viernes, 3 de octubre de 2014

"El Que Todos Perdieron."



El Que Todos Perdieron
Sheij Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshbandi.
Sohbat 30 de mayo del 1984.



En el nombre de Allah Topoderoso, Todo Misericordioso, El Más Benéfico, El Más Munífico. Me refugio en Allah ante el vil satán. En el nombre de Allah, El Más Misericordioso, El Más Compasivo. No hay fuerza ni poder, salvo en Allah, El Exaltado, El Magnífico.



Oh nuestro Señor... pedimos la guía proveniente de Él hacia Él, ¿por qué?



Venimos desde países lejanos, de América a Londres, de Alemania a Londres; nuestros hermanos y hermanas vienen desde largas distancias. Es importante saber para qué vinimos a una ciudad habitada por 50 millones de personas, a reunirnos en un lugar humilde con 15 personas o más, sentadas aquí tal si fueran niños pequeños, para escuchar y aprender. ¿Qué es lo que piden? ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es su propósito? Es importante saber ese punto: es algo propio del alma, no del cuerpo.



¿Qué son los placeres? Podrán encontrarlos por doquier, tantos como pidan, ¡un montón! Sin embargo, los placeres del alma son poco comunes y muy difíciles de encontrar. Y nosotros lo que pedimos son los placeres del alma, ese es nuestro objetivo. Por eso viajamos desde muy lejos para reunirnos aquí unos con otros. Allah Todopoderoso me envió desde el Medio Oriente y a ustedes desde el Lejano Occidente. Su Sabiduría Divina nos trajo desde el Lejano Oriente y desde el Lejano Occidente a Londres, nuestro punto de encuentro. Subhan'Allah, glorificado sea Allah Todopoderoso.



Todos nosotros pedimos encontrar a alguien que perdimos. No solo nosotros lo perdimos, todos los perdieron, pero ellos no se lo plantean porque no sienten que lo perdieron. En cambio, nuestro interior, nuestro sentir, nos indica: "Oh siervo del Señor, perdiste a alguien, ¡búscalo!". Ya sabemos lo principal: ¿Para qué corremos de Este a Oeste, de Oeste a Este?



Una vez, Mawlana Jalaluddin Rumi -que Allah lo bendiga- estaba sentado entre su gente estableciendo asociación…



El principal pilar de la Tariqa o de las tariqas (sendas espirituales), particularmente de la nuestra, la Naqshbandi, es la asociación (compañía / consejo) con el maestro. Eso lleva al discípulo de la Tierra al Cielo, por eso: "Tariqatuna s-sohba". Shah Naqshband, el imam de la Naqshbandiyya, de la más distinguida Orden Naqshbandi, nuestro Sheij, elGhawth (jefe de los Sheijs) Shah Naqshband -que Allah lo bendiga-, dijo: "Nuestra Tariqa se fundamenta en la asociación con el Sheij", porque él es quien conduce a su discípulo o seguidor desde una estación inferior hasta la misma estación del Sheij por medio de la asociación. Ese wird (deber, acto de obediencia) purifica al discípulo. La asociación con el maestro lo elevará desde una estación inferior a una superior.



Mawlana Jalaluddin Rumi... ahora la gente hace de él un derviche girador, lo integran al folclore con grupos danzantes que entretienen al público. Pero él no hacía solo eso, él no solamente giraba, sino que preparaba a sus seguidores para elevarse del suelo al Cielo. Con el giro, él hacía un señalamiento. Cuando él giraba se elevaba sobre la Tierra, mostraba el camino a sus seguidores, a todos los creyentes, a todas las naciones. Y sea la gloria para Allah Todopoderoso, por hacer que él fuera aceptado en todas las naciones.



Mawlana Jalaluddin Rumi es aceptado por todas las naciones. Toda nación, incluso toda religión, acepta su giro, porque (su giro) mostró cómo el hombre puede tomar alas para emigrar de la bajeza de esta vida a la vida celestial. Incluso el Papa anterior lo elogió, exaltó a Mawlana en el ceremonial del séptimo centenario, con un mensaje que emitió sobre él.



