sábado, 17 de noviembre de 2012

"MODOS DE ACTUAR."

 

 

MODOS DE ACTUAR

MOYIDDIN  IBN AL ´ARABI


(Extractos de su libro Lo Imprescindible)
"Lo primordial para ti es prestar atención en todo momento, estar atento a lo que llega a tu mente y a tu corazón (1). Reflexiona sobre esos pensamientos y sentimientos. Analízalos. Intenta controlarlos. Ten cuidado con los deseos de tu ego; salda tus cuentas con él.
Ten conciencia, vergüenza frente a Allah. Ello será un buen motivo para volverte prudente, vigilante. Te preocuparás entonces por lo que estás haciendo, diciendo y pensando, y los pensamientos y sentimientos que sean feos a los ojos de Allah no podrán asentarse en tu corazón. Tu corazón estará así a salvo de desear acciones que no estén acordes con la voluntad de Allah.
Valora tu tiempo, vive en el presente. No vivas imaginariamente y malgastes el tiempo de que dispones. Allah ha prescrito un deber, un acto, un culto para cada momento. Aprende cuál es y apresúrate a hacerlo. Primero, lleva a cabo las acciones que Él te ha establecido como obligatorias. Luego, realiza lo que ha mandado hacer por medio del ejemplo de Su Profeta. Después, haz también las acciones buenas y aceptables que Él ha dejado a tu libre decisión. Trabaja para servir a quienes estén necesitados.
Todo cuanto hagas, hazlo con el propósito de acercarte a tu Señor en tus actos de adoración y en las oraciones. Piensa que cada acción puede ser tu último acto, que cada oración puede ser tu última posternación, que puede que no tengas otra oportunidad. Si lo haces así, tendrás un nuevo motivo para mantenerte vigilante y también para llegar a ser sincero y verídico. Allah valora menos las buenas acciones hechas inconscientemente y sin sinceridad que las realizadas consciente y sinceramente.
Por encima de todo, lo que necesitas es una alta moralidad, un buen carácter, una conducta irreprochable. Has de averiguar cuáles son tus rasgos de carácter negativos y librarte de ellos. Tu relación con aquéllos con quienes entres en contacto debe estar basada en la mejor de las conductas, aunque lo que esto significa de hecho puede variar según condiciones y circunstancias.
Cualquiera que descuide un solo punto del buen comportamiento se considera que tiene mal carácter. Los hombres son creados diferentes unos de otros. Sus niveles son diferentes. El buen comportamiento y el buen carácter también están en niveles diferentes. El comportamiento no es un formalismo. No es actuar de la misma manera en cada ocasión, con respecto a todo el mundo. Has de considerar cada caso, cada individuo, según la circunstancia y la necesidad de la persona. Aprende esta regia: si una cosa se hace para traer la salvación, la verdad, la comodidad y la paz a los demás, a uno mismo y a tanta gente como sea posible, protegiéndolos, eliminando su dolor o su apuro, eso es un buen comportamiento, con la condición de que no sea hecho para el beneficio personal, sino por amor a Allah.
¿Acaso no es el hombre esclavo del Altísimo? ¿No dependen de la predestinación divina su vida y sus acciones? Está en una estructura de cuyos límites no puede salir. Su voluntad, su libertad de elección, el destino escrito en su frente están en las manos del Todopoderoso, de Quien dependen todos los actos, todos los movimientos.
El comportamiento correcto es el medio por el cual una intención se convierte en acción meritoria. Por lo tanto, es el capital más grande en manos del aspirante a la perfección. El argumento aducible para probar que ello es así se halla en aquello que dijo aquel que fue enviado con el carácter más hermoso, el último profeta, Mohadmad (la paz y las bendiciones sean sobre él).
- «He sido enviado para perfeccionar la buena conducta».
Dice Allah en el Sagrado Corán:
- Quien obre mal no será retribuido sino con una pena similar».
Pero, la recompensa de quien perdona y enmienda está con Allah.
La Ley islámica dice que puedes escoger entre exigir tu derecho o renunciar a él. Elige dejar lo que se te debe y, en vez de castigar, perdona, para que seas contado entre los compasivos, los pacíficos, los rectos, cuyas recompensas están prometidas por Allah.
También entra dentro del buen comportamiento el enfadarse y el promover el castigo cuando está justificado por el código religioso. La ira y sus manifestaciones están entre los grandes pecados si provienen de daños causados a ti personalmente. Pero, es permisible y correcto, y es parte de la conducta irreprochable y del buen carácter, el encolerizarse por algo hecho contra Allah o Sus preceptos, manifestarlo y luchar por Su causa.
Es mejor que te apartes de las personas que no creen en lo que tú crees, que no hacen lo que tú haces y que se manifiestan en contra de tu fe. Pero, a la vez, no has de pensar mal de ellos ni condenarles por lo que son. Tu intención al ignorarles deberá ser que prefieres la compañía de los creyentes. Pasa tu tiempo recordando, glorificando y adorando a Allah, en vez de estar con ellos.

Nota 1:
El gran maestro, Ibn al´Arabi-, tuvo un Shaij que solía apuntar en un papel todo cuanto hacía o decía durante el día, para, por la noche, hacer un recuento de las palabras y acciones de la jornada. Si había obrado mal, se arrepentía y pedía perdón; si había obrado bien, daba gracias a Allah. Ibn'Arabi no sólo apuntaba lo que hacía y decía, como hiciera su maestro, sino inclusive también sus pensamientos y sentimientos.

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