domingo, 16 de abril de 2017

"Atención, Diputados."


Atención, Diputados.
 Sheij Mohammed Adil an-Naqshibendi al-Haqqani.
 Sohbat del 25 de marzo del 2017.

 As-salamu ‘alaykum wa raḥmatu Llahi wa barakatuh. 

A‘udhu biLlahi mina sh-shayṭani r-rajim. Bismillahi r-Raḥmani r-Raḥim. Aṣ-ṣalatu wa s-salamu ‘alá Rasulina Muḥammadin Sayyidi l-awwalina wa l-akhirin. Madad ya Rasulallah, madad ya Sadati Aṣḥabi Rasulillah, madad ya Mashayikhina, dastur ya Sheij ‘Abdullah al-Fa’iz adDaghistani, madad ya Mashayikhina, dastur ya Sheij ‘Abdullah al-Fa’iz ad-Daghistani.

 Ṭariqatuna ṣ-ṣuḥbah wa l-khayru fi l-jam‘iyyah.

 A efectos de que nuestra ṭariqah nos muestre el bello camino y nos enseñe los hermosos modales, [se] hace que una persona venga aceptada entre la gente, que asombre a los demás y ellos digan: "¡Qué gran persona es!". Por eso existen tales personas en la ṭariqah, Allah ‘Azza wa Jalla nos otorgó ese favor. 

Quien esté en ṭariqah debe prestar mayor atención a lo que hace, en comparación a la gente común. Se debe a que, si estáis en una ṭariqah, debéis creer que Allah ‘Azza wa Jalla [os] ve y está siempre con vosotros. Del mismo modo, nuestro Profeta صلى الله عليه وسلم y los awliya’ -cuando ellos quieren- están con vosotros y os ven. Por tanto, debéis ser cuidadosos con vuestras acciones y comportamiento. Alguien común puede hacer cualquier cosa, puede obrar el bien o el mal. Algunos -de hecho, la mayoría- siguen a sus egos. Diga lo que diga su ego, le prestan atención y obran según guste. Al estar en ṭariqah, no debéis hacer lo que quiera vuestro ego sino lo ordenado por Allah جل جلاله – debéis hacerlo en la medida que podáis.

 Existen representantes en algunos lugares, y esos diputados deben tener aún mayor cuidado. Visteis a Sheij Adnan Efendi, estuvo aquí durante quince días. Ma sha’a Llah, él está con Sheij Efendi desde hace cincuenta o sesenta años. Está con él desde la infancia y, aun así, muestra humildad en su presencia. Sheij Efendi le enseñó bien y él jamás se levantó para decir: "Soy esto y soy lo otro", jamás mostró arrogancia ni orgullo. El orgullo no conviene a la gente común, y es peor si la gente de ṭariqah se vuelve arrogante.

 Quien sea un representante, debe ser ejemplar ante la gente por medio de sus acciones, aun si no habla. Si Sheij Efendi designó a alguien como diputado, no está bien decir: "Soy esto y lo otro". La humildad es buena: "Man tawaḍa‘a liLlahi rafa‘ahu". A quien muestre humildad por Allah جل جلاله ,Allah جل جلاله lo ensalzará. Si dice: "Soy esto y lo de más allá", le dirán: "¡No seas grandioso!". Se dice: "Come grandes bocados, pero no hables a lo grande" pues, al hablar con grandilocuencia, al momento seréis castigados y avergonzados. No seréis capaces de cargar con ello, hablad en la medida que podáis llevar. Y en la ṭariqah no ha lugar alabarse a uno mismo, es la gente quien os debe alabar. 

Los dichos turcos son muy buenos, y dicen: "Los milagros de ese sheij acaban en él mismo". ¿Qué quiere decir? Que los usa en su provecho: "Hice eso y lo otro". Habla de sus milagros, y eso no es bueno. Ningún sheij verdadero contó jamás sus milagros a nadie. La gente [los] ve, pero él dirá: "Viene de Allah  جل جلاله ,yo no tengo nada". Aun si viene de sí mismo, no lo dirá. Otros lo dicen: los falsos -los derrotados por sus egos que aseguran ser sheijs- hablan de sus milagros, pero eso no contiene verdad. Esta cuestión es muy delicada.

