miércoles, 7 de enero de 2015

"Cerca De Mawlana."




Cerca De Mawlana
Sheij Bahauddin Adil an-Naqshbandi.
Sohbat del 28 de diciembre del 2014.





Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.

Allahu, Allahu, Allahu Allah.



Allahumma salli wa sallim ala nabina Muhammad, alaihi salam.

Salatan tadumu wa tughda ilaih mammarra layali wa tul ad dawam.

Allahumma salli wa sallim ala nabina Muhammad, alaihi salam.

Salatan tadumu wa tughda ilaih mammarra layali wa tul ad dawam.

Allahumma salli wa sallim ala nabina Muhammad, alaihi salam.

Salatan tadumu wa tughda ilaih mammarra layali wa tul ad dawam.



Dawam... ¡continuemos! Cuando Allah Todopoderoso nos da aliento, este sigue sin cesar. Tampoco cesa la zona de cotilleos, ni cesa la zona de inutilidades, la zona de confusión no cesa… ¡no para!. Mawlana Sheij nuca se detuvo, él seguía, seguía, seguía y seguía. Mawlana Sheij era alguien que brillaba por completo, era completamente claro, ¡era el más claro! Mawlana Sheij era brillante y claro, pero nosotros estamos confundidos. Eso implica que somos débiles.



Debemos [mirarnos] a nosotros mismos, en lugar de [fijarnos en] nuestro Sheij. Es el error que se da en todas partes, pues todos miran a su Sheij: "Tsk, ah, confusión, no, confusión". Ese no es modo de mirar, se mira hacia este lado. Miraos a vosotros mismos, y decid: "Huh, ¿confusión? Veo el sol, veo la luz, veo la claridad. Veo la claridad, y aún así sigo confundido"... - ¡algo va mal!



Si un hombre ciego no cree en el sol, ¿cómo le convenceréis para que crea? ¡Es ciego, no puede ver! Brilla, brilla, brilla, brilla, brilla... y el hombre ciego: "No lo creo. Estoy ciego, no puedo ver nada". ¡Ya Hu, el sol está ahí! "Tsk, tsk, tsk, tsk, no me convenceréis para creer en el sol". Es importante que entendamos esto. Si os llega una sabiduría, limitaos a tomarla - no miréis quién os da esa sabiduría. Quizá vuestro peor enemigo os dé la mejor sabiduría de vuestra vida… nunca se sabe, la peor persona puede daros la sabiduría de vuestra vida, o no sé quien...



A veces, fijándoos en un animal quizá obtengáis la mejor sabiduría… cuando Qabil/Caín mató a Habil/Abel -el primer asesinato de la historia-, dijeron que debía anotarse en el libro de "Envidias", ¡el primer asesinato de la historia! Llevó el cuerpo de Habil a hombros por 40 días, no sabía qué hacer con él. Allah Todopoderoso envió 2 cuervos. Uno mató al otro, cavó en el suelo y lo enterró. Entonces [Caín] entendió: "Se debe enterrar". Fijaos en la enseñanza de la sabiduría - es importante, pues debemos entender numerosas sabidurías. Muchos dicen: "¿Dónde hay sabiduría?". Fijaos con cuidado y ved la sabiduría, mirad con cuidado y ved la sabiduría.



Mawlana Sheij no habló de buscar la sabiduría con cuidado... ¡no, él la hizo patente! Él no puso preguntas en la mente, no os llenó la cabeza de cosas. Mawlana Sheij es muy claro, abiertamente claro, ¡Alhamdulillah! Somos afortunados por tener tal Sheij, afortunados por estar con tal Sheij y afortunados por estar bajo sus pies. Mawlana Sheij, qaddasAllahu sirrahu l-aali... ¡Sheij Abdul Wahid, masha Allah, bienvenido! Mawlana Sheij... Mawlana Sheij... él es uno de los murids favoritos de Mawlana Sheij - Sheij Abdul Wahid. ¡Sí, masha Allah!



Mawlana Sheij estaba orgulloso de su gente, Mawlana Sheij estaba contento de su gente. Le acabo de hablar al Dr. Salim del amor que tengo por vosotros, ya que Mawlana Sheij os ama. Amo a todos, porque Mawlana Sheij os ama. ¿Cómo diré que no puedo quereros, ni vosotros a mí? Quizá a algunas personas no les guste... ¡está bien, pero amo a todos! ¡Debo hacerlo, no tengo elección! ¡Debo hacerlo, no tengo elección! Debo hacerlo porque Mawlana Sheij os ama, Mawlana Sheij se preocupa por vosotros, y Mawlana Sheij os cuida.



