sábado, 22 de noviembre de 2014

"Estad En La Corona."



Estad En La Corona
Sheij Bahauddin Adil an-Naqshbandi.
 Sohbat del 18 de octubre del 2014.



Masha'Allah, Alhamdulillah, pues Allah Todopoderoso nos dio aliento para decir Salatu wa Salam. Si Allah Todopoderoso no os da permiso, no podéis ni juguetear con vuestro dedo, ¡así es Allah Todopoderoso! Debemos entender que Allah Todopoderoso está por encima de todo, es Absoluto. Allah Todopoderoso nos dio ocasión de juguetear con nuestros dedos... él (un invitado) dice: "¿Por qué?". Porque lo máximo que controláis es un dedo, el resto no lo controláis. Ni siquiera controláis el parpadeo de vuestros ojos, ¡no está en vuestra mano!



Un dedo está bien - podéis jugar con vuestro dedo, ponerlo donde queráis, pero... -¡a Mawlana Sheij Adnan le gustan estas cosas de dedos!- ...pero el resto de cosas no las controláis, en especial algo que os gusta mucho, pero no podéis controlar. Así es Allah Todopoderoso, Él os da cierta autoridad. A ellos les gusta esto: "¿Estás autorizado? ¿Dónde obtuviste tu autorización?". "Juego con mi dedo, no necesito autorización"... ¿deben autorizaros a jugar con vuestro dedo? No, pero para lo demás necesitáis autorización. Esto debéis entenderlo: quién os da autoridad, y quién no os da autoridad.



Esto es una conversación llana, una charla de café: os guste o no, ¡no hay responsabilidades! Si decís "tariqa", si decís "Shari'a", si decís "fiqh", si decís "Hadiz" o decís "Qur'an", debéis respaldar lo que decís, [pero] nosotros no tenemos responsabilidad. Alhamdulillah, sólo somos el bastón de la persona responsable… - podemos golpear, ¡pak! Es importante entender cómo se puede golpear: el bastón está ahí, siempre está ahí, pero si alguien hace algo malo, el dueño del bastón tomará el bastón de su lugar, y comenzará a golpear. Y no os enfadéis si os tocó el golpe, no os enfadéis si recibís. Debéis saber que os golpeó el dueño de ese bastón.



Así aprendemos, ya que, con las cosas que no conocemos, no sabemos qué ocurrirá. El bastón está bien - si el dueño del bastón os golpea con el bastón, está bien. Os debe encantar, repito que os debe encantar, porque tras el bastón vendrá otra cosa... - tras eso viene otra cosa, y otra, y otra, y otra... cosas que no podéis manejar. El bastón... ¡uau!, está bien. Pero tras eso [hay] algo más que -si llega- no lo podréis manejar. Tras eso, si llega algo, no lo podréis manejar. Si tras eso llega la bomba atómica, nadie podrá manejarlo. ¡No vayáis allí, no vayáis allí!



Mi consejo es no llegar hasta ahí, pues dicen: "Ahora sabemos que el gobernador mundial es América", todos lo saben. Si hacéis algo [contra] América, América os advertirá diciendo: "Hey, ¿qué haces?". Y si después decís: "¡No me das miedo!", entonces hacen que acabéis como Irán, os aprietan por todos lados. Aunque tengáis billones o trillones, ¡eso no vale nada! Lo sabe el mundo entero… si el imperio de nivel mundial os dice: "No quiero que esto ocurra" e insistís, saldréis muy perjudicados.



En la tariqa es lo mismo: si el dueño de la tariqa -Sayyidina Muhammad (saws)- ordena algo, y pensáis que tenéis algo en vuestras manos... Si creéis tener algo entre manos, si negáis lo otro e insistís en vuestro camino, tendréis primero el bastón, y después un embargo. Tras eso tendréis yo qué sé y, finalmente, acabaréis con la bomba atómica. ¡La hawla wa la quwwata illa Billah al-Aliyi al-Azim! No queremos ir ahí, ni el dueño de la tariqa desea que vayáis allí. Él sólo os dice cosas sencillas para que las sigáis, ¿por qué seguís a vuestro ego, por qué hacéis que vuestro ego prrrprrr...? No.



