitado a una cena ofrecida por un hombre muy rico, con Mawlid y cena. Mulla Nasruddin fue invitado, y llevó a su hijo. Antes de entrar a cenar, llevó a su hijo aparte y le advirtió: "Mira, hijo mío. Te daré un consejo muy bueno para esta cena". Y él dijo: "Sí padre, ¿qué me queréis aconsejar?". Él dijo: "No bebas agua mientras comes, ya que llenas tu estómago de agua, y no puedes tomar tanta de esa buena comida". ¡Buen consejo! Eso aconsejó el padre, un consejo de padre. Después, Mulla Nasruddin se sentó a su lado de la mesa, y su hijo se sentó justo enfrente. Su hijo comía un poquito y bebía agua, comía un poquito y bebía agua, ¡hizo justo lo contrario! ¡Escuchó bien a su padre! Y Mulla Nasruddin comía, muy enfadado: ¡no había escuchado su consejo!
Después de terminar salieron, y Mulla Nasruddin lo abofeteó: "¿Por qué no atendiste a mi consejo?". Él dijo: "Papá, olvidé decírtelo... al comer un poquito y beber agua, aprieto los alimentos y puedo comer más". ¡Entonces su padre le abofeteó otra vez! "¿Por qué me abofeteas?". "¡No me dijiste ese consejo! ¡Me dejaste sin ese consejo, debiste darme ese consejo!". A veces, también los jóvenes tienen un consejo que dar, así que esto es por las dos partes, ¡las dos partes saben! No os enorgullezcáis de vuestro conocimiento o vuestra edad: hay veces en que un niño pequeño puede daros mejor conocimiento y mejores consejos, por tener conocimientos y consejos ocultos en su corazón - es algo oculto.
Un día, tuvimos a un caballero que se vanagloriaba de muchas cosas. Yo era joven, y aceptaba siempre lo que él aseveraba, decía "Amanna wa sadaqna". Creía y seguí creyendo -¡no importa!-, porque decía cosas buenas, y cosas muy bonitas... aunque quizá para algunos era una especie de extremismo. Un día fuimos donde Mawlana Sheij, y le hablé de ese hombre. El mismo ya falleció, rahmatullahi alay. Le dije: "Baba, ese hombre dice esto, eso, lo otro... ¡muchas cosas!". Y Mawlana Sheij me dijo: "Hijo mío, debes saber que bajo cada sombrero… debes saber que frente a ti está Jidr, alaihi salam". ¡Son cosas muy importantes, que hay que entender! Si consideráis a cada persona como a Jidr, alaihi salam... - ¡no sabéis a quién tendréis delante en calidad de Jidr, alaihi salam!
Así que él me transmitió las cosas auténticas, el respetar a todo el mundo. Él me dio las cosas auténticas y la visión verdadera, o la mirada verdadera - el mirar a todos con un rostro lleno de respeto. No digáis: "¡Ah, tú eres así!". Quizá no lo aceptéis, o no os guste, o no estéis en ese punto. Está bien, pero debéis mostrar respeto. No sabéis si ese siervo podría ser Jidr, alaihi salam, no lo sabéis [de antemano]. Fue una lección importante para mí - Mawlana Sheij daba esa clase de lecciones, que se convertían en un punto clave de la vida de cada uno.
Muchas personas dicen: "¿Por qué no discutís? ¿Por qué estáis tan relajados, por qué estáis tan... despreocupados de muchas cosas?". ¿Qué digo yo? Que Mawlana Sheij, al asignarte un deber decía: "Cumple tu deber". Él no dice que discutas con ese o con el otro, ni que afirmes: "No, mi deber es aclararlo todo". No podéis aclararlo todo, no podéis ponerlo todo en claro, no podéis demostrarlo todo.
No estamos aquí para demostrar quiénes somos, ni estamos aquí para demostrar lo que somos... ¡tenemos un deber! Ellos dicen, por ejemplo: "Limpia esa mezquita", y asignan ese deber a alguien, que comienza a limpiar. Si alguien se le acerca [y dice]: "No eres el encargado de limpiar, no estás autorizado a limpiar, no estás lo otro...", y ese hombre quiere demostrar que es el limpiador que se ocupa de esa mezquita, ¡la mezquita terminará muy sucia, pues no tendrá tiempo para limpiar!
