viernes, 8 de enero de 2016

"Consérvanos Junto a Los Puros."




Consérvanos Junto a Los Puros
Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshbandi. 
Sohbat de 1989.





Astaghfirullah min kulli dhanbin wa ma'siyatin. Madad ya Sultanul Anbiya, madad ya Sultanul Awliya. Audhu billahi min ash-shaytani r-rajim, Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. La hawla wa la quwwata illa billahi l-Aliyyi l-Azim.



Digamos la Shahadah, de modo que Allah Todopoderoso fortalezca nuestra fe: Ash-hadu an la ilaha illAllah, wa ash-hadu anna Muhammadan abduhu wa Rasuluh, sallAllahu Ta'ala alaihi wa sallam. Cada vez se renueva nuestra fe y, cuando tenemos intención de renovar nuestra fe, Allah Todopoderoso nos presta apoyo con la luz de esa fe. Él nos inviste otra luz, cada vez que decís esto obtenéis más luz. Si la luz de los creyentes fuera visible -si se mostrara-, la luz del sol en el cielo desaparecería. Por tal razón, la luz que se nos invistió... ¡este mundo no puede llevarla!



Allah Todopoderoso hace que nuestra luz se vea en el Día del Juicio. Cada uno llega con esa luz -en función de su nivel de fe- al Día del Juicio. En la medida de la luz de su fe, sus estaciones en los paraísos se iluminarán. Lo que está oculto aquí será visible allí, en el Día del Juicio todo lo del mundo se verá claramente en su realidad. Será revelado, vuestra realidad se verá en el Día del Juicio. Veremos si nuestra espiritualidad es humana, del mismo modo que nuestro cuerpo.



Ahora nos mostramos como seres humanos en este mundo, pero existe un atributo que las personas llevan en su corazón, y está oculto. Existen muchas personas de tipo monstruoso: muchas personas son como lobos, como perros, como osos, como serpientes, como escorpiones... Todos tienen un atributo oculto, escondido en su corazón. Nadie lo muestra cuando está en paz -se oculta-, [pero] cuando abrís la tapa veis lo que hay dentro. ¿Cuándo derrama la gente lo que hay dentro? ¿Cuando?



Visitante: Cuando se enfadan.



¡Bien hecho! ¿Quién lo dijo? ¡Hasan, bien hecho! Cuando se enfadan, ¡se acabó!, entonces se muestra qué tipo de persona es. Si es un caballo, un burro, un lobo, un zorro, un oso, un monstruo, una serpiente o un escorpión, entonces se verá – ¡todo se derrama!



Por esa razón, ¿qué cualidad lleva al ser humano a un estado inhumano? ¡La ira! Quien no puede controlar [o] no puede vencer a su ira, derrama la suciedad que tiene dentro. Entonces perdéis vuestra cualidad humana: tal persona no reconoce a Allah ni al Profeta (sas) en ese momento, se vuelve inhumano. ¡Que Allah nos salve de la prisión de la ira!



Quizá una persona realice incontables buenas acciones, pero si la ira le consume... Primero la ira, segundo la arrogancia, tercero la envidia y cuarto la testarudez. Todos esos atributos liquidan el lado humano, son la herencia de shaitán. Si tenéis esos 4 atributos, sois verdaderos herederos de shaitán. Si tenéis 3 de ellos, recibís 3/4 de su herencia. Si tenéis 2, recibís la mitad de la herencia de shaitán. Si tenéis uno, recibís 1/4 de la herencia de shaitán.



No existe intercesión para estos 4 atributos porque, si tenéis esos 4 atributos, sois completamente shaitán, mitad shaitán, un cuarto deshaitán o 3/4 de shaitán. ¡Sí! Si os aprisiona uno de esos atributos, todas las buenas acciones que realicéis serán inútiles. Están dentro del corazón: testarudez, arrogancia, envidia e ira.



Aún si vuestro corazón está lleno de ira, no la derraméis, ¡contenedla! Si resistís durante 40 días sin mostrar vuestra ira -y la ira es como vómito-, el diablo se mantendrá alejado de vosotros. Si sois cuidadosos durante 40 días en no mostrar ira, tras 40 días el demonio ordenará a sus soldados que no se sigan acercando a vosotros. Dice: "[No os] acerquéis más a este hombre [tras] 40 días, pues él os agota. No podéis atraparlo ni perseguirlo, ¡es inútil!". Si él no se enfada -si contiene su ira durante 40 días-, el demonio lo borra de sus apuntes: "Este hombre es inútil para nosotros, porque nosotros emborrachamos a la gente con ira, y después les hacemos hacer lo que queremos".