Es para mí una wazifa, un debe... el poner esto sobre la mesa, y decir: "Mirad, hombre, ¡no me importa!". No veo personas (en concreto), veo alguien a quien Mawlana Sheij ama, ¡y así miro! No veo si eres un hombre de ese hombre, o si eres un hombre de aquel hombre... - da igual, ¡no es importante! Sólo sé que pertenecemos a Mawlana Sheij… eso es sabiduría, ¡la gran sabiduría!, el saber que pertenecéis a Mawlana Sheij. Y debéis estar orgullosos de decir: "Quizá me guste ese, quizá me siento bien con ese otro", pero digáis: "Pertenezco a Mawlana Sheij". Es la sabiduría que debéis seguir, ¡la gran sabiduría!



Debe seguirse, es importante. Nadie dice que no os deba gustar algo, o que no debáis amar algo... esto es otra cosa. Quizá tengáis 4 coches… uno de ellos será vuestro favorito, pero seguís teniendo 4 coches, y los 4 coches os pertenecen, ¡no importa! - "¡Este es mío!"... Mawlana Sheij dijo: "Vosotros... todos vosotros sois míos, ya que sois mi amanah. Debo admitiros y llevaros a Rasulullah". Esto es importante, y'ani, es de lo más importante en nuestra vida, ¡dejadlo todo y concentraos en ese punto!



Mawlana Sheij no buscaba vuestro dinero, ¡le da igual! Él no buscaba vuestro voto, diciendo: "Sí, nuestro Sheij... debe ser presidente, o rey, o... ¡debemos votarle!". Él no intentaba exhibirse por todas partes, pero a veces llamaba la atención, ¡y mucho!, en puntos 'hit' que resonaban en el mundo, ¡buum! ¡Buum, ese es Mawlana Sheij! Él es quien puede hacer todo según la orden procedente de Rasulullah.



Viajé muchos años con Mawlana Sheij, de joven. Sabéis que, de joven, no se es paciente. Queréis que todo sea rápido, y tenéis muchas cosas que hacer. Caminábamos con Mawlana Sheij, y Mawlana Sheij iba despacio, despacio... Se detuvo a hablar con el Dr. Salim, dijo que terminaría pronto y se iría a dormir. [Habló] con el Dr. Nabil, después decía: "Bien, esto debe ser...", e iba a hablar con el Dr. Munir... ¡están todos los doctores aquí, masha Allah!



Después hablaba con el Dr. Rushdi, a continuación con el Dr. Abdul Wahid, y así seguía dando vueltas… "Ya Baba, ¡rapidito, por favor!". "No", decía él, "nos tomamos tiempo con nuestros murids, porque queremos que esos corazones se fundan en nosotros. Si no les damos el tiempo justo ni el cuidado preciso... si no damos lo correcto a nuestros murids, ¿cómo se fundirá el corazón de los murids en el Sheij? ¡Debe ser así! Es una obligación, pues decís: "Fana-u fi sheij", os fundís en el Sheij. Eso tiene un proceso, necesita tiempo y cuidados, debe supervisarse de manera individual.



Por eso no podemos pensar en otra cosa que no sea Mawlana Sheij, ya que él nos observaba de uno en uno. Estaba ahí para quien llegaba físicamente, e iba en sueños a quien no llegaba físicamente. Nuestro amigo, un murid ¡masha Allah! de Nelson… Rauf, dice: "Me gustaría escribir un libro sobre los murids, y cómo se encontraron con Mawlana Sheij - lo plantearé con historias".



Él decía también: "Veo unas cosas... me hacen sentir que Mawlana Sheij fue alguien muy grande, por cómo llegaban los murids, cómo se encontraban con Mawlana Sheij, y cómo Mawlana Sheij atrapaba su corazón. Hay cosas asombrosas". Y dije: "Sí, te animo a hacerlo, al menos para saber cómo llegaba Mawlana Sheij a cada uno". Cómo podía llegar Mawlana Sheij a todos... es importante.



Hablamos de cosas globales, ¡este mundo no es sencillo! Normalmente, los sheijs estaban... digamos en la India, digamos en Paquistán, en Turquía, en Arabia Saudí, en Damasco… o eran más locales, sheijs locales. No existe un sheij internacional como Mawlana Sheij: mirad esta habitación, ¡están todas las nacionalidades! ¿Cómo? ¡Es algo imposible! Es imposible poner estas personas en una sola habitación, y que vosotros... que Mawlana Sheij les hable. ¡Es imposible! No es posible, ¡es imposible!