Mawlana es una persona que señala la cima de la humanidad, esto según nuestro entendimiento. Puede que la gente común vea a Mawlana Jalaluddin Rumi en el horizonte de la humanidad, porque ellos no observan que el tope de la humanidad, o bien, la mayor profundidad del horizonte humano está en quien él veía: el santo Profeta Muhammad -que la paz sea con él-. Él sitúa el nivel más alto de la humanidad, el nivel más profundo del horizonte humano. Él ocupa ese lugar, pero la gente común no lo ve.



Ahora hay telescopios que detectan lo que podrían sus ojos, y telescopios electrónicos que detectan lo que no podrían sus ojos. Radio-electrónicos, radiotelescopios que observan galaxias gigantescas. Sus ojos son así: los ojos de Mawlana Jaluluddin Rumi son como radiotelescopios que observan quién está en el punto más lejano del horizonte humano. Él ve al Profeta Muhammad -que la paz esté con él-, pero la gente dice: "¡Oh, Mawlana Jalaluddin Rumi!", incluso el Papa lo alaba, no así a Muhammad -que la paz esté con él-, ¿por qué? Porque él no puede ver, nunca ha visto; en cambio, Mawlana Jalaluddin vio y dijo: "Postro mi cabeza donde Muhammad -que la paz esté con él- puso sus pies". ¿Quién dice eso? Quien conoce y sabe quién es Muhammad -que la paz esté con él-.



Entonces, cada cual se las arregla según su entendimiento. Allah Todopoderoso tiene una balanza que pesa a cada cual según su entendimiento. Todos sostienen una responsabilidad proporcional a su entendimiento, y todos serán recompensados según su inteligencia.



Mawlana Jalaluddin Rumi no enseñaba solamente a girar; él no los hubiera instruido en el giro con esa única pretensión, no lo hubiera hecho. Su propósito no era girar, sino enseñarle a la gente a ascender, a desprenderse del cuerpo físico para que el alma toque los Cielos. Pero ahora solo giramos, como si su camino fuera solo girar. Debemos saber cómo salir del yugo de satán. Necesitamos aprender cómo deshacernos y librarnos de satán. Mawlana Jalaluddin Rumi siembre impartía una charla, establecía asociación con todos y luego, al final, los vientos sagrados soplaban sobre los asistentes, entonces giraban. Cada vez, él y quienes estaban junto a él ascendían, abandonaban su cuerpo físico. Él tenía bastante poder espiritual para ascender. Y así, con música... luego bajaban.



Ahora comentamos sobre una de sus asociaciones. Él estaba sentado, impartía una charla con sus congregados, con su gente, con sus discípulos -ante él acudía todo tipo de persona-. Esa vez, una persona llegó corriendo. Llorando y gritando, cayó a los pies de Mawlana Jalaluddin Rumi, quien le preguntó: "¿Por qué motivo lloras y chillas? ¿Qué te sucede?". Llorando, él respondió: "Oh maestro, ¡mi hijo, perdí a mi hijo! Llevo tres días preguntando por él en todas partes, pero no lo encuentro. He hecho todo lo posible, pero no doy con él. Por último, acudo a ti. Ya que agoté todos los recursos, dejo mis esperanzas contigo. Creo que tú puedes hallarlo, nadie más que tú. Creo y confío en ti, en que tú puedes dar con su paradero, y nadie más".



Entonces, Mawlana Jalaluddin Rumi dijo: "Subhan'Allah -glorificado sea Allah Todopoderoso-. Esta persona... Oh gente, miren cómo llegó este hombre: llorando porque siente que lo perdió todo. No volverá a saborear nada en su vida; no comerá, no beberá, no dormirá, no descansará, no andará de aquí para allá, no irá a ningún lugar pidiendo nada, debido a un niño de 7 o 10 años. No obstante, yo veo que todos -no solo ustedes, Oh mis invitados-, sino todas las personas del mundo, perdieron al Más Preciado, pero no preguntan ni lloran ni gritan por Él. Veo que todos perdieron a su Señor, Allah Todopoderoso, sin embargo, nadie pregunta quién es, dónde está ni cómo encontrarlo. Ninguno llora ni clama ni grita. Observen cómo esta persona, por un chiquillo, llora sintiendo que perdió todo el sabor de su vida. Está acabado. No hallará placer en la comida ni en la bebida ni en el sueño ni en las mujeres ni en los autos ni en los caballos ni en el pasto, ¡en nada! En cambio, ustedes que perdieron al Señor, al Más Preciado, a Quien nada se compara, comen, beben, se complacen con mujeres, caballos, pasto, jardines, andando, trabajando, durmiendo... todo les parece bien".