La tariqa es la prueba... ¿y pensáis que Mawlana Sheij no tuvo pruebas en su vida? Él era Sheij, daba órdenes, iba... Tenía una prueba que nadie es capaz de llevar, y la acarreó toda su vida. No dijo nada, y la fue llevando, pero tras Mawlana Sheij... no creo que quien venga tras Mawlana Sheij cargue con esa prueba, al menos no abiertamente. Mawlana Sheij es un gran awliya/santo, llega alguien como Mawlana Sheij una vez cada 1.000 años, un hombre así [cada] 1.000 años. Y Alhamdulillah, tuvimos el honor de estar bajo sus pies, el honor de besar su mano, el honor de besar sus pies y estar en su majlis. Tuvimos el honor de estar a su mesa, el honor de estar con él y hablar con él, y de que él nos hablara.



Esto me recuerda una muy buena historia... Un hombre iba por el mercado, y dijo: "¿Sabes? El Sultán habló conmigo. ¿Sabes? El Sultán se dirigió a mí" - orgulloso ante sus amigos. "¡El Sultán se dirigió a mí! ¿Sabéis quién soy? Soy ese a quien habló el Sultán". Eso siguió y siguió, durante largo tiempo. Un hombre le preguntó: "¿Qué te dijo el Sultán, puedes decírnoslo?". Él dijo: "Yo estaba por donde iba a pasar el Sultán, y él me dijo '¡Apártate del camino!', él gritó '¡Apártate del camino!'". Decía: "¡El Sultán se dirigió a mí! No me importa qué dijo, ¡lo importante es que me habló!".



¡Ya Hu!, y nosotros tuvimos a Mawlana Sheij con nosotros... no hablando, ¡con nosotros! Y tan en la tierra, tan humilde hacia nosotros... Él nos amaba, es importante entender que él nos amaba. Ahora añoramos su amor, echamos de menos su amor y añoramos cómo nos amaba. Lo digo otra vez: el tiempo con Mawlana Sheij se hace más grande, cada día es más ancho, ancho, ancho, ancho... No tenemos la sensación de que Mawlana Sheij falleciera - pero al rato la sentimos, y nos rasga totalmente.



Ahora decimos: "Sí, él está aquí, él es...", pero no, no tenemos comunicación directa. Mawlana Sheij fue tan generoso con nosotros, que nos puso en comunicación directa y nos dio estatus. No somos gente con estatus, somos peores que esclavos. Dejadme deciros -y debo ser muy claro-, que somos peores que esclavos. Nadie tiene estatus en el mundo espiritual, ¡nadie! Mawlana Sheij decía: "Sí, amo a mis murids", y él nos presentó a los awliya: "Estas personas sonharam, miskin - son válidos, y son mi gente".



Él nos puso ahí, [aunque] nadie tenga estatus – del estatus espiritual en la sociedad espiritual. ¿Pensáis que [es igual] ser darwish/derviche, ser murid o ser principiante, que ser Sheij? No es broma, ¡no es broma! Todos deben saber que no es broma, pero no [llegamos] a entender este punto. Si nos ponemos turbante y nos dejamos barba, creemos que ya estamos ahí. No, el turbante es material, y todos los hombres tienen barba. En cambio, aquí... ¿sois capaces de hacer esto de aquí (el corazón) como Mawlana Sheij quiere? Entonces sabréis lo que está bien o mal, entonces sabréis si podéis manejar o no una orden que vaya contra vuestro ego.



"Al addad..." - yo tenía 10 años cuando falleció Grandsheij, y aún recuerdo su sohba. Yo tenía como 6 o 7..., y él dijo: "Addad, addad, addad, addad...". ¿Qué significa addad? En contra, en contra, en contra... Yo era pequeño y aún me acuerdo - eso es porque lo puso en mi corazón. Y si lo puso en mi corazón, si yo lo tengo en el corazón... ¿vosotros qué? Decís: "No, el addad no funciona conmigo". ¡Claro que os hace efecto! Si buscáis estatus, debéis tener mayor addad, no menor. Si no estáis interesados en maqams o cosas así, tendréis poco. Y no creáis que quien tiene mayor responsabilidad tiene menos pruebas: la prueba es mayor, es enorme, hay pruebas por todas partes. Así que no… no es por mí, es por vosotros. No es para vosotros ni para mí, ¡no! ¡Vamos, venga!