Y todos vosotros... os fundís en el Sheij. Es el amor de Mawlana Sheij, y cómo dio ese amor, ¡cómo dio ese amor! Bombea, bombea, bombea, bombea... ¡son las cataratas del Niágara! Las cataratas del Niágara, ¿cuándo pararán? ¡Nunca! Así es Mawlana Sheij: bombea, bombea, bombea... y vosotros decís: "¡Ya está! ¡Sheij, es demasiado!". Decimos: "¡Ya!", y él dice: "¡No, no! ¡No basta!", y bombea más, más, más... Así es Mawlana Sheij, así hace Mawlana Sheij que esté lleno, lleno, lleno, lleno... pues el corazón es grande.



Allah Todopoderoso hizo que el corazón sea lo más grande, Allah Todopoderoso no trabaja en la mente. Él dijo: "Busco vuestro corazón, no quiero nada más, Me basta vuestro corazón". Y no es una catarata del Niágara... [si hay] 10.000 o 10 millones de cataratas del Niágara, pueden manejarse si se usa correctamente el corazón. Normalmente, no usamos el corazón de forma correcta: usamos un poquito, ¡pero aún eso basta! Para nuestra capacidad, ¡estamos bien! No queremos ser grandsheijs ni queremos ser awliya, ¡no queremos ser nada! Concentraos en vuestro Sheij, ¡es más que suficiente! ¡Es más que suficiente, no necesitáis nada más!



Alguien que sea billonario... creo que es el hombre más miserable, pues no siente el sabor de comprar algo. Puede comprar cualquier cosa, ¡cualquiera! ¡Nombradla y él la comprará! ¡Nombradla, él la comprará! Eso no es bueno, no es algo bueno, porque en este mundo material todo tiene límites, todo tiene un techo. "¿Qué desea?". "Quiero comprar esto". Al segundo día, es como si llegara el genio (de la lámpara): "¿Qué desea?". "Quiero esto", y llega. "Quiero esto", y llega. Pero después... no hay lugar donde ir, ¡se acabó, llegó al tope! En cambio, en la espiritualidad no es igual.



Mawlana Sheij me enseñó a comportarme en sus viajes, y cuáles son los puntos clave. Recuerdo el primer viaje con Mawlana Sheij... nos llevó al más alto escalafón del mundo, visitando a Su Majestad el Sultán de Brunei. En esos días, él era el primer... el primer número uno. Mawlana Sheij me llevó y lo visitamos en su casa, ¡no podemos llamarlo casa, pero lo llamaremos casa! Después, fuimos a... terminamos en Sri Lanka, el lugar más pobre, más pobre, más pobre, más pobre... era como el extremo por arriba y el extremo por abajo. Lo bueno de esto es que a Mawlana Sheij lo trataron bien en el punto superior, y lo trataron bien en el punto inferior. Nada cambia en el comportamiento humano, ya que ambos lados son humanos. Así que... tick, tick, tick, tick... se recorren todos los escalones. En todos los escalones miráis y veis, y veis, y veis, y veis...



Mawlana Sheij decía: "Bre Bahauddin, ¿qué aprendiste?". "Aprendí a estar junto a ti, aprendí a estar junto a ti, Mawlana Sheij". "¿Y de las cosas que viste?". Dije: "Eso no me importa. Sé que si estoy a tu lado recibiré un buen trato en todos los niveles" - ¡algo importante, la lección más importante de mi vida! Dijo: "¿Lo viste?". Dije: "Lo vi". "¿Cambió tu corazón?". Dije: "No". Me dijo: "Dime por qué". Dije: "No me pertenece a mí, sino a ellos". Dijo: "¡Affarin, Bre Bahauddin!". Eso significa: "¡Muy buen chico!", dijo: "Muy buen chico, Affarin, Bre Bahauddin", y me sentí orgulloso.



Es importante saber que -sea lo que sea que alguien reciba en este mundo- es suyo. No hagáis que os llegue envidia al corazón, diciendo: "¿Por qué le das a él, y no a mí?". Lo que Allah Todopoderoso quiera dar no es asunto vuestro, no son vuestras cosas - allí hay envidia. Dije a Mawlana Sheij: "Es suyo, que lo disfrute y se sienta feliz con ello". ¡No es mío, es suyo! Sí, esa persona nos dio el mejor trato - eso es lo importante para mí. No me importa el "¿Por qué nos llega esto?", ¡no! Según su comportamiento habitual nos dio el mejor trato, y eso es lo importante.