 Quien actúe junto a su ego, no se beneficiará él mismo ni a los demás. Si seguís un camino y se os da una orden, seguid ese camino y continuad vuestro servicio. Pedid servicio, no ser sheijs ni tener rangos. Debéis decir: "Shukr a Allah جل جلاله ,Allah جل جلاله me puso aquí. Nos ven apropiados, aun sin ser nada". Y debéis hacer todo lo que podáis para hacer que funcione. Debéis apalear siempre a vuestro ego, nunca deis una ocasión a vuestro ego. Se debe a que, en la medida que alguien aumenta, tanto se fortalece su ego e intenta hacer que ese le siga. Como dijimos, puede hacer cualquier cosa, incluso en el marco de la religión. No penséis que estáis a salvo orando y recluyéndoos: vuestro ego no os abandonará hasta la muerte. Sólo al morir y en vuestro último aliento, se separarán vuestros caminos y seréis libres. De otro modo no hay rescate, y estaréis siempre en lucha. 

Debemos prestar atención a eso. Que no nos derrote nuestro ego, in sha’a Llah. Allah 

‘Azza wa Jalla es el Más Grande, y nadie puede decir: "¡Soy enorme, soy grande!". Es sólo para Allah جل جلاله el tener orgullo y ser orgulloso, sólo Allah ‘Azza wa Jalla puede hacerlo y decirlo. Al-ḥamdu liLlah, debemos alegrarnos, pues Allah ‘Azza wa Jalla nos hace estar en esta ṭariqah, siguiendo el camino del Profeta صلى الله عليه وسلم paso a paso, in sha’a Llah.
 En tariqah [se debe] seguir paso a paso, no podéis moveros lo más mínimo hacia un lado u otro, [para] seguir correctamente al Profeta صلى الله عليه وسلم.

 Y el por qué la ṭariqah ordena... Las ṭariqahs necesitan de alguien que cree una comunidad de buenas personas, les enseñe a comportarse bien, les enseñe cortesía y les enseñe a buscar lo bello en todo, en lugar de ser ásperos e insensibles a todo. Cuando Mawlana veía cemento, se disgustaba. ¿Por qué? Porque el cemento lleva su nombre escrito: muy duro y malo. Damos este ejemplo: a él le gustaban los bellos edificios de estilo islámico. Eso enseñan las ṭariqahs a la gente y, en especial, a seguir al Profeta صلى الله عليه وسلم en todo lo que él صلى الله عليه وسلم hizo – y en cómo hizo de los ṣaḥabah tales personas, cuando eran gente salvaje del desierto. Ellos se volvieron los más misericordiosos, las personas más sensibles e inteligentes.

 Entonces, en ṭariqah es también así: toma a las personas y la extrae de abajo, llevándolas más y más arriba. Y hace que, cuando la gente los vea, se complazca con ellos – en lugar de temerlos o inquietarse debido a ellos. Deben ser una ayuda para ellos, deben hacer todo lo bueno por los de la comunidad y los seres humanos. Eso es para la gente normal de las ṭariqahs. Se debe a que existen lugares, en todo lugar de toda zona... A veces, hay alguien para reunir a las personas. Ponemos un representante -un diputado de la ṭariqah-, para enseñar a la gente buenos modales y el buen camino. Dichas personas deben tener aún más cuidado, y no seguir a su ego. 

Si asistís en calidad de representante, no penséis: "Soy el awliya’, soy el sheij y nadie puede cuestionar lo que yo haga". No. Quizá estéis muy lejos y el sheij no pueda veros, pero Allah جل جلاله os ve y está siempre con vosotros. Y si seguís un camino acertado, Allah جل جلاله os ayudará, haciendo que seáis un medio para que la gente llegue al buen camino. Y por cada persona que llevéis a Allaḥ جل جلاله ,vuestra recompensa será mejor  que este mundo entero. Eso debéis pensar, en lugar de pensar: "Soy wakil, soy sheij y puedo hacer lo que quiera por mi ego". 