Sabemos que, Alhamdulillah, estuvimos con Mawlana Sheij desde el momento de nacer. Quizá no practicamos con Mawlana Sheij -como se ve-, pero él trabaja en nuestro corazón. Por eso lo llaman Naqshbandi: Naqshband...band/sello de Allah, y naqsh es tallar "Allah" en vuestro corazón. Eso significa Naqshbandi - es en lenguaje farsi/persa. Así hablaba Mawlana Sheij: "De los que están en mi sohba, quizá algunos duermen, quizá algunos no escuchan, algunos sueñan con otra cosa...", y dijo: "Allah Todopoderoso envía dos mala'ika/ángeles… -es en especial con los Grandsheijs-, Él envía dos mala'ika, que comienzan a tallar el sohba en el corazón, ¡todo el sohba!".



Y dijo: "Cuando me sentaba con Mawlana Sheij Daghastani cara a cara, él narraba y yo le hablaba. Todo lo que él me decía lo guardaba en mi corazón y, al llegar a casa, lo anotaba hasta la última coma. No olvidaba ni una coma de lo que él me decía en su sohba". Y me dijo: "Tengo 7.007 sohbas" - por eso mi número favorito es el 7.007, dos sietes. Y ese es Mawlana Sheij, quien tiene los sohbas de Mawlana Sheij Abdullah Daghastani. Así vemos a Mawlana Sheij, y así veíamos a Mawlana Sheij Abdullah Daghastani.



Mawlana Sheij Abdullah Daghastani no era mi Sheij, ni vuestro Sheij, ¡era el Sheij de Mawlana Sheij! Nuestro nivel no basta para estar con Mawlana Sheij Abdullah: somos... ¿quiénes somos, qué somos? Debemos entender esto: es un punto muy importante, que nadie entiende. Para estar con Mawlana Sheij Abdullah, debéis ver vuestra disponibilidad y fijaros en vuestra isti'ad: en si estáis dispuestos, preparados. ¿Estáis listos para Mawlana Sheij Abdullah? ¡De ningún modo, nadie está listo para él!



Mawlana Sheij Nazim fue preparado hacia él, diciendo: "Tú eres mi Sheij". Mawlana Sheij Abdullah le dijo: "No sé escribir ni leer... ¡eh! ¡Tú eres 'alim, Nazim Effendi! Eres 'alim, lo sabes todo, ¿por qué vienes a mí?", y él respondió: "Quiero la realidad, el conocimiento real. Quiero conocimiento real, y eso lo tiene usted. Lo veo, y sé que fui enviado a usted". Él dijo: "Sí, sé que fuiste enviado a mí, te esperaba aquí". "Vine a Damasco por usted, para ser por usted". Por eso es el Sheij de Mawlana Sheij Nazim.



Es muy importante entenderlo: Mawlana Sheij Abdullah no es nuestro Sheij, no podemos ser sus murids. Él tiene unmurid -Mawlana Sheij Nazim-, ¡y ya está! Es de mala educación decir: "Mawlana Sheij Abdullah es mi Sheij", porque no estamos en ese nivel. Mawlana Sheij Abdullah era un océano tan enorme, que Sheij Sharafuddin Hazrat dijo: "Abdullah Effendi, el lugar que pisas, el maqam que te dio Allah Todopoderoso, ¡yo no puedo verlo!". Así de alto estaba... ¿y nosotros diremos: "Sí, Mawlana Sheij Abdullah es mi Sheij"? ¿Eh? Sí, yo también lo veo, ¿y qué? Él está aquí, pero no podéis estar a su nivel.