Al ir a la parte más pobre, quizá no tenían mucho, pero lo ponían todo y ofrecían su mejor trato. Entonces él me decía: "¿Esto qué es?". Yo decía: "Allah Todopoderoso les dio la gran [alegría] de que vayáis a su casa y les honréis, tomando de sus alimentos y respetándoles, aunque no tengan capacidad para atenderle. Fue algo muy grande, el darles ese honor". Y dije: "Mawlana Sheij, la mejor lección que aprendí es estar a su lado, estar bajo sus alas, estar con usted - no es lo demás, ¡eso no importa! Nada es importante, ¡nada!". A esto dijo Mawlana Sheij: "¡Por eso te llevo a todas partes!".



Alhamdulillah, esta es una importante lección que me enseñó Mawlana Sheij, y la comparto con mis amados hermanos y hermanas. Es importante, porque en definitiva somos débiles siervos, somos humanos, y no sabemos cuándo nos comportamos bien y cuándo mal. Ello se debe a que nuestra naturaleza es... unas veces estáis enfadados y otras contentos. Según vuestro humor tratáis a la gente, a vuestros amigos o vuestra familia. Y esto... nunca se sabe, pero Mawlana Sheij nos decía todo el tiempo: "Mira, debes poner una barrera, una barrera fuerte. Tu barrera impedirá que salga nada de lo que está dentro, ya que esas personas no vienen a ti por el humor en que te encuentres”.



Quizá hoy no estáis de buen humor, pero a la gente no le interesa de qué humor estáis. Tanto si estáis enfermos como si estáis bien; si estáis felices o tristes, o tenéis algún problema, ¡les da igual! Debéis poner esa barrera -la barrera de la felicidad-, para que al llegar esas personas sean bien recibidas. Lo que haya detrás es cosa vuestra, no tiene nada que ver con quien os visita. Fue una lección enorme que recibí de Mawlana Sheij, y mantengo siempre las cosas separadas. Es importante hacer que nuestra gente se sienta bienvenida, y que se sientan felices en presencia de Mawlana Sheij.



Y esto... Mawlana Sheij estaba en su peor, peor, peor momento, y la gente le besaba la mano, estando él débil. Vimos cómo actuó él, y cómo trató a sus murids y a quienes le visitaban. Él nunca dijo: "Oh, me duele la cabeza, me duelen los pies, no estoy de buen humor, no tengo salud". No, él se sentaba ahí, y... "¡Nabil, baja y busca a quien quiera verme!". Así era Mawlana Sheij, ¡es una gran lección para nosotros, es importante! Quizá tengáis dolor de cabeza, pero aún así debéis cumplir vuestra wazifa, vuestro deber. ¡Así es Mawlana Sheij!



Que Allah nos haga... quizá una gota de lo que él fue. ¡Una gota de él, cualquiera, nos vale! Insha Allah estaremos bajo sus pies y bajo sus alas, aquí y en el Más Allá. No importa lo de aquí, importa el Más Allá, el Más Allá es la ganancia más importante. Quizá sea joven, quizá sea mayor, quizá sea esto o lo otro, pero lo importante es el Más Allá. No busquéis confusión, no busquéis cotilleos - pase lo que pase no miréis, concentraos en vuestro Sheij.



Sí, tengo muchas faltas, no soy completo. No soy el completo ni el perfecto, pero me esfuerzo en ser perfecto, porque soy hijo de Mawlana Sheij. Debo ser perfecto para la gente de Mawlana Sheij, para los niños de Mawlana Sheij. Debo ser perfecto y fuerte... debo serlo por él, no por mí. Quizá soy un débil siervo, no soy nada, ni siquiera un buen Musulmán. Quizá no soy buen mumin, no soy bueno en muchas cosas, pero debo ser fuerte debido a él, por él.



Que Allah me perdone y nos perdone, que Allah nos ponga bajo las alas de Mawlana Sheij y lo complazca con nosotros. Es mi único ruego referido a Mawlana Sheij: que Mawlana Sheij esté contento de nosotros. Que Allah os bendiga. Wa min Allahi taufiq. Bi hurmati l-Habib, bi hurmati l-Fatiha.



Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.

Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.

Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.



Wa salli, ya Rabbi, wa sallim, ala jami al anbiya wal mursalin, wa ahl al ajmain, wa l-hamdu li'Llahi Rabbi l-Alamin, ¡al Fatiha! ¡Sonreíd!



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