domingo, 28 de septiembre de 2014

¡Quedaos En La Mesa!



¡Quedaos En La Mesa!
Sheij Bahauddin Adil.
 Sohbat del 20 de septiembre del 2014.



¡Allahu, Allahu, Allahu Allah! ¡Allahu, Allahu, Allahu Allah!

¡Allahu, Allahu, Allahu Allah! ¡Allahu, Allahu, Allahu Allah!

¡Allahu, Allahu, Allahu Allah! ¡Allahu, Allahu, Allahu Allah!



Allahumma salli wa sallim 'ala Nabina Muhammad, alaihi s-salam.

Salatan tadumu wa tuhda ilayh mamarra layali wa tula d-dawam.

Allahumma salli wa sallim 'ala Nabina Muhammad, alaihi s-salam.

Salatan tadumu wa tuhda ilayh mamarra layali wa tula d-dawam.

Allahumma salli wa sallim 'ala Nabina Muhammad, alaihi s-salam.

Salatan tadumu wa tuhda ilayh mamarra layali wa tula d-dawam.



¡MashaAllah! Hacía mucho que no hablábamos, y todos se preguntaban: "¿Dónde está el wazir / visir?". El wazir viaja arriba y abajo, ¡tiene cosas que hacer!



Alhamdulillah, tenemos un deber que cumplir. Si el Sultán da un deber y una orden, no miráis a derecha ni a izquierda, no escucháis lo que llega ni lo que se va, os concentráis sólo en vuestro Sultán. Es importante que se entienda esto: pase lo que pase, no importa, ya que vuestro corazón debe estar con vuestro Sultán. Si estáis con vuestro Sultán, ocurra lo que ocurra a vuestro alrededor, no tendrá nada que ver con vosotros. Serán ruidos, unos comentarios, o algunos... ¿Qué pensáis de un soldado que tenga orden de acudir a su deber? ¿Pensáis que escuchará a su mujer gritando en casa: "¡No vayas!"? ¿O a su hijo: "Papi, te vas, quizá por ese deber ya no te veamos más"? Sí, él tiene sentimientos. Sí, él tiene cosas en las que pensar, pero dice: "Mi deber es antes que nada".



Nosotros somos la gente del deber, ¿por qué somos así? Porque nuestro Sultán era un hombre del deber. Tenía su deber hacia su Sheij, su deber hacia su Señor, su deber hacia RasulAllah. Él nunca dijo: "Tengo niños en casa esperándome", nunca dijo: "Tengo una familia que atender", no dijo: "Tengo esta responsabilidad, o aquella responsabilidad". Se limitaba a decir: "Sólo sigo la orden de Mawlana Sheij, sigo lo que se me ordena. No pienso en mis intereses personales, en si me llega dinero de allí, o si tengo intereses comerciales, un punto de poder, esto o lo otro". Entonces comenzáis a dar porque es vuestro deber, el primer deber. Comenzáis a dar y dais generosamente, decís: "¡No, no, no, completa esto! ¡No, no, no, debe ser así! ¡No, no, no! ¿En qué piensan? ¡No, no!".



Cuando Mawlana Sheij tenía un deber, decía a mi madre: "Haji Hanim, Haji Anne" -Haji Anne para nosotros, para él es Haji hanim-, le decía: "Tengo un deber que atender". Y mi madre le decía: "Sólo avísame cuando salgas por la puerta, eso te pido. El resto puedo manejarlo, no te preocupes por mí ni te preocupes por mis hijos, por tus hijos, ni te preocupes por cómo haremos". Y se iba así… 1 mes, 2 meses, 3 meses, 1 año. Sin noticias, sin teléfono, sin ninguna comunicación. Él estaba en su deber, y se acabó.

Nadie sabía cuándo saldría o volvería, [sólo que] él era sincero en su deber. Y no quitaba de su deber, para dar más a sus otras cosas. Así es Mawlana Sheij, así somos, así debemos ser. Así nos enseña Mawlana Sheij, y nosotros sólo seguimos su enseñanza, sólo intentamos entender su enseñanza. Eso nos llega con mucho peso, no podemos gestionarlo, no podemos entenderlo ni cumplirlo. Tampoco podemos decir: "¡No, es demasiado peso!". ¡Ya Hu!, ved cómo fue este Sheij, y después entended qué hizo y qué hará, y qué hacéis vosotros - ¡ahora es nuestro deber!



Quizá no soy espiritual, quizá soy sheij a tiempo parcial, quizá sólo me siento aquí a entreteneros... pero no se trata de entretener. Os entretienen en la TV, os entretienen en el teatro, os entretienen en el cine, podéis entreteneros a la orilla del mar o en un restaurante, podéis entreteneros en un hotel muy lujoso, o con vuestros amigos. Esto no es entretenimiento, es un asunto serio. Es un asunto muy serio, y debéis entenderlo.