El hombre enfadado pierde la cabeza, el seso. Mustafa, cuando te enfades mírate en el espejo, y ve cuán feo y odioso te vuelves. Cuando lo veas, te dará vergüenza. Dirás: "¡Mira en qué me convertí!", y te rendirás. Haji Jamal dice que renunció a la ira haciendo eso. Él dirá: "La ira me afea", romperá el espejo y lo tirará lejos. "¿De verdad tengo este aspecto?". Entonces, tened cuidado con esto.



Un día, un hombre llegó a la presencia del Profeta, y le dijo a él, alaihi s-salatu wa s-salam: "¡Ya RasulAllah! Aconséjame, dame una lección para guardar". Él (sas) dijo: "No te enfades. Con eso basta, no te enfades". El hombre dijo: "Dame otro consejo, lección". "No te enfades", repitió él (sas). "Otro consejo". "No te enfades". "Otro consejo". "No te enfades", de nuevo. Si preguntara hasta el Día del Juicio: "¡No te enfades, no te enfades!", hubiera dicho el Profeta (sas).



Guardad este consejo, venid a mí y os daré otro consejo. ¿Cuál de nosotros lo guarda? ¡Mirad, Haji Jamal levantó la mano! ¿Alguno ha vencido la ira? ¡Ninguno! ¡Qué coraje tenemos al enfadarnos, en especial Ali! La ira es la afirmación de existencia del siervo, es la afirmación final de que existe: "¿Hay alguien ahí, que no sea yo? ¿Hay alguien más fuerte que yo?". [Entonces] Allah envía alguien a molestarle, para hundirle.



A quien se vuelve altanero y confía en su propio poder, es seguro que Allah lo retiene [en el suelo]. Él (awj) enviará alguien a molestarle: incluso Muhammad Ali aseveraba ser el mejor, y Allah Todopoderoso le envió un hombre que le acertó un puñetazo. ¡Aprended esta lección! "Soy el más grande y el más fuerte". Cuando uno dice eso, a Allah Todopoderoso no le gusta. Allah Todopoderoso -es seguro- asignará a alguien para rebajarlo, ¡esto es así!



La ira es un atributo que hace que os rebeléis. El demonio estaba enfadado con Allah Todopoderoso, ¡Astaghfirullah! Ved como la ira le emborrachó, ¿y a dónde le llevó? Se enfadó con Allah... ¿existe alguien que no se enfade con Allah? Cada día, ¿cuántas veces luchamos con Allah? ¡La hawla wa la quwwata illa Billah!



Allah Todopoderoso es Grande, no se molesta por nosotros, no tiene en cuenta nuestras peleas ni luchas. Alhamdulillah, si Él (awj)... ¡ni una sola persona se encontraría en la Tierra! A Él (awj) no le importa: "¡Que peleen!", dice Él (awj). Entonces, Él (awj) dice: "Combatís Conmigo, entonces haré que peleéis entre vosotros, así no pelearéis Conmigo". Ahora todos están luchando, y tenemos un dicho: "¡Ese lucha con sus ropas!". Si no encuentra nadie para pelear, se pelea con sus ropas, justo como hace Ali. Algunos desean la pelea hasta ese punto y ahora, en lugar de con las ropas, peleamos entre nosotros.



El demonio se emborrachó de ira y combatió a Allah. Vosotros os emborracháis de ira... Quien bebe no tiene cabeza, y quien está enfadado o furioso tampoco tiene control sobre su voluntad. Está fuera de sí, ¡se acabó! Y shaitán se enfadó con Allah Todopoderoso: "¿Por qué me ordenaste postrarme ante Adán (as)? ¿Cómo pudiste ordenar eso a alguien como yo? Acabas de crear a Adán, y su frente aún no tocó [el suelo] en sajda. Yo soy tu siervo orante, quien llenó Cielos y Tierra de sajda. Me diste conocimiento suficiente para enseñar a los ángeles, y aun así... ¿Qué sentido tiene postrarse ante Adán, a quien acabas de crear?".



Con tal borrachera, dijo: "Obraste mal. Es una orden equivocada, ¡algo está mal! Adán debe postrarse ante mí, ¡no me postraré ante Adán! Adán debe postrarse ante mí, ¿cómo me postraré ante él?". ¡Se emborrachó! Entonces, la ira os convierte en incrédulos, perdéis vuestras buenas acciones y sois rechazados entre la gente. La gente dice: "Es un hombre furioso, iracundo, de mal temperamento". No gusta a la gente, no gusta a los ángeles ni gusta a Allah Todopoderoso. Gusta a los demonios: "¡Oh, mirad ese hombre iracundo, qué gran amigo nuestro! Es nuestro amigo, observadlo y dale apoyo. Si él no puede encontrar a nadie, ¡haced que pelee con sus ropas!".



