lunes, 13 de octubre de 2014

"Sheij Abdullah: La Dirección Correcta."



Sheij Abdullah: La Dirección Correcta
Sheij Bahauddin Adil.
Sohbat del 5 de octubre del 2014.



¡Ópera! No somos gente de ópera, pero si queremos, podemos hacer una. Lo que puedes hacer es importante; en esta vida importa lo que puedes hacer. Alhamdulillah, Allah Todopoderoso presenta muchísimas opciones a Su siervo. Entonces, puede cazar, cantar, reír, llorar... puede estar triste, enojado, calmo, dormido... puede bailar, cantar... con talento puede ser poeta, pero también puede ser sabio, o ignorante, o cualquier cosa. Esto significa que tiene todas las opciones.



Allah Todopoderoso le concedió todo a Sus siervos. Ningún siervo puede alegar que le falta tal o cual cosa. Dicen que el cerebro de un genio solo usa un 4 o 3.5% de su capacidad total. Entonces, ¿qué piensas que hace el resto? ¿Fue creado para nada? ¿Lo pusieron de sobra? No, debe haber una razón. Cuando el siervo dice "Oh Señor, no me diste la capacidad de hacer esto ni aquello" - "Mi siervo, la puse en tu cerebro, dispuesta al uso, pero no supiste cómo usarla". Allah Todopoderoso no tiene la culpa, ¡tú la tienes! Sin embargo, Allah Todopoderoso no da la llave; eso es distinto.



Ahora, Subhan'Allah, de dónde a dónde Mawlana Sheij envía (transmite) me sorprende, a mí también me sorprende. Nosotros no tenemos contacto espiritual con los Santos; eso sería impropio. Si clamas que tienes contacto espiritual con los Santos, es un equívoco, porque primero debes verte a ti mismo y plantearte: ¿tengo el nivel para entrar a la oficina del ministro -usando términos del dunya (este mundo)- para hablarle? Y no me refiero al ministro de la súper potencia mundial de América; tampoco al de la súper potencia mundial de Rusia; no, tampoco al de la súper potencia de China, ¡no! Me refiero a estar junto al ministro de un pequeño país como Chipre, de un país chiquitico.



Con suerte y mucha persistencia conseguiría una cita en... a alguien como yo le tomaría dos días, pero a alguien con menor influencia le tomaría una semana, y así sucesivamente. Hay quienes nunca concertarían esa cita, excepto en tiempo de elecciones, ya que entonces el ministro necesita votos. Entonces, atiende a todos, puede mezclarse con todos. Esa es la otra cara de nuestro mundo realista. En cambio, los Santos no necesitan votos, no necesitan alabanzas ni que nadie los adule con "Eres así, tienes tal maqam (nivel espiritual) y tal otra cosa". Ellos no necesitan nada de eso, porque Allah Todopoderoso es Quien los provee. Esa es la diferencia entre nuestro mundo y su mundo. Entonces, si digo que estoy en contacto espiritual con mi Sheij y reparo en lo que digo, sabré que dije algo incorrecto.



Debemos entender qué es lo correcto y lo incorrecto, porque todo tiene ambas caras. Si entiendes incorrectamente, puede que sigas el camino incorrecto hasta el final, porque tu entendimiento hizo click en ese lado. En cambio, si entiendes correctamente, hacesclick en el lado correcto y por ahí sigues. Así es como funciona. Es muy simple, no hay que sacar fórmulas matemáticas sobre el asunto, no hay que sumar ni restar ni dividir; no hace falta. O haces click en lo equívoco, o haces click en lo certero. Es así de simple.



Ahora bien, hay bienes espirituales que tu Sheij -el Sheij al que ya estás conectado- te envía por medio de un canal espiritual continuamente. Ese canal espiritual siempre está abierto, pero es a ti de decir: "Oh Maestro, estoy listo para recibir de tu canal espiritual". ¿Cómo es que crees en los teléfonos celulares y no en los Awliya/Santos? Hace 50 años atrás, veíamos los teléfonos celulares en las películas americanas, lo usaban dentro del automóvil. Y recuerdo que decían: "¡Wow, qué tecnología! ¡Es algo colosal, imposible!". Quizás, en esos días era fingido, quizás no, no estoy seguro, pero nos daba una idea de: "Chicos, miren hacia dónde vamos".