Alabaros a vosotros mismos es lo peor – el que un ser humano se alabe a sí mismo. Visteis a Sheij Adnan por aquí durante quince días. Él lleva más de sesenta años con Mawlana, y es muy humilde. Él es mucho más antiguo que yo en la ṭariqah y en todo, pero acepta lo que [venga] de Mawlana Sheij. Debéis aprender de lo que él hace. No se trata de que llegue gente y uno o dos años después se conviertan en wakil -diputados-, y tras eso se vuelvan como awliya’s o sheijs -mashayij. Eso no es bueno. Aun si el sheij no os ve, Allah جل جلاله os ve. Tened cuidado, temed a Allah جل جلاله y no hagáis lo que ordene vuestro ego. 

Lo peor para la gente es ser arrogante, y para la gente de ṭariqah es nefasto. Eso es que, si sois realmente sinceros, haréis cosas que no podéis... Aún sin hablar, podréis enseñar a la gente. Cuando seáis así de buenos -buenos hombres y buenas personas-, la gente os seguirá para imitar lo que hagáis. En cambio, si decís: "Soy así y asá", la gente huirá de vosotros poco a poco. Existe un dicho en turco, referido a los sheijs que no son sheijs reales [sino] falsos sheijs, y hablan de sus milagros. "El sheij milagrero" habla de algún milagro y eso es lo peor, la gente se ríe ante eso: "Volé hasta el séptimo cielo, y en el séptimo cielo vi ángeles que [seguían mis órdenes] y me llevaron aquí o allí". Algunos sheijs -algunos que dicen ser sheijs- hablan así, y tal cosa no es aceptable en modo alguno. 

Ningún sheij verdadero habló de sus milagros, no oiréis de ningún sheij hablar de sus milagros. Sólo [quienes] siguen a su ego hablan de tal modo. Entonces, debéis tener verdadera sinceridad. Y no hace falta volar: limitaos a ser como sois, y enseñad a la gente por medio de vuestras acciones y diciendo lo correcto. No [les] habléis de lo que imagináis, diferenciad entre vuestra imaginación y la realidad. La imaginación... todos son capaces de imaginar. Es cuando... En la vida, imaginar es para todos y está bien, pero no penséis que vuestras imaginaciones son reales. Ello os hace risibles y hace que -si os lo creéisseáis perdedores; y quizá el sheij ya no os acepte como representantes. 

Tened cuidado con eso y sed sinceros, de modo que complazcáis a Allah ‘Azza wa Jalla, al Profeta صلى الله عليه وسلم y a nuestro Sheij; de modo que se vea: "Ese es nuestro murid, y es muy humilde. Sacrifica su ser y hace de todo por la gente, ayuda a la gente y no quiere nada para sí mismo". Esa es la enseñanza de todas las ṭariqahs: a no ser orgullosos, y acabar con vuestro ego. Decía el Profeta صلى الله عليه وسلم" :Mutu qabla an tamutu, morid antes de morir". Él dijo que acabar con vuestro ego os hace como muertos, a los que nada afecta. No os alegraréis si os alaban ni os entristecerá que os griten, todo eso termina. In sha’a Llah, despacito iremos aprendiéndolo, in sha’a Llah. Haga Allah جل جلاله que nosotros, y en especial quienes son representantes, tengamos mucho cuidado. 

Algunos quieren un certificado. Si os fijáis, no veréis que se diera a nadie un certificado. Por tanto, acabamos con esto y no hay certificados.

 Wa min Allahi t-tawfiq, al-Fatiḥah. 

Enlace al vídeo: http://saltanat.org/videopage.php?id=16917&name=2017-03-25_tr_AttentionDeputies_SM.mp4

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