La ira... la ira es el atributo que hace salir lo que está dentro. Al enfadarse, sale el atributo de vuestro ego. En este mundo, el atributo de nuestro ego sólo surge en ocasiones especiales, pero en el Día del Juicio en muchas personas se verá ese atributo de su interior. Algunos llegarán como serpientes, otros como escorpiones y otros como animales salvajes. Llegarán en grupos en el Día del Juicio, aparecerán con el atributo que tengan.



Intentad llegar con atributos humanos al Día del Juicio, quien llegue como humano se salvará. A quien no llegue como humano, hasta librarse de ese atributo animal lo tratarán mal. El infierno se creó por una razón. Algunas enfermedades no pueden curarse a menos que se quemen con fuego, y también la gente tiene algunos atributos que no pueden limpiarse sin fuego. La envidia es seguro que requiere fuego, la ira requiere fuego, la arrogancia requiere fuego. "No entrará en el paraíso, quien tenga el peso de un átomo de arrogancia en su corazón". El peso de un átomo quiere decir... cuando llega la luz del sol, hay partículas volando dentro. Quien tenga arrogancia en esa medida, no podrá entrar en el paraíso y deberá ser quemado con fuego.



La testarudez... "¿Son comestibles estos alimentos? Sí. ¿Puede vestirse este zapato o esta ropa? ¿Puede usarse este coche, puede habitarse esta casa?". Os dais cuenta de que muchísimas cosas hacen de alguien un arrogante. Y si calculáis el peso de un átomo... ¡no se puede entrar en el paraíso con esa arrogancia! Esos serán quemados, y tras arder -al haber sido purificados- entrarán en el paraíso. El paraíso es el lugar de los limpios.



¿En qué nos esforzamos? Todos los Profetas... el objetivo de la profecía, la intención de los libros sagrados, de la Shariah y las tariqas, de las órdenes y prohibiciones... ¿cuál es su objetivo y propósito? ¿Por qué rezar es una orden? ¿Por qué ayunar es una orden? El Profeta (sas) trajo 500, ¡500 órdenes! Algunas órdenes son para Allah Todopoderoso, otras son buenas acciones hacia los siervos. [Y hay] 800 acciones prohibidas, que deben evitarse. El objetivo y propósito de todo ello, es hacer que los siervos estén lo bastante limpios como para entrar en el paraíso.



Los sucios... la suciedad no puede entrar en el paraíso, los sucios no pueden entrar en el paraíso. Se examinará [a cada uno] de cerca y, si hay una sola mancha de suciedad, no se podrá entrar en el paraíso. Podéis limpiar vuestro ego en este mundo -tenéis la oportunidad-, o bien… ¡esperad y no hagáis nada! Esperad hasta ser purificados en el fuego, ¡dejad este mundo sin haber sido limpiados!



Azrail -alaihi s-salam- dice la Basmala, y en el momento de tomar el alma el fuego comienza a rodear a ese; el fuego le da la bienvenida a la tumba y al más allá. Así, quien se divierta en este mundo será recibido con fuego el día de mañana. En el momento en que uno se prepara para dejar este mundo, el fuego comienza a rodearle. Tras dejar este mundo, el fuego le da la bienvenida en la tumba; el fuego le ataca por los cuatro costados.



La oración llega de un lado y cierra, el ayuno llega de otro lado y cierra, el Hajj llega de otro lado y cierra, el zakaat llega de otro lado y cierra el camino. El fuego no le toca, y él no ve el fuego. Pero, como dijimos, si no podéis entrenar, limpiar y purificar vuestro ego en este mundo, al final pagaréis por todos esos placeres. Se paga por todos los placeres y reinos de este mundo.



Jesús (as), ala Nabiyyina alaihi s-salawa s tu salam, pasaba desde un lugar a otro. Durante su viaje, mientras pasaba por un lugar, una voz le llamó: "¡Oh RuhAllah, ven aquí!". Siguió esa voz: "¡Acércate más, acércate más!". Siguió esa voz -Jesús, ala Nabiyyina alaihi s-salatu wa s-salam- y llegó a una cueva. La voz procedía de esa cueva, así que se dirigió al interior de la cueva. Entró en la cueva, miró y vio una tumba de oro. Brillaba, era de oro puro. Había una inscripción sobre la lápida, una inscripción sobre la lápida... "Lee esto", se le dijo. Jesus (as) lo leyó.



Estaba escrito sobre esa lápida de oro: "Yo goberné este mundo, el Este y el Oeste de este mundo. Fui el gobernante, y viví 1.700 años. Reiné sobre el mundo entero, y construí 1.000 ciudades". Nosotros no construimos ni una casa, ¡y él construyó 1.000 ciudades! "Desposé mil doncellas vírgenes. Nadie reinó jamás sobre el mundo como hice yo, y nadie tuvo jamás placer igual al mío. Y aun así -¡Oh mi visitante!- viví miles de años, reiné y tuve todos los placeres; [pero] cuando Azrail golpeó mi pecho con su garra, cuando esa borrachera de la muerte… [Cuando] los dolores de la muerte me llegaron, ese dolor de la muerte, en un momento me hizo olvidar todos esos miles de años de placer; pagué por ellos". El dolor de la muerte, en un aliento, ¡le hizo olvidarlo todo!