También es importante que sepas hacia dónde vas, es muy importante. "Estoy en Londres, pero no sé a dónde ir", ¿entonces qué? En cambio, si sabes a qué dirección ir, estando en Londres, podrás moverte. Justamente esa es la precaución que debes tomar. No debes imaginarte allí sin saber a qué dirección acudir. Alhamdulillah, al partir, Mawlana Sheij dijo que seguiremos recibiendo su onda espiritual a través de Sheij Mehmet, de Sheij Muhammad, y de ningún otro. Puedo decir esto claramente: de ningún otro. ¡Ni lo pienses! Eso no te corresponde a ti, no llores por ello: no te corresponde a ti, sino a él. ¿Quién lo designó? Él (Mawlana Sheij Nazim) lo designó. ¿Lo designó personalmente? Sí, lo designó personalmente. ¿Es él quien necesita aprobar lo que él mismo designó? Esa es otra pregunta, una gran pregunta. ¿Quién soy yo para preguntar a Mawlana Sheij si él aprueba al que designó? ¡Qué mala manera, qué mala manera! No puede haber peor manera que esa, ¡imposible! Esa es la peor de las peores maneras. Es como inquirir: "¿Estás seguro de nombrar a este caballero? Desígname a mí. ¿Por qué a mí? Porque soy mejor". Y él dirá: "No eres mejor que él, él te supera, por eso lo nombro".



No puedes cuestionar la orden del Sultán, no puedes decirle "Majestad, su decisión es mala". Eso no ha pasado nunca en la historia. Jamás sucedió que objetaran o auditaran la orden del Sultán. Ese es el nivel superior, con el que todos contraemos responsabilidades. Si fallas o lo intentas, rindes cuentas ante el nivel superior. Pero el nivel superior no comete ese tipo de faltas, porque por encima del mismo hay otro nivel superior que le dicta: "Oh amado Sheij Nazim, Oh Sultán de Awliya/Santos, te ordenamos esto, esto y esto". Con toda su majestad, Mawlana Sheij se sentaba y decía: "Espero a que llegue la orden, luego ejecuto". Ese es Mawlana Sheij.



Si comprendes bien tomarás la dirección correcta, pero si tomas la incorrecta, siclickeaste en ella, pensarás que vas por buen camino. No importa, es a ti de decidir.



A mí me gusta repasar las historias de Mawlana Sheij Nazim y Mawlana Sheij Abdullah. Es de suma importancia señalar la personalidad de Mawlana Sheij Abdullah: ninguno de nosotros lo conoce, y quien lo conoce, lo sabe. ¿Quién es Mawlana Sheij Abdullah? ¡Qué gran pregunta! Él es Sultán de Awliya, el número 39 de la Cadena Dorada, como es sabido. ¿Quién es el número 40? Mawlana Sheij Nazim. Mawlana Sheij Nazim tomó el océano del pecho de Mawlana Sheij Abdullah y lo puso en el suyo. Un océano.



Mawlana Sheij Abdullah estuvo personalmente en khalwa/retiro con Mawlana Sheij Nazim, y con nadie más. Mawlana Sheij Abdullah hizo un retiro por su cuenta cuando era joven, por medio de Mawlana Sheij Sharafuddin, y luego junto a Mawlana Sheij Nazim solamente. Nadie era capaz de soportar la manifestación que Mawlana Sheij Abdullah lograba, nadie podía permanecer en su presencia, mucho menos en retiro. Esto debe ser comprendido. Es muy fácil salir a decir "Yo estuve con Mawlana Sheij Abdullah". Quizás yo fui mejor que tú estando con él -uno nunca sabe-, quizás Mawlana Sheij Abdullah me amaba más por ser puro, distinto a ti. Yo era inocente mientras tú eras maduro; quizás te faltó mi inocencia. Eso es cuestionable, pero no es el tema. El tema es: ¿Mawlana Sheij Abdullah hizo un retiro contigo, en la misma habitación? ¿Puedes alegar esto? No.



Cuando Mawlana Sheij Abdullah dejó de operar, hizo un último retiro junto a Mawlana Sheij Nazim, en Beirut, dentro la habitación de mi hermana. Esa puerta permaneció 24 horas cerrada. Nadie podía entrar allí. ¿Qué es esto? Por 24 horas, el Sheij y su sucesor, su más preciado. Eso hizo Mawlana Sheij Abdullah. Ese fue el tercer retiro que ellos emprendieron, y nadie más los acompañó. Entonces, a partir de esto debemos entender qué es correcto e incorrecto.



He ahí una historia sobre Mawlana Sheij Abdullah. Él falleció en el año 1973. ¿Quién fue el Sheij regente hasta el año 2014? [Mawlana Sheij Nazim] ¿Por cuántos años? 40, 41, ¡41 años! Es una gran distancia. Nosotros nos alejamos 41 años de Sheij Abdullah. Yo estoy 41 años lejos de Sheij Abdullah, y tenía 10 años de edad cuando él falleció.



