"El Punto De Encuentro."

El Punto De Encuentro

Sheij Bahauddin Adil an-Naqshbandi.

Sohbat del 27 de enero del 2015.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.



Allahumma salli wa sallim 'ala, Nabina Muhammad, aleyhi salam.

Salatan tadumu wa tuhda ilayh, mamarr al-layali wa tul ad-dawam.

Allahumma salli wa sallim 'ala, Nabina Muhammad, aleyhi salam.

Salatan tadumu wa tuhda ilayh, mamarr al-layali wa tul ad-dawam.

Allahumma salli wa sallim 'ala, Nabina Muhammad, aleyhi salam.

Salatan tadumu wa tuhda ilayh, mamarr al-layali wa tul ad-dawam.



¡Masha'Allah! ¡Tabarak Allah! ¡La Ilaha illa Allah, Alhamdulillah, wa shukru Lillah!La Ilaha illa Allah... ¡todo sigue Sus Majestuosas Órdenes! Si estáis aquí hoy... lo estamos según Su Majestuosa Orden. Si estáis aquí hoy, también nosotros lo estamos según Su Majestuosa Orden. Así es como Allah Todopoderoso sitúa a las personas en diversos lugares, sin que lo entiendan ni planifiquen.



Si somos capaces de aceptar lo que sucede, podemos llegar a ser los más felices del mundo. Los más felices: no sólo felices, ¡los más felices! Pero pasamos el tiempo pensando y planeando... hacemos las cosas según nos parece, según nuestro ánimo o según pensamos y planeamos. Pero, en realidad, todo llega como un programa descargado previamente, por el que debéis hacer algo determinado, comer esto, respirar eso, y estar en tal punto o tal otro. ¡Ya fue escrito!



Ahora me gustaría explicar un aspecto para hacernos la vida más fácil y más feliz. El problema actual es que no somos personas felices ni personas satisfechas. Pasamos el tiempo pensando que podemos hacerlo mejor, pero en realidad... si podéis deciros a vosotros mismos: "Mira, mi situación por el momento es la mejor que puedo tener", entonces os elevaréis del "síndrome del abajo/down" hacia arriba. Ya no estaréis en el "síndrome del abajo", porque os habréis convencido para decir: "Mira, Allah Todopoderoso me dio lo mejor que puedo manejar".



Quizá haya muchas cosas por delante de vosotros, y no podáis con ellas... ¡también es posible! Dicen que es fácil manejarse a uno mismo... ¡al menos sabéis cómo arreglaros con vosotros mismos! Después tenéis una esposa o un marido, y no importa: o el marido maneja a su esposa, o la esposa maneja al marido, ¡así que será un peso doble! Manejable... ¡dicen que es manejable! Muchas personas prosiguen su matrimonio, y muchas otras se separan porque no pueden manejarlo. No puede gestionarlo la mujer, el marido, o ambos. Dicen: "¡Pesa demasiado, no puedo llevarlo!".



Digamos que van tirando, después tienen niños, y los niños... no podéis huir de vuestros hijos, porque Allah Todopoderoso pone tal aroma en ese niño, que podéis sacrificarlo todo, excepto a vuestro hijo. Eso es para hombres y mujeres, ¡no importa! Después, quizá ese hijo o hija os dé muy buena vida, o quizá os dé mala vida. Además, si os da buena vida quizá estéis muy contentos, pero si os hace sufrir mucho quizá estaréis muy tristes y no podréis manejarlo. No es algo gestionable, ¡los niños nunca son manejables! Eso es Allah Todopoderoso, porque tenéis tal sentimiento por ese niño o niña, que estáis de manos atadas.



Pero... después vais a trabajar, y quizá abrís una tienda unipersonal. Gestionáis vuestra tienda, pero queréis tener un negocio más rentable -o cosas más rentables en la cabeza- y decís: "Vale, voy a abrir otra tienda. Así doblaré mis ingresos. Con una tercera tienda triplicaré mis ingresos, ¡y 5 tiendas son 5 veces más ingresos!". Pero Allah Todopoderoso pone la dificultad de que no podéis estar en 5 lugares a la vez, para obtener ese beneficio de una vez.



Entonces, debéis asignar un hombre allí, otro allá... y ese hombre dirá: "Mi salario es insuficiente, mis ingresos no son suficientes". Os llega otro peso encima, por lo que después de eso decís: "¡Oh, crearé una gran empresa, con miles de personas trabajando para mí!". ¡Yahu, eso son mil toneladas sobre vuestros hombros! ¿Por qué? Porque todos tendrán montones de preguntas, montones de peticiones y montones de... ¡no es fácil!



