miércoles, 5 de octubre de 2011

Contentamiento - ó ¿Hubieran Preferido Haber Nacido Ratones ?



Grand Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani ar Rabbani.
Debemos ser agradecidos al Señor por el favor que nos ha otorgado creándonos seres humanos. El es el Creador de todas las criaturas, y si El hubiera deseado crearnos como perros, mulas, burros, víboras, escorpiones o ratones, que objeciones podríamos haber dicho? El es nuestro Creador y el de ellos, y deberíamos estar contentos que El nos vistió en tal noble forma. Tanta gente viene a mí quejándose sobre sus vidas, y algunas veces les pregunto: "Hubieran preferido haber nacido ratones?" Les hago esta pregunta para recordarles que sean agradecidos, para mantener la actitud correcta en su relación con su Señor.
Tratar y mantener esta actitud correcta es la primera cosa que se les enseña a los principiantes en todo Camino Sufí, en todas las cuarenta y una Tariqats. Quienquiera que sostenga haberse unido a sí mismo a un Sheikh debe ser consciente de que no puede ir a ningún lado hasta que logre contentarse a sí mismo con todo lo que su Señor hizo que le ocurriera, tanto lo amargo como lo dulce. Si ustedes tienen la esperanza de alcanzar el placer de Dios debemos estar agradecidos con El Todopoderoso, y dejar de lado la queja. Si estamos contentos con EL, El está contento con nosotros; y si estamos disgustados con El, El también estará disgustado con nosotros y si nuestro Señor está disgustado con nosotros, somos criaturas desagradables y lastimosas.
La llave de la felicidad aquí y en el más allá es el contentamiento con nuestro Señor. Pero poca gente alguna vez alcanza esa llave, y la vasta mayoría pasan sus vidas en lamento y queja. La queja es, de hecho, el pasatiempo favorito de la mayoría de la humanidad. La gente está siempre buscando una oportunidad para quejarse, creando situaciones en las cuales expresar su queja obsesiva. Cuando dos mujeres se reúnen usualmente es para escuchar las quejas mutuas. Los hombres son grandes lamentadores también, y en una reunión de hombres uno escucha cantidad de quejas.
Solo a un pequeño grupo de gente a veces se le ocurre agradecer a su Señor por haberlos creado como la más respetable y honorable de todas Sus criaturas: la humanidad, la corona de creación. Ante tanta ingratitud de Sus servidores, el Señor dice:" Oh Mi servidor, te estás quejando de que te he creado de la humanidad? No se te ha ocurrido que, si te hubiera creado burro, todos los días te pegarían cien veces con un palo y comerías heno y vivirías en un establo? Podría haber sido esa una vida más satisfactoria para tí ; hubiera alcanzado tus expectativas y demandas? Está es la recompensa que obtengo por haberte creado de la humanidad - que todo lo que haces es quejarte y continuar insatisfecho?"
Por lo tanto, es muy importante para cualquiera que sostenga estar en un camino sufí haberse unido a un Sheikh que deje la queja y este contento con todo lo que ocurre. Esto lo puede lograr recordando que cada evento y estado es el resultado de la Voluntad de su Señor. Nada nos puede ocurrir excepto lo que el Señor ha querido que ocurra, El lo desea y así sucede. El famoso poeta turco y amante de Dios, Yunus Emre expreso la actitud de un servidor que se ha entregado, de la siguiente forma :
" Oh mi Señor, todo lo que Tú mandas a mi camino está bien, y con ello yo estaré contento. Sea una rosa que Tú me das, o una espina en mi costado, yo los aceptaré a ambos con el mismo grado de contentamiento. Mi Señor, ya sea que Tú me concedas prosperidad y éxito, vistiéndome en un manto de honor, o mandes sobre mí desastrosas aflicciones y me vistas con una mortaja, ambas son satisfactorias y un placer para mí aceptarlas, ya que lo que me importa es que Tú las has enviado, y no lo que haya ocurrido."
Esta actitud es el más alto nivel de servidumbre al Señor, y luchar por la perfección de este atributo es el objetivo de cada Tariqat Sufí. Dios Todopoderoso "aparece" a Sus servidores tanto como el Otorgador de favores (Lutf) o en el aspecto de Su Fuerza (Qahr), Su Poder de destruir y de hacer que todo se someta a Su Voluntad, como lo deseado y como lo no deseado. Al igual que la rosa y la espina son partes de la misma planta, el mismo y Unico Dios puede dar a aquellos de una clase viviendo en el mismo mundo vidas que son totalmente diferentes y divergentes: El puede hacer que la vida de una persona sea fácil y que la vida de otra persona sea una aflicción.
Ser firmes y entregados en tiempos de privaciones es una cualidad que todos deben buscar - especialmente aquellos que claman ser Sufíes y seguir a un Sheikh. La presencia o ausencia de este atributo es lo que o nos ata a la condición de la gente común o nos permite elevarnos sobre el nivel de la multitud.