No importa si sois viejos o jóvenes... creo que los más jóvenes, la generación joven, entiende más que la vieja generación… pues la antigua generación viene de los años 50, ¿y qué son los años 50? Los 50 están anticuados de verdad, ¡es muy antiguo! Los 50..., también los 60 son una antigualla, y los 70... ¡anticuado! Habláis de los años 50, 60, 70... en los 80, la gente era atea: no creían en Dios, no creían en la religión ni creían en nada. Había el movimiento comunista, el movimiento capitalista y el dictatorial - ¡todo fue en esos años! En cambio hoy, Alhamdulillah, estamos en años mucho mejores.



Todos los jóvenes entienden lo que sucede, saben qué está pasando. Y no podéis engañar a esos jóvenes diciendo: "Soy así, así y asá", o: "Yo soy este, ese, y..." - ¡os digo que no! Si se acerca un niño pequeño, decidle: "¡Sé cómo jugar a esto!", y él os retará, os dirá: "¡Enséñame cómo lo haces, enséñame el truco!". Os quedaréis bloqueados, pues debéis demostrarle si tenéis lo que decís tener, debéis estar a la altura de esa afirmación. Si yo afirmo ser un sheij a tiempo completo, debo cumplir lo que digo. Si a vosotros os parece... si decís que podéis cambiar el clima, entonces debéis conseguir ese cambio de clima. Si decís: "Puedo cambiar la situación política mundial", ¡demostradlo! Vendrán los niños pequeños a deciros: "¡Enséñamelo! ¿Puedes? ¿Puedes enseñármelo?". ¡No, no podéis!



Estas son cosas importantes que entender: ¿tenéis poder real o no? Yo no tengo el poder verdadero, ni voy tras el poder verdadero; corro tras el deber de Mawlana Sheij. Mawlana Sheij me asignó un deber. Voy tras ese deber, no tengo nada más que hacer. No tengo intereses monetarios ni comerciales, no me interesa el poder. Si alguien besa mi mano, yo beso sus pies. Si estrechan mi mano, beso su mano. Si me dicen "¡Hola!", corro a dar la mano.



Así soy, así intento ser, y así procuro enseñarme a mí mismo a hacer tales cosas. Nunca digo ser alguien espiritual... pero sé que Mawlana Sheij es el espiritual, quien puede llegar a cualquier corazón, y hacer que una piedra hable de él. Yo soy la piedra de Mawlana Sheij - no tengo ninguna relación espiritual como para decir: "Sí, veo la manifestación de Mawlana Sheij en mí, pondré eso y lo otro". No, no. ¡No malinterpretéis, no malinterpretéis!



Aquí lo importante es entender que Mawlana Sheij llega a vosotros. No podéis llegar a él - nadie puede alcanzar a Mawlana Sheij, porque Mawlana Sheij está altísimo. No penséis que podéis llegar a Mawlana Sheij, ¡no! Esto no son cosas para darles vueltas, no hay ni que pensar en ello. Si alguien dice: "Veo a RasulAllah en sueños", decimos: "¡Bien por ti, RasulAllah se acercó a ti!". No llegáis a RasulAllah, ni tan sólo podéis llegar a los menores awliya / santos. No alcanzáis lo verdadero, ¡no llegamos a tanto! Yo no tengo conexión espiritual: él llega donde estoy, para llegar hasta vosotros. Él sigue al mando, tiene el control absoluto. Lo creáis o no, podéis verlo todos los días. "Inna Allaha yumhil wa la yuhmil" - todo está bajo el control de Allah Todopoderoso.



Quizá nos equivocamos muchas veces, y no creo que haya una persona sin errores... ¡no hay forma! Yo soy el mayor pecador, ¡Alhamdulillah, lo digo! No hay problema, no tengo problemas. No tengo ningún tema, no tengo nada. No afirmo nada, ni me siento aquí a reivindicar. Sólo estoy aquí para abrir los cerrojos de vuestro camino en el viaje espiritual. No cierro, cierro y cierro vuestro camino de avance, ¡no! Mawlana Sheij me dio la llave para abrir el camino hacia vuestro viaje espiritual, pues también yo necesito esa llave - ¡la necesito, la necesito! Nunca dije: "Yo soy el que da", ¡no! No podéis decir tal cosa, ¡no podéis!



"Man 'arifa nafsa 'arifa Rabba" - os dice Allah Todopoderoso en este Hadiz Sharif: "Si os conocéis, conocéis a vuestro Señor, Allah Todopoderoso". Es porque el único lugar donde no podéis mentir sois vosotros mismos. Yo puedo mentiros, contaros una bella historia, llevaros a cualquier lugar... pero en lo que respecta a mí, ¿