Entonces decís: "Bien, olvidémonos de las 10.000 personas, ¡gobernaremos un país de millones!". Imaginad alguien así: un hombre que gobierna sobre millones, ¡imaginad qué peso para él! ¿Pensáis que duerme como vosotros? Pone la cabeza en la almohada... ¿dormir? ¡De ninguna manera! Todas esas pobres personas que gobiernan... veis que tienen ojeras todo el tiempo. ¿Por qué? ¡No pueden dormir! ¡Si durmieran, tendrían muy buena cara!



Allah Todopoderoso les dio esa carga, ¡les guste o no! Allah Todopoderoso les pone determinado aroma en el corazón, para hacer que sigan. La naturaleza humana normal no seguiría, dirían: "¡Anda ya! ¡Da igual! Tengo mi trabajo y no es este, ¡fin!". Pero cuando están ahí [tienen] hubbu-l riyasa, ¡así es, les encanta estar al máximo nivel! Pero todo tiene un precio, ¡no lo olvidéis! Todo tiene un precio, ¡no hay nada sin precio!



Si decís: "¿Cuánto vale esta camisa?", dirán: "20quot;. "¡Oh, demasiado!". "Para usted hay otra aquí, por 5$, pero esa son 20quot;. "¿Cuánto vale esa camisa?". "2.000quot;. "¿Qué? ¡Es igual que esa y esa otra!". "No, es diferente". "Yahu, ¿cuál es la diferencia?". "Esta son 2.000quot;. "¿Y esta?". "20quot;. "¿Y esa?". "2quot;. Dicen: "Elija usted". Si os falta seso y os sobra dinero, compraréis la de 2.000$. Si sois listos y tenéis dinero compraréis la de 20$, y si no tenéis dinero vais por la de 2$, ¡es así de simple!



Allah Todopoderoso lo hizo diferente para cada uno, por eso Él pregunta: "¿Queréis ser felices?". ¿Huh? Si queréis ser felices, comprended lo que tenéis y decid: "Esto es lo mejor que merezco y puedo llevar. Allah Todopoderoso hizo que merezca esto, y puedo manejarlo". La gestión es muy importante: lo que no podáis manejar, no es para vosotros. Quizá lo tengáis entre manos 2 o 3 días, pero después... brrr, ¡se irá, porque nadie espera a nadie en este mundo!



Eso tampoco lo olvidéis: el mundo rueda, sigue, sigue y sigue... nunca se detiene. Nadie espera por nadie, por eso aquí dicen: "Cuando el siervo y Allah Todopoderoso se reúnen... ese es el punto en que os reunís con Allah Todopoderoso, sin que nadie interfiera". Dicen: "Nadie interfiere entre el siervo y su Señor, ¡nadie interfiere!". No, hay un punto en que nadie interfiere: es el punto exacto en que nadie interfiere entre el siervo y Allah Todopoderoso.



Al decir: "Ya Rabbí, te doy las gracias por darme lo mejor para mí", conectáis realmente con Allah Todopoderoso. Esa es la enseñanza de Mawlana Sheij Nazim: él era todo el tiempo humilde hasta el suelo, y a la vez extremadamente majestuoso, ¡hasta el cielo! ¿Por qué? Porque había captado este punto. Captar [este] punto os hace así de grandes, y es un punto es accesible a todos: ¡no es sólo para él, es accesible a todos!



Debéis ser listos e inteligentes para captar este punto, siendo humildes hasta el suelo ante vuestro Señor. Vuestro Señor os lo devolverá dándoos un aspecto majestuoso, ¡así es! Y si estáis en ese punto con Allah Todopoderoso, nadie interferirá. ¡Subhan Allah! Esta es una muy importante lección para mí, y es un punto importante para que seáis felices y os libréis del "síndrome del abajo".



Es porque todo el mundo tiene la enfermedad del "síndrome del abajo": cualquier pequeñez os perturba, unnhhnn... ¡os derrumbáis, y se acabó! ¿Qué es esto? En todo tenéis "Nooohh, no sé...", ¡síndrome del abajo! La hawla wa la quwwata illa Billah. ¡Ese es el mundo de hoy! Queremos estar arriba, ¡más arriba! El espíritu debe estar más alto, ¡más y más alto! [Entonces], ocurra lo que ocurra, no os afectará.



Que Allah me perdone y nos perdone. Insha'Allah seremos buenos siervos para Allah Todopoderoso, y seremos como Mawlana Sheij desea que seamos. Wa min Allahi at-tawfiq. Bi hurmat Al Habib, bi hurmat Al Fatiha.



Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.

Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.

Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.



Wa salli Ya Rabbi wa sallim ala jami al anbiya wal mursalin, wa ala kullin ajma'in, wal hamdu li'Llahi Rabbi l-Alamin, ¡al Fatiha!



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