Y hoy día, ¿qué piensa la gente? La gente piensa: "Oh sí, el presidente no parece que esté tan lejos, al verlo en la TV". Sí, todos ven al presidente en la TV, pero para ir a verle en la realidad... si tenéis suerte, y él acepta veros, tendréis toneladas de formalidades, y más toneladas de otros protocolos, y toneladas de otras cosas, [como] seguridad. Ellos miran si lleváis algo... "Soy su invitado". "No importa que sea su invitado, debemos mirar si lleva algo encima o no". Os ponen en la máquina, ¡pip, pip…! "Por favor, acérquese". "¡Soy un VIP!". "Da igual, debemos registrarle". "¡Él me llamó!". No, aún así, debéis pasar por muchísimos procedimientos, que este siervo de Allah Todopoderoso... - Allah Todopoderoso le dio poder para gobernar un pueblo o un país.



Habla en la TV, todos ven al presidente a todas horas ¡sin problema!, pero verlo en la realidad... Así era Mawlana Sheij Abdullah, lo miramos como si lo viéramos en TV. Él no actuaba para ser nuestro Sheij: no podemos llevarlo, sólo puede Mawlana Sheij Nazim. Dijo Mawlana Sheij Abdullah: "Nazim Effendi, tu lengua hablará al mundo entero" - y entonces llegó la apertura, fue lo que dijo Mawlana Sheij. Mawlana Sheij Abdullah construyó a Mawlana Sheij Nazim. Mawlana Sheij Nazim no llegó de repente, ¡no es así! Él llegó, lo construyó, y dijo: "Ahora sí eres".



Y Mawlana Sheij Nazim no esperó a que falleciera Mawlana Sheij Abdullah para tomar su maqam: tomó su maqammientras estaba con Mawlana Sheij Abdullah. Y dijo: "Él es mi Sheij, no puedo estar por encima de él. Él es mi Sheij, él lo es todo. El Sheij lo es todo, el Sheij es mi todo". Hasta el último día lloró, Mawlana Sheij Nazim lloraba: "Oh hijo mío, quiero estar bajo los pies de mi Sheij". Él no fue diciendo: "Porque yo... ¡oh sí! Mawlana Sheij Abdullah murió y yo soy el Sheij, ¡pues sí!". No, él no dijo eso, [sino que] hasta el final siguió diciendo: "Soy... quiero estar bajo sus pies. Él es mi Sheij, no soy nada sin él".



Así nos enseñó Mawlana Sheij y, si no aprendéis, no es su problema, ¡es vuestro problema! Si en la escuela hay alguien que no alcanza, ¿pensáis que culparán al profesor? Tiene 40 estudiantes, y 10 de ellos no alcanzan, 30 [van] bien. ¿Qué dirán? ¿"Es un mal profesor, el profesor no es bueno"? No, es el estudiante. Si el estudiante no se fija bien, si no estudia ni pone atención en el estudio, ¿qué puede hacer el maestro? El maestro tiene algunas horas para daros vuestra lección, y después dice: “¡Yál-la, adiós, hasta el examen!”.



No, nuestro Sheij era el maestro perfecto, ¡perfecto! Mawlana Sheij Abdullah lo hizo perfecto, lo hizo perfecto, lo fijó todo a la perfección. ¿Cómo sabéis que él es perfecto? Por el qistas/equilibrio, lo llaman equilibrio. Él fue equitativo con todas las naciones, dentro de cada nación con toda persona y, en las personas, con todo tipo de personalidades. Él fue equitativo, y nadie que viniera aquí pudo decir: "No gusté a Mawlana Sheij, no me prestó atención ni me escuchó" - nadie, ¡nadie!



En cambio, si decís: "Bahauddin, sí... unas veces prefiere este lado, otras prefiere ese lado". ¿Puede la gente decir eso? ¡Sí!, hay alguna distinción entre personas, pues no soy perfecto como Mawlana Sheij. Nadie puede ser perfecto como Mawlana Sheij, sólo Sheij Mehmet. Él le dio esa perfección, y es como una vestidura: si te la invisten, puedes manejarlo. En cambio, si no tienes esas ropas, serás alguien común. Así debemos medir [las cosas] - debéis ver, y así se debe entender.



