martes, 14 de octubre de 2014

"Sultan Udh-Dhikr."



Sultan Udh-Dhikr
Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshbandi.
 Sohbat del 1 de junio de 1984.



[Estar en] Tariqat significa ser alguien constantemente despierto, así los demonios no puedan engañarlo. La Tariqatconcede yakazá a la persona. Yakazá: estar despierto.



Quien practica el zikr siempre estará despierto. Quien olvida el zikr, quien olvida a su Señor, puede ser engañado fácilmente por los demonios. Entonces, quien pide estar en la Tariqat, pide estar siempre despierto con el zikr, con su Señor Todopoderoso. Cuando su lengua detiene el zikr, su corazón lo continúa. Cuando el corazón se mantiene en zikr, cada órgano y cada célula por donde circula la sangre hace el zikr que lleva esa sangre. Así, todo hará zikr, lo que es unSultan-udh-dhikr.



Sultan-udh-dhikr. Puede que escuches todo tu cuerpo haciendo zikr. Quien escucha el zikr de su cuerpo y de su corazón, escucha el zikr de todo el universo. Ese permanece en zikr, en Sultan-udh dhikr. Entonces, quien entiende esa sabiduría, esa realidad del zikr, avanza. Los que no la entienden pelean contra quienes practican el zikr. Aquellos que se enfrentan a los discípulos y a las Tariqas son personas ignorantes que nunca supieron el propósito del zikr.



Ahora pides un zikr, pides estar en Tariqa, y esta Tariqa proviene del Profeta -que la paz esté con él-, pasa por [Abu Bakr] Siddiq y también por Sayiddina Ali. La Tariqa Naqshbandi toma el zikr de Abu Bakr as-Siddiq (ra), que Allah lo bendiga. Hay otras 40 Tariqas que toman de Sayiddina Alí, que Allah bendiga su rostro y esté complacido con él, que Allah lo bendiga.



Ahora, diremos para la Naqshbandi: [Mawlana concederá bayat/iniciación a un nuevo discípulo]



Audhu billahi min-ash shaitani r-rajim. Bismillahi r-Rahmani r-Rahim.



Ina lladhina yubay'unaka innama yubay'una Allah, yadullahi fawqa aydihim, faman nakatha fa innama yankuthu ala nafsah, faman awfa bima ahad alayh Allaha sayu'tiah ajran adhima.



Sadaqa Llah Rabbuna 'ala radhina biLlahi Rabban, wa bil Islami dinan, wa bi-sayyidina Muhammad -sallallahu alayhi was sallam- rasulan wa nabiyan, wa radhina bisayyidina Shaykh Abdullah ad- Daghestani shaykhan lana wa murshidan wa imaman wa qidwatan ila Llahi ta'ala, wa Llaha 'ala ma naqulu wakil hasbuna Allah wa ni'ma wakil.



Ila sharifi n-Nabiyi -sallallahu alayhi wa sallam- wa alihi wa ashbihi l-kiram, ikhwanihia min al-anbiya'i wal mursalina wa khudamayi sharayihim ila arwahi, a'imatil arbaa wa ila arwahi mashaikhina fit-tariqatin-Naqshbandiyatil-aliya, khasatan mina r-ruh imamati t-tariqa wa ghawth il-khaliqa Khwaja Bahauddin Naqshband Muhammad al-Uways al-Bukhari, wa hadratil ustadhina sultanul awliya Abdullahi Daghestani, wa ustadhina Abdul Khaliq al- Gujdawani was-sidiqiun. Al-Fatiha.



He aquí a nuestro hermano. Como lo conocimos el Día de las Promesas, ahora nos reunimos con él. Como le prometimos la Tariqa, ahora está en ella. Por él, todos decimos: Ash'hadu 'an la ilaha illa Allah, wa sh'hadu anna Muhammadan abduhu wa rasuluh (saw). Awdana hadhihi-l kalimataini shahidatain 'indaka ya Rasulullah wa hiyalana wadiatun yawm ul qiyamat ya man arsalahu Llah bita'ala rahmatan lil alamin. Amín. Bi hurmati l-Fatiha: Bismillahir Rahmanir Rahim...



Y él tiene 7 nombres desde el Día de las Promesas; uno de ellos es Abdul Malik, un buen nombre. Allah Todopoderoso lo nombró Abdul Malik. Alhamdulillah. Allah concede de Sus infinitos favores este Ramadán. Esperamos que en este Ramadán nuestros corazones tengan aperturas divinas, que llegue conocimiento divino a nuestros corazones, lo que nos acercará a la Divina Presencia. En este mes sagrado, pedimos al Señor que nos acerque a Su Divina Presencia.



Pon el zikr en tu corazón, así te acerques al Señor. Cuando te acercas a Él, Él se acerca a ti -Allah Todopoderoso-. No hace falta ir ni venir, pero así es como Él lo muestra a nuestro entendimiento. Cuando avanzamos hacia Él, Él avanza hacia nosotros -Allah Todopoderoso-. Cada zikr, cada palabra santa o nombre sagrado que pronunciamos nos acerca más. Allah Todopoderoso dispone de muchas maneras para que Su siervo se acerque con facilidad a Su Divina Presencia. No hay una sola manera, hay muchas. Puedes entrar a la Divina Presencia de muchísimas formas.



Cada palabra o aliento que recitas te acerca más a la Divina Presencia. Una vez que alguien entra, no pide salir. Se acabó. Por ejemplo: quien entra a este mundo tras nacer, y ve esto, ¿pide volver a entrar al vientre de su madre? Nunca - nadie puede decir eso en este vasto universo. Y si le pregunto, estando en el vientre, si quiere salir... ¡no! Quien entra a la Divina Presencia, aun si le ofreces todos tus tesoros, aun si le ofreces todo el universo, no saldrá de allí. No a este mundo, sino a todo el Paraíso, él renunciará por estar en la Divina Presencia.



Por eso, cada viernes, cada Juma es un yawm-ul mazid (día de abundancia). Cada viernes es un yawm-ul mazid en el Paraíso. Allah Todopoderoso invita a todos los habitantes del Paraíso a mirar Su Divino Rostro. Cuando las cortinas de Su gloria se abren y la gente vislumbra, se abandonan a sí mismos, olvidan todo el Paraíso. No piden más quemushahada (ver), exentos de sí mismos. Luego, llega el huzub-ul Izza wal Azama, y regresan a ellos mismos. Ellos se van con su Señor; luego, Allah Todopoderoso los deja volver a sus cuerpos, así disfruten del Paraíso. Mientras miran, se olvidan de todo. Todo carece de valor cuando atisbas el Divino Rostro.



Nosotros intentamos acercarnos poco a poco a Su Divina Puerta/Entrada. Pedimos que cuando vayamos la encontremos abierta, no que nos cierren diciendo: "Vete: en toda tu vida no pediste por nosotros, ¡márchate!". En cambio, para quien pide por su Señor, esa puerta abre: "Sé bienvenido, siervo Mío. Ven a Mí". Así entramos. Ahí jamás podrás encontrarte a ti mismo, ahí acabas.



Enlace al vídeo:



Sultan udh-Dhikr - Sultan udh-Zikir - سلطان الذكر







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