Así, Mawlana Sheij dio la orden a Sheij Muhammad: "Eres el nuevo Sheij". Él no tiene que demostrarlo, no tiene que aportar documentos, ni necesita decir a nadie: "Tengo un deber asignado, y lo cumplo. No me importa si te complace mi limpieza o no. Yo limpio, y debo terminar mi limpieza". Así deben los murids... así es como deben entender, ya que pierden su tiempo demostrando, demostrando y demostrando: "Demuestro esto y demuestro lo otro". ¡Estáis demostrando esto!
Os daré otra buena historia: una vez, fuimos con Mawlana Sheij y mi madre a Disneyland; y un pariente de mi cuñado estuvo allí con nosotros. Ya sabéis, es un lugar muy grande, un lugar enorme. Mi madre era una mujer sabia, Alhamdulillah, alguien muy sabio, y daba toda clase de sabiduría en un click. No teníais que leer gruesos libros, ¡no! Ella comentó: "Hijo mío, nos separaremos en grupos". Yo dije: "Está bien". "No nos busquéis", dijo ella: "No nos busquéis. Id a ver, mirad lo que hicieron estas personas, ya que venís aquí como turistas, sois turistas en América. Así, debéis ver lo que hizo esta gente, aprender y entender. No perdáis vuestro tiempo buscando a dónde vamos, o por dónde ir: lo que encontréis, id a verlo y disfrutad".
Aquel pariente pasó el día entero buscando: "¿Dónde estáis, dónde estáis? ¿Y dónde están ellos?". Pasó el día entero buscándonos, y al salir dijo: "No hice nada ahí". "¿Por qué?". "Os estuve buscando". "¿Quién te dijo que nos buscaras, quién te dijo que nos buscaras?". Esto es... es un ejemplo, para que la gente pueda entender. Si intentáis obtener pruebas de algo, o bien os fijáis, investigando si es cierto o no… malgastaréis el día entero, o todos vuestros días, toda vuestra vida. Y sólo para poder gritar: "Sí, eso es verdad. Sí, eso está mal. ¡Sí, es verdad! ¡Sí, está mal!" - …estaréis ahí sentados toda vuestra vida.
Esto es un importante anuncio, es un importante anuncio para mí, ya que me digo: "Bahauddin, ¿cuál es tu deber? Mi deber es 1, 2, 3. ¡Vale!". Intento realizar mi deber de la mejor forma posible y se acabó, no me ocupo del resto. ¿Por qué no me importa? Porque es malayani. Malayani significa que no es asunto mío, no me corresponde, no forma parte de mi deber. Si Mawlana Sheij [os] asignó un deber, debéis implicaros en vuestro deber.
Es importante, pues a muchos les gusta perder el tiempo. Algunas personas se sientan en la cafetería, pie sobre pie, fumando cigarrillos y hablado así: "Fíjate en ese hombre. Se hizo muy famoso y muy rico... ¡menuda vida, menuda vida!". Muy enfadados, ya sabéis. Ya Hu, ¿y qué pensáis de ese? Se sienta en una cafetería, pone una pierna sobre otra, fuma cigarrillos... - ¿así se hará famoso, se hará rico, o tendrá éxito? ¿Es ese el estándar?
Lo comento por los murids que dicen "¿Por qué?". ¡No, no es así! Estáis sentados con un pie sobre otro, diciendo:"¿Por qué esto es así? ¿Por qué llegó a ser de este modo?". ¡No! El camino está abierto: si trabajáis, lo conseguiréis. Pero pensáis que tenéis derecho a obtener eso, y que él no lo tiene... entonces estaréis por siempre en la cafetería, y no os darán para fumar, ni café que beber. Estaréis sentados, limitándoos a tener odio, a tener enemistad y a tener... No, este camino no es un camino de odio, ni un camino de celos, ¡es un camino de trabajo! Debéis avanzar, debéis avanzar. Al menos... si no tenéis tanto éxito, por lo menos venid 5 veces a la mezquita. Y si sois perezosos como yo, venid a la mezquita una vez por semana. Si sois aún peor, quizá os guste esa gente por lo que hace, y podáis apreciarles por lo que hacen; por la forma en que abren su corazón, abren su casa y abren su mente. Ellos no dicen a nadie: "Tú puedes venir, tú no puedes venir". Todos son bienvenidos, ¡debéis valorarlo!
Es importante entender que comenzáis un camino sufí, y comenzáis un camino espiritual. Comenzáis a acercaros Allah Todopoderoso, acercaros a RasulAllah, acercaros a Grandsheij y a Mawlana Sheij. ¡Así debemos tratarlo! No va de: "¿Qué pruebas tienes? ¿De dónde traes eso?". Sí, ¡malgastáis vuestro tiempo! A nadie le importa, a nadie interesa. Por mi parte, nunca me interesó - ¡y mi hermano es peor que yo! Él sólo busca que Allah Todopoderoso le conceda, y cumple con su deber.