Quizá muchas personas ya sepan esto, pero mi deber es recordar, pues Allah Todopoderoso dijo a Rasulullah: "Fadhakkir" (87:9). Y Sayyidina Muhammad (saws) preguntó: "Ya Rabbí, ¿cómo puedo preguntarles por Tu Nombre, por Ti, y que crean en Ti?". "Fadhakkir" (87:9) - Él dijo: "Hazles recordar, ya que Mi Ser [está] en el sistema". LaKalimatullah [de] Allah está en Su siervo. La orden a Rasulullah fue: "Fadhakkir" (87:9) - “Sólo recuérdales que Allah Todopoderoso es el Creador Absoluto, Allah”.



Y dijo Él: "Algunos vendrán, otros renegarán". [Por eso], nuestro deber es recordar, en primer lugar a nosotros mismos - ya que en verdad no somos estables, pues tenemos nuestro ego. En realidad no somos fuertes, porque tenemos nuestro ego. En verdad, estamos confundidos por nuestro ego. Lo que hacemos ahora... sólo vamos hacia un mayor dominio de nosotros mismos, hacia más poder y estabilidad. Eso hacemos, y sólo con que hagáis eso, ya es más que suficiente. Si no lo hacéis, os echaréis a perder.



Y Mawlana Sheij no quería que nadie se perdiera -que un solo cuerpo se perdiera en esta tariqa-, ya que Mawlana Sheij es quien recogía, el recolector. Él nunca empujó… Mawlana Sheij nunca hizo así, Mawlana Sheij hizo así. Él recoge para la Ummata Muhammad, por eso tenía el Maqam de Rasulullah: "Wa ma arsalnaka illa rahmatan lil`alamina" (21:107). Ese Maqam no puede ser para todos, ya que Mawlana Sheij fue enviado al mundo entero.



Es el Maqam que él maneja, y no es fácil manejar un Maqam así, pues habláis a las naciones y a la gente, no habláis al grupo que conocéis. Habláis a diversas naciones, de las que no sabéis qué comen, qué beben, cómo ríen, cómo hacen drama, cómo... Es algo muy difícil, si vais a naciones diferentes, no sabéis nada. Pero Mawlana Sheij lo manejó y manejó, porque tenía ese secreto de Rasulullah (saws). Y todos dicen "Fadhakkir"... - cuando él dice "Fadhakkir" (87:9), todos: "¡Sí, aquí estamos!", lo reconocen al momento.



Y pedimos... - esto ya es un khutba, no es charla de café. Esto viene del corazón de Mawlana Sheij Adnan, quien es ¡masha'Allah! un gran awliya, al que Allah Todopoderoso dio tan alto maqam. Me encontraba un día en Londres, y Mawlana Sheij le dio un sohba muy especial, uno muy especial para él. Yo escuchaba… -¡si hay cosas especiales, escucho de verdad!-, y ese sohba es uno de los sohbas más bonitos que oí.



Él decía: "Ya Sheij Adnan, debes saber que la corona está sobre la cabeza del Sultán. La corona debe tener joyas, y cada joya tiene su propio lugar allí. Ninguna joya tiene envidia de las otras joyas, porque saben que están sobre la cabeza del Sultán, en la corona del Sultán, y no puede haber nada más elevado". Esto es... aún lo recuerdo como si fuera hoy, es como si ahora hablara conmigo.



Así es Mawlana Sheij: "Intenta estar en esa corona. Aunque estés aquí, sólo importa que estés en la corona". Y esto... hacemos todo lo posible por estar en esa corona, e insha'Allah Mawlana Sheij Nazim y Mawlana Sheij Abdullah aceptarán situarnos en esa corona. Da igual ser la piedra más pequeña - o la última, que ni se ve. No importa, lo que debéis saber es que estáis en la corona.



Wa min Allahi t-tawfiq. Bi hurmati l Habib, bi hurmati l-Fatiha.



Enlace al vídeo:



Be in the Crown - Hükümdarlığın İçerisinde Olun - كن في التاج




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