Dirijo esto a los discípulos: quien no se veía con Mawlana Sheij Abdullah no puede saltarse 41 años para beneficiarse de Sheij Abdullah. De hecho, Mawlana Sheij Abdullah no te dio el beneficio a ti, sino a Mawlana Sheij Nazim. Muy claramente, él se lo dio a Sheij Nazim. Sheij Nazim fue el único, por eso lo unifica todo. Esto debe quedar claro, porque de lo contrario yerras, estás en el camino errado. Debes entender quién es tu Sheij, que no es Mawlana Sheij Abdullah. Él no es tu Sheij, sino el de Mawlana Sheij Nazim. Nosotros no tenemos conexión con él. Él es el Sheij de Mawlana Sheij Nazim. Nosotros no podemos resistir a Mawlana Sheij Abdullah -sin ánimos de ofender-. No malinterpretes: uno debe minimizarse para verse a tamaño real.



Nuestro error es que, cuando tenemos barba, vestimos al estilo Naqshbandi y usamos turbante, creemos que estamos volando. No, no estamos volando. Debes poner los pies en la tierra y entender quién eres, porque una de las mayores trastadas del ego es ponerse el turbante, dejarse la barba y decir: "Ahora sí que estoy convirtiéndome en algo". No olvides esto. No creas que el ego te lleva a clubes nocturnos, a apostar, a buscar mujeres, o que te impide orar. No, eso no es nada. El ego juega en ligas mayores y nunca en ligas menores. De ligas menores son las apuestas, las mujeres y los clubes nocturnos. El ego no considera nada de eso, lo desestima, ni siquiera lo incluye en sus cálculos. Debes entender eso para saber cómo lidiar con tu ego. Cuando llevas turbante, uno que agrandas cada vez más -igual que tu barba-, el ego dice: "¡Ya estás completo!". Sí, esto es una realidad. ¡Tienes que despertar, tienes que despertar! No puedes seguir llevando esa carga tan pesada.



Ahora no estoy diciendo que seré algo, no estoy diciendo que seré un gran Awliya, solo charlo, doy una charla de café. ¿Por qué dices que es una charla de café? Sí, porque está libre de ibdi'a/alegatos, está libre de aserciones. Quien se siente feliz de estar aquí, que esté; quien no... no importa.



Ahora, hay que saber que Sheij Sharafuddin (qas), el Sheij de Mawlana Sheij Abdullah dijo: "Abdullah Effendi, tú eres mi discípulo y mi sucesor, pero no puedo ver el pie que pondrás sobre tu maqam, está muy alto". Entonces, imagina al número 38 de la Cadena Dorada diciéndole esto a Sheij Abdullah, y luego decimos que Sheij Abdullah es nuestro Sheij... ¡no lo es! No tienes lo requerido para ser su discípulo. Debes entender esto.



Mawlana Sheij Abdullah era extremadamente jalali, ya sabes qué quiere decir jalali: disciplinado. Con él nadie podía jugar los juegos que jugamos hoy, ¡de ninguna manera! Él no relajaba, pero dijo: "Nazim Effendi, dejo en ti ser jamali". Entonces, somos afortunados de estar con Mawlana Sheij Nazim, porque él siempre nos muestra el rostro bello de la Tariqa; el rostro bello, el que tolera todas las cosas, por el que sentimos la belleza de la Tariqa.



Muchos saben lo que todas las Tariqas requieren cuando acudes a ellas. Lo primero que te dicen es "Debes ser disciplinado, tener tal contextura, estar de tal forma, ser así y asá", excepto Mawlana Sheij Nazim, quien decía: "Está bien, entra, solucionamos ese problema luego", "Podemos arreglárnoslas contigo, solo ven, entra", "No pido de ti que seas de tal manera ni que estés de tal forma", "Ven, solo ven". Él es como el padre de todos, que dice: "Algunos de mis hijos son traviesos, otros son obedientes, pero todos son mis hijos", "Tú solo ven, ese problema lo resolvemos luego". Así nos trató Mawlana Sheij, en cambio, Mawlana Sheij Abdullah, ¡nada que ver! Yo tengo cortos recuerdos de él.



