miércoles, 10 de septiembre de 2014

"El Comercio Divino."



El Comercio Divino
Sheij Mehmet Al-Haqqani An-Naqshbandi.
 Sohbat del 20 de agosto del 2014.



Sea la paz, la misericordia y la bendición de Allah con ustedes.



Me refugio en Allah ante el vil satán. En el nombre de Allah, El Más Misericordioso, El Más Compasivo.



Dennos soporte, Oh Rasul'Allah, Oh distinguidos compañeros de Rasul'Allah. Dennos soporte, Oh Sheijs. Danos soporte, Oh Mawlana Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani, autorízanos. Nuestra vía es con el sermón y la bendición está en la reunión.



Que Allah nos mantenga ocupados con buenas obras. Que Allah nos mantenga ocupados con las acciones que Él ama. Que Allah nos haga amar tales acciones. Que Allah nos haga apreciar el camino recto; si no, nuestro ego nunca querrá ninguna de esas cosas.



Cuando Allah quiere algo, el hombre no puede hacer nada, excepto eso. Gracias a Allah, por habernos creado de este modo, por imponernos la rendición de obras de bien, por hacer que nos guste lo bueno y que apreciemos la compañía de gente buena. Esas son cosas muy buenas que debemos cuidar mucho. Esas son cosas que necesitamos para la otra vida, cosas que depositamos en nuestro almacén de intercambio para el Más Allá, como municiones, transporte y así sucesivamente. Sirven para comerciar bienes de la otra vida. No pierdas ninguna oportunidad que se te presente; incluso el mínimo bien, ¡intenta hacerlo!



Todo acto que realices, hazlo por amor a Allah. Incluso si alimentas a un animal que vive en las calles, aliméntalo por el beneplácito de Allah. Lo que sea que hagas, hazlo en aras de obtener el beneplácito de Allah y de recaudar para la otra vida. Nosotros recaudamos buenas obras, aunque hoy en día no es tan fácil aunar tales bienes en este mundo. Puede que haya ladrones o que se pudran las cosas o que un ratón se lo coma o que se humedezca y enmohezca; y hay cosas que necesitan salvaguardarse.



Una vez había un hombre... En los viejos tiempos, la gente de aquí solía cosechar distinto a como se cosecha hoy en día. Ahora, una gigantesca máquina, en un par de horas o en medio día, hace el trabajo que un hombre realizaba en un mes. Entonces, ese hombre queda libre y puede ir a hacer todo tipo de cosas impropias. Si el hombre es holgazán, causará perjuicios. El hombre no debe mantenerse perezoso.



Entonces, ese hombre recogió su cosecha, apilándola así. Le tomó algún tiempo, pero terminó con buen humor. "¡Oh! -dijo él sin dar gracias a Allah- Ya puedo ir por un trago". Sacó su botella, se sentó a beber vino y a ponderar sobre su trabajo. Había completado una gran labor y estaba feliz porque le había salido bien. "¡Oh! Ahora soy rico", dijo. "A partir de ahora disfrutaré".



Por la tarde, él ya estaba muy ebrio. Cayó la noche y el frío, entonces dijo: "Encenderé una pequeña fogata que me mantenga caliente", pero un borracho no sabe lo que hace. Encendió el fuego y con el mismo, se ardió su cosecha. Su gran cosecha quedó destruida. Luego, al día siguiente, no había cosecha. Como se acercaba el invierno, él empezó a recolectar del suelo pequeños pedazos de maíz que no se habían hecho cenizas. Eso fue lo que intentó recoger.



Y esta historia es acerca de nuestra vida en el Más Allá: vamos sumando buenas obras, pero al final, no podemos sostenerlas, damos rienda suelta a nuestro ego y lo arruinamos todo. Entonces, debemos cuidar de que todo lo que hagamos sea por Allah y luego, protegerlo, así no se caiga presa de nuestro ego.



No te distraigas, la distracción no es buena. Estás en un camino difícil, al borde de un acantilado. En cualquier momento podrías resbalar, caer y perecer. Debes ponerle mucho cuidado a eso. No digas "Hice todo eso, soy una persona realizada". No digas "Pasé toda mi vida haciendo eso", ¡sé cauto! Satán tiene muchos trucos con los que pretende arruinarte, derribarte. Si encuentra aunque sea la mínima oportunidad, te derribará de inmediato. Que Allah nos mantenga a salvo. Que nuestras buenas obras sean continuas,insha'Allah. Que estemos a salvo y protegidos.