Así es él y así debéis conocerle, ya que Mawlana Sheij era así. Mawlana Sheij nunca escuchó a quienes chismorreaban acerca de él, ni a quienes difundían rumores contra él, o hablaban contra él. ¡No! "Eso no es para mí, es para mi ego. Quizá mi ego necesite esas cosas". Él se centraba en Allah Todopoderoso, se centraba en RasulAllah y en Grandsheij. Así Mawlana Sheij... así se hizo grande Mawlana Sheij. No andaba mirando ni espiando: "¿Qué dicen? ¿De verdad dijeron eso?". ¡Nunca! Mawlana Sheij nunca lo hizo.
Mawlana Sheij es tan grande porque él no es de nuestro nivel - él está en el segundo piso, nosotros en el subsuelo. ¡Ni en el primer piso, estamos más abajo del suelo! Por eso damos vueltas a que: "Ellos dicen que Mawlana Sheij estuvo siempre equivocado, y hubo siempre cosas erróneas" - ¡hasha! Mawlana Sheij estuvo en el segundo piso: tiene más perspectiva que vosotros, ve mejor que vosotros, y hace lo correcto. Dicen que si dos personas juegan al ajedrez, están tan implicadas en el juego que no pueden ver los trucos. Si un tercero mira desde fuera, observa los dos lados y ve sus puntos débiles. Es algo sabido, algo común, que todos saben.
Así, Mawlana Sheij miraba desde arriba, y lo veía todo. Así era de grande Mawlana Sheij, y así lo sabía todo Mawlana Sheij. Esto... es también importante el entender desde nuestro lado - ¡para medir el nivel, ya que no somos estúpidos! Alhamdulillah, Allah Todopoderoso nos dio mente, y un corazón abierto, para ver y no ser estúpidos. Digo a todos los murids que todo murid lo tiene, ya que vienen de determinados lugares, y se les enseñaron muchas cosas, ¡tienen conocimiento! No son estúpidos, no podéis volverlos estúpidos ni permitirles ser estúpidos.
Unos pocos se rinden por completo - son muy suaves, y por eso dicen: "Sí". Pero lo normal es ir contra la voluntad de Mawlana Sheij, y contra la visión de Mawlana Sheij. Eso va contra el aura de Mawlana Sheij. Mawlana Sheij es enorme, Mawlana Sheij jamás usó a la gente en su beneficio, Mawlana Sheij nunca dio una orden estúpida para beneficiarse. Mawlana Sheij estuvo todo el tiempo ordenando y pidiendo a la gente que hiciera cosas por su propio beneficio.
Mawlana Sheij, Alhamdulillah, no tenía necesidad, sino que era un Sultán. Era el perfecto Sultán: el Sultán nunca necesita que le den dinero, el Sultán nunca necesita que le otorguen poder. Un Sultán no necesita ser famoso: ¡es el Sultán, el máximo nivel! Y Mawlana Sheij vivió en el nivel más alto de una forma muy humilde. Ello fue una enseñanza para todos, enseñó a todos cómo es Mawlana Sheij. ¡SubhanAllah! Esto es... que Allah nos ponga bajo sus pies, nos haga sinceros hacia él, nos haga escucharle, y nos haga estar con él aquí y en el Más Allá. ¡Muy importante! El Más Allá es más importante que el aquí, ¡todos trabajamos por el Más Allá! Caminamos hacia allí veloces, muy veloces, ¡no imagináis la velocidad a la que vamos! Entonces, es importante memorizar y entender quién es Mawlana Sheij, cómo es Mawlana Sheij y lo que quiere Mawlana Sheij. Y decimos: "¡Saman wata, Ya Sayyidi! Aceptamos lo que dices, y seguimos lo que dices".
Wa min Allahi t-tawfiq, bi hurmat-il Habib, bir hurmat-il Fatiha.
Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.
Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.
Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.
Wa salli ya Rabbi wa sallim 'ala jami'a l-anbiyai wa-l mursalin, wa 'ala kulli 'ajmaina, w-alhamdulillahi Rabb-il 'alamin, ¡al-Fatiha!
Enlace al vídeo:
http://saltanat.org/videopage.php?id=12488&name=2014-10-12_en_TheRealSultan_SB.mp4
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