Yo no les estoy diciendo esto para que piensen que ustedes están tan avanzados, y que la gente común está tan abajo - no! La diferencia no debe radicar en que ustedes tengan una inflada opinión de ustedes y una baja estima por los otros: en cambio debe consistir en que ustedes alcancen realidades que son beneficiosas, permitiéndoles alcanzar el placer de su Señor. Es el nivel de la gente común estar contentos cuando el Señor les da de Sus Favores en abundancia. Cuando ellos reciben una rosa están contentos, pero cuando su Señor los pincha con una espina se enojan tanto, se quejan y comienzan a culpar a su Señor. Tal comportamiento no es digno de un Sufí, ya que cuando un Sufí es pinchado por la espina de su Señor, él debe decir: " Está bien para mí, ya que mi Señor me la está mandando."
Permítanme contarles un cuento: Erase una vez un caballero. Mientras caminaba por sus jardines un día acompañado por su servidor vió un pimiento creciendo en su parra. Lo cortó y lo mordió; encontrándolo amargo lo escupió y le dió el resto a su servidor para que se deshaga de él. Pero en vez de tirarlo se lo comió todo. El caballero, sorprendido, le preguntó: "Cómo pudiste comerte eso, no estaba amargo?" Ahora de la respuesta del servidor debemos tomar una buena lección: "Oh mi maestro, tantas veces yo he comido cosas dulces de su generosa mano que yo estoy avergonzado, de que si alguna vez usted me da algo amargo, de rechazarlo y tirarlo. Por lo tanto yo lo comí." Las palabras de ese servidor contienen una lección que nos servirá a lo largo del curso de nuestras vidas, como una base para establecer la adecuada relación entre nosotros y nuestro Señor.
Nosotros, como servidores de nuestro Señor, debemos aceptar todo lo que venga de El y nunca rechazarlo, diciendo: "Esto es amargo; esto lastima." Seguramente nuestros egos odian la pinchadura de una espina, pero la Sabiduría Divina de la espina es que a través de su pinchazo lo bueno llegará. Algunas veces, por ejemplo, la gente va al doctor para que le recete inyecciones. A nadie le gustan las inyecciones - duelen y no son divertidas, pero a través del pinchazo de la aguja la salud suele restaurarse, o protegerse o prevenir una enfermedad. Porque somos conscientes de los beneficios de la vacunación e inoculación nos sometemos voluntariamente a las inyecciones, y la recibimos como una cosa buena.
Si podemos aceptar esto para nuestra existencia física, debemos al menos reconocer que lo mismo puede ser verdad en nuestras vidas espirituales: eventos aparentemente amargos pueden ser una causa para nuestra evolución espiritual. La pinchadura de una espina puede servir para que salga el pus en un absceso o forúnculo y permitir le restauración de la salud; ayuda a purgar nuestras impurezas. Igualmente es con todo lo que el ego odia: beneficiará nuestras vidas espirituales, por lo tanto debemos recibirlo bien.
Si podemos alcanzar esta alta Estación - La Estación del Contentamiento (Maqam Ar-Rida)- y continuamos inmutables ante todas las privaciones, hasta tomándolas como oportunidades para la propia evolución, entonces seremos como peces en el mar que no están afectados por las turbulentas tormentas enfureciéndose sobre ellos. En esos momentos tomaremos refugio en las profundidades y no seremos sacudidos por las olas; los peces pueden moverse en las profundidades de los mares, mientras que la espuma y el rocío deben sufrir las condiciones de la superficie del agua. De este modo, en esa estación, ustedes se moverán libremente por la vida y nada les impedirá moverse hacia su estación espiritual. Pero ustedes deben liberarse a sí mismos de las ataduras a la excesiva palabrería que los hace ignorar su real destino en la vida.
Esa es la Estación de la Satisfacción o el Contentamiento, y es el Rey de las Estaciones, La Estación que resplandece sobre todas las otras. Es el objetivo que debemos querer alcanzar. Yo no pretendo que hoy hayan escuchado esto y que mañana se encontrarán en esa Estación; no, eso es muy difícil. Lo que yo estoy diciendo es que con guía y determinación ustedes lo alcanzarán paso a paso. Si alguien se propone subir la Torre Eiffel debe comenzar por el primer escalón, luego al segundo y así en mas: de esta forma llegarán a la cima. Este es el método, y conociéndolo, no sería tan tonto para proponer a los principiantes de subir un solo escalón a la cima. Nuestro método es el método del progreso paso a paso hacia un objetivo noble. Y si ustedes pueden realizar por lo menos el 1% de todas las prácticas recomendadas, está bien, pero 0% no es bueno. El 100% es para Santos, pero como somos principiantes el 1% está bien para nosotros. Debemos intentar lo mejor para asegurarnos de subir el primer escalón - aunque sea uno pequeño y dudoso.
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