Nosotros no confiamos en nuestro ego. Nuestras buenas obras, se la confiamos a nuestro Sheij, insha'Allah, así él nos mantenga a salvo. Lo que hacemos es lo que le place a Allah, Alhamdulillah. Alhamdulillah, seguimos las órdenes de Allah, el camino del Profeta, el camino de Santos. Estamos felices, porque Allah hace lo que a Él le gusta. Y Alhamdulillah, Él nos puso en este camino, se complació en ello. Muy pocas personas llegan al camino recto. Estamos felices: cuando transitas el camino recto, te diriges hacia la Eternidad.



Debes hacer todo lo que puedas, ¡no seas perezoso! Todo lo que haces para Allah, con la intención puesta en Allah, Allah lo recompensa y hace que tu buena acción se extienda más y más, como el comerciante, que hace que todo... El comerciante no dice "Eso es bueno, aquello es malo", sino que cuando obtiene algún beneficio, lo duplica, lo triplica, cada vez más. No importa... él está feliz, como nosotros estamos felices. Y Allah nos recompensa más que 10 veces más: 100 veces más. No digas que es suficiente, no.



Y ya que el favor de Allah va hacia ti, debes contentarte por todo, tanto por los favores espirituales y materiales como por lohalal/lícito y bueno que Allah te da. Debes estar feliz, debes aceptarlo. No digas que es demasiado ni suficiente, no. Haz todo lo que puedas hacer, porque en el lugar hacia el que estás yendo no podrás hacer nada más; allí solo tendrás lo que te lleves de este lado. Este gran favor, debes llevártelo al otro lado, cuídalo bien en este mundo, ¡no lo destruyas!



En este mundo, alguien que trae mercancías debe tener cuidado de no ponerlas en un lugar peligroso, debe alejarlas del fuego, de los ladrones, de los insectos, de las ratas... Debes guardar todo cuidadosamente. Ese comerciante guardará todo con mucho cuidado. Nosotros también debemos cuidar nuestras obras de los ladrones. El ladrón es satán, el ego y otras cosas. Todos ellos tratan de quitarte lo que tienes para dejarte sin nada.



Hay una historia sobre un granjero... Los granjeros de antes cortaban el trigo con sus manos. Segar un campo de trigo tomaba un mes, más o menos; no era como hoy en día. Hoy en día se corta en 2 horas lo que se cortaba en un mes. ¿Qué hacían antes? Primero lo cortaban a mano, luego lo secaban, lo aplastaban y le sacaban lo de adentro. Entonces, era un trabajo largo y arduo, pero era bueno, porque Allah los bendecía por ello.



Mawlana Sheij decía que después de la siega, araban la tierra con bueyes. Había más bendición, era mejor, y así la gente se mantenía ocupada. Ahora, el trabajo de un mes se hace en 2 horas. Una vez quedan libres, se van a incurrir en todo lo malo.



Pero ese hombre, no obstante, estaba feliz: ese año cosechó muchísimo trigo y lo puso en una pila. Él lo miraba... estaba muy feliz. Entonces dijo: "Hoy estoy muy feliz", y sacó una botella de alcohol de la que bebió y bebió hasta embriagarse. Como hacía un poco de frío, dijo: "Debo encender una fogata, hace mucho frío, así disfrutaré más". Cuando prendió la fogata, se quemó su trigo -toda la pila de trigo, de una vez-. Luego, cuando despertó, dijo: "¿Qué haré? Debo encontrar algo para cuando llegue el invierno". Buscó una pequeña bolsa para entrar allí lo que no se había quemado, como provisión para su invierno.



Nosotros también somos así. Hacemos algo muy bueno como para llenar todo nuestro almacén. Después, hacemos algo tan malo, que todo se agota. Ese hombre pasó un solo invierno medio hambriento, pero nosotros vamos camino a la Eternidad, por lo que sería muy malo para nosotros: si llegamos con lo bueno, Allah nos recompensará, pero si lo agotamos todo, otras cosas le restarán a eso aún más, lo que sería terrible para la gente. Por eso, debes cuidarte del ego y de satán, no seguirlos y así no destruir lo que estás haciendo. Que Allah nos mantenga lejos de nuestro ego y de nuestro satán.



No digas que tienes mucho. Allah todo lo puede. De repente, puedes quedarte sin un gramo de bien. Que Allah nos mantenga haciendo esto y que insha'Allah, no estemos contentos con nosotros mismos, con nuestros egos. Lo que hacemos, tratamos de ponerlo en otro lugar más seguro, junto al Profeta -oraciones y paz sean con él-, junto a los Santos, insha'Allah, así ellos lo guarden, porque nosotros somos débiles y no podemos guardarlo. Que Allah acepte esto de nosotros, insha'Allah.



Wa min Allahi tawfiq. Al-Fatiha.





Enlace al vídeo: http://saltanat.org/videopage.php?id=12215&name=2014-08-20_tr_TheDivineTrade_SM.mp4


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