No puedo decir qué pasó después. Antes de morir -en las agonías de la muerte-, les habló de la agonía de la muerte y ordenó que se inscribiera en la lápida: "No sé a qué me enfrentaré tras esto", dijo. Si el principio es así, después empeora. "¡Oh mi visitante! Toma una lección de mí. Tú no tendrás los reinos y placeres que yo tuve en este mundo y, aunque los tuvieras, acabarías como yo. ¡Aprende la lección!".



Por esta razón, no venimos al mundo a divertirnos. Esa es una opinión equivocada, es incorrecto pensar que os divertiréis en esta vida. Sí, Allah Todopoderoso nos dio de los favores de este mundo: comer, beber, desposar a personas permitidas... Allah Todopoderoso nos lo da como bendiciones, y nos pide que nos alejemos de lo prohibido. Las acciones prohibidas os ensucian, hacen que estéis sucios. Los actos prohibidos son sucios y, si no los evitáis, seréis quemados.



Si no os contentáis con lo permitido, correréis hacia cosas prohibidas. Sed conscientes de que os quemarán con fuego, y existen toda clase de fuegos en el mundo. Allah Todopoderoso envía problemas, Él hace que empiece ahí. Ahora, nuestros jóvenes están limpios. [Están] limpios pero, si no vigilan, a medida que se hagan mayores esa oscuridad cerrará sus corazones. Al final, vienen condenados a arder en el fuego.



Intentad mantener la limpieza de vuestra juventud. Los mayores deben cortar los lazos con el amor de este mundo, pues no es adecuado para un anciano el ser ambicioso respecto de este mundo. La gente joven puede tener ambiciones hacia el futuro y podemos excusarlos, pero no es correcto para alguien mayor el tener ambiciones hacia este mundo. ¿A qué se debe? Subimos la cuesta, y ahora bajamos. Intentamos alcanzar la cima mientras somos jóvenes, pero tras alcanzar la cima comenzamos a bajar. La ambición no nos corresponde en ese momento, y seremos quemados en el fuego.



Debéis arrancar de vuestro corazón el amor por este mundo. Los jóvenes deben valorarlo e intentar usar su juventud y esa oportunidad, [deben] intentar entrar en la presencia de Allah Todopoderoso en una condición limpia y pura. Los ancianos deben renunciar a la ambición y alcanzar la Presencia de Allah sin arder en el fuego, llevando el amor de Allah a su corazón, e intentando alcanzar Su (awj) Presencia. Los jóvenes deben mantenerse limpios -deben guardar la pureza-, y los ancianos deben intentar estar limpios. El Islam es la religión de la pureza, intentad captar ese significado.



No alcanzaréis la Presencia de Allah a menos que estéis limpios. Si Allah dice: "¿No te da vergüenza dirigirte hacia Mi Presencia con este sucio atributo?", aunque Él no nos ponga en el infierno, oír esto hará que deseemos que nos trague la tierra. "¿Por qué no vienes a Mi Presencia tras lavarte? En lugar de eso, ¿viniste con el sucio atributo, Oh Mi siervo? ¿Cómo puedes venir así, sucio, a Mi Presencia? ¿No te dije, no te informé por Mis profetas que llegarías a Mi Presencia? ¿Por qué llegas así de sucio, no te da vergüenza?". ¿Cuál será vuestra respuesta? Desearéis que os trague la tierra, [pero] la tierra no os tragará [sino que] os derretiréis por la vergüenza; nos refugiamos en Allah.



Todo lo que el Profeta (sas) trajo consigo es obediencia a Allah y al Rasul, y la obediencia es un camino para limpiarnos. Allah... "Allahumma ja'alna min al-mutatahhirin", ora el Profeta -alaihi s-salatu wa s-salam-, "Oh Allah, haznos de los limpios". Cuando él dice "mutatahhirin", se refiere a los extremadamente limpios, a los puros. Hacemos esta plegaria en cada ablución: "Min al-mutatahhirin, consérvanos junto a los siervos más puros y limpios, y reúnenos con ellos".



Allah es el Uno que nos sustenta. Bi hurmati l-Habib, bi hurmati l-Fatiha.



Enlace al vídeo:



Keep Us with the Pure Ones - Bizi Temiz Kullarının Yanında Tut - أبقنا مع الأصفياء

No hay comentarios:

Publicar un comentario