Un día yo iba a casa de mi tía. Yo iba a la escuela por la mañana y mi hermana por la tarde. Mi madre me dijo: "Espera que tu hermana salga de la escuela y llévala contigo". Y dije: "¡Uh, sí!", pero la dejé y me fui a casa de tía. Al otro día, cuando regresé... Eso llegó a oídos de Mawlana Sheij Abdullah. Yo tenía 8 años de edad. Cuando Sheij Abdullah se enteró, dijo: "¡Tráiganmelo!". ¡Sí! Yo iba a besar su mano, entonces vi que Sheij Mustafá, que Allah lo bendiga, corría tras de mí: "¡Gransheij quiere verte!". "¿Qué?". Corrí, ¡corrí!, pero él me atrapó y me llevó a donde Gransheij, quien me dio una lección tan dura mediante el sermón, que pasé toda la noche llorando. Y entonces recuerdo: "Debes ser cuidadoso con todo". Debo ser cuidadoso con todo, no es propio de mi camino decir "Soy libre. Mi hermana puede quedarse en la casa y yo solo. Eso no es nada". No.



Así trataba Mawlana Sheij Abdullah los asuntos muy menores y muy mayores, con el fin de que los entendieras. Él era así: jalali y agudo. Si me dices que alguien hizo eso, te diría: "Bueno, quizás la próxima vez él lleve a su hermana", pero Mawlana Sheij Abdullah jamás diría eso. Él lo haría perfecto, entonces, no llegues hasta ahí: te quemarás. No vayas hasta allí, estate en el lado compasivo. Mi consejo es que estés con Mawlana Sheij Nazim y no con Mawlana Sheij Abdullah. No lo recomiendo -al menos yo, no lo haría-, porque a los 8 años lo hice, y todavía hoy lo recuerdo. Hoy, con 50 años, todavía lo recuerdo, y no lo olvidaré hasta el día en que muera. Mawlana Sheij Abdullah no es para nosotros, es para Mawlana Sheij Nazim. Esto debe ser sabido.



Hoy hablamos sobre el pasado para iluminar nuestro futuro. Digo esto para los discípulos que creen ser listos, que creen tener potestad y juegan con las palabras, como si fueran magos de la retórica. "¡Oh, sí! Quizás es como dices". Esto no es filosofía. Esto no es filosofía, es Tariqa. Y la Tariqa tiene sus normas y regulaciones. Si vas a un banco y dices: "Quiero ingresar este dinero", te dirán: "No, antes debo verificar de dónde viene este dinero y que haya pagado impuestos". Y mientras más dinero llevas al banco, mayor es tu problema: debes explicar cómo obtuviste esa cantidad. Entonces, explícame por qué llegamos a creer en el sistema bancario y su infalibilidad, y no en el sistema Naqshbandi, lo que nos hace sentir muy libres del mismo. El sistema bancario penaliza con tal y tal, en cambio, el otro sirve a tu vida eterna; juegas con tu vida eterna.



Esta es mi advertencia, primero para mí mismo y luego para todos aquellos que se creen muy listos, muy genios, que aseguran estar en el camino recto, que todo lo que hacen es correcto, que todo lo que llega es para ellos y que el consejo es bueno si les deja una ganancia personal.



Mawlana Sheij nunca pensó en su propio beneficio; si lo hubiera hecho, hubiera legado billones, pero él no dejó ni un solo centavo, ni un solo dólar, ni un solo euro.Alhamdulillah, él dijo "Soy libre. Lo que Allah me da, lo distribuyo", "Lo que Allah me da, lo doy". Alhamdulillah, poder decir esto nos hace felices, sentimos orgullo por lo que él hizo, y no pedimos herencia de su parte, no pedimos riquezas de él. Solo pedimos sus bendiciones, rendirle lealtad y estar bajo sus pies. Eso es muy importante. Estar a los pies del Sheij es muy, pero muy, importante.



Esto debe quedar claro y ser comprendido, porque de lo contrario sufriremos una gran pérdida. Advierto, y seguiré haciéndolo hasta que las cosas se arreglen. Pero si no se arreglan, seguiré advirtiendo, porque ese es mi deber. Mawlana Sheij me asignó estar aquí para hablar, como un advertidor. Yo no soy nada. Si quieres escuchar, está bien, igualmente si no quieres escuchar. Sin embargo, mi deber es advertir. Ya sabes cómo el semáforo da luz roja, naranja y verde. A las 4 de la madrugada, cuando no hay nadie en las calles, ese sistema de luces continúa funcionando, nunca se apaga. Así soy yo, ¡nunca me apago! Seguiré advirtiendo... si unos cuantos escuchan está bien, si unos cuantos hacen caso omiso, también está bien. Mientras, yo cumplo mi deber de semáforo.



Wa min Allahi t-tawfiq. Bi hurmati l-Habib, bi hurmati l-Fatiha.



Enlace al vídeo:

http://saltanat.org/videopage.php?id=12449&name=2014-10-05_en_TheRightAddress_SB.mp4

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