Eso es cierto, somos gente ghafil/inconciente. Pedimos la nada, corremos tras la nada y dejamos al Eterno, al pre-eterno y post-eterno Allah Todopoderoso. Si no están buscándolo, ¿qué están haciendo aquí? ¿Qué otro propósito tiene esta vida? Si no lo buscamos, ¿qué hicimos aquí? Nada. Por eso yo vine desde el Lejano Oriente y ustedes del Lejano Occidente, vinimos a reunirnos para discernir sobre Quien perdimos y dónde podemos hallarlo.



Un judío le preguntó al Imam Alí -que Allah bendiga a Sayyidina Alí y se complazca en él-: "¿Dónde está tu Señor?". Y él dijo: "¿Dónde no está Él?". ¿Quién podría responder así, si no Sayyidina Alí? ¿Acaso hay donde Él no esté, como para que preguntes dónde está, Oh tonto? Nombra la cosa más pequeña que exista sin Allah Todopoderoso.



Un ángel se encontró con otro en el Cielo. Uno preguntó: "¿De dónde vienes?". "Vengo de la Presencia Divina sobre el Trono, ¿y tú, de dónde vienes?". "Vengo de la Presencia Divina de mi Señor bajo taht ath-thara (el punto más bajo de la creación, del lado opuesto)". Uno dijo que venía de la Presencia Divina y el otro, que venía del extremo opuesto, pero también de la Presencia Divina. De donde sea que hayan venido, puede ser de la Presencia Divina. Por eso, Allah Todopoderoso dice: A donde sea que dirijas los ojos de tu corazón, allí podrás encontrar Mi Presencia Divina, allí hallarás una Qibla Divina". Para nuestros ojos, en cambio, nos dirigimos hacia la Meca.



Allah nos hace más honorables, Allah Todopoderoso. A Él pedimos que ustedes puedan encontrarlo por medio de aquellas personas que ya lo encontraron, están con Él y solo con Él. En el corazón de quien está con el Señor, allí lo encontrarán. Si dan con alguien en cuyo corazón no está el Señor, no podrán encontrarlo. Deben acudir a alguien que siempre esté con su Señor, que lo haya encontrado, porque de lo contrario, es imposible ubicar al que perdieron. Por eso Allah Todopoderoso envió Sus Profetas a Sus naciones. Y envió al último a todas las naciones, porque él siempre estaba con su Señor. Quien llegaba a él, hallaba a su Señor junto a él. Si encuentran una persona como tal, a Él encontraron.



Ahora pedimos por Quien nos envió de Oriente a Occidente y de Occidente a Oriente. Esperamos encontrarlo en este mes sagrado, al menos oler la fragancia sagrada de Su Presencia Divina. Ese es nuestro propósito. No clamamos nada, solo pedimos encontrar Su Presencia Divina. Ese es nuestro propósito, nuestro objetivo. Y aunque seremos un grupo pequeño, no importa: pedimos estar congregados, aun si el grupo es reducido. Que haya 2 personas, 3 personas... no importa, lo que pedimos es dar con Él. Y tenemos la esperanza de recibir como señal la fragancia de Su Divina Presencia, Sus buenos olores.



Este es el día que nos acerca al mes más sagrado: Ramadán. Esperamos llevar a cabo, con las bendiciones de nuestro Señor Todopoderoso, de nuestro Santo Profeta -que la paz esté con él- y de nuestros Gransheijs, los santos, durante 30 días, nuestras asociaciones en este lugar. Pedimos entre sus favores, que hagan que nuestras lenguas se expresen y que nuestros oídos escuchen. Amén.



Wa min Allah it-tawfiq. Pedimos al Señor que nos conceda el éxito de hablar, escuchar y actuar [en consecuencia]. Bi hurmati l-Habib, bi hurmati l-Fatiha.



Enlace al vídeo:

http://saltanat.org/videopage.php?id=12396&name=1984-05-30_en_TheOneEveryoneLost_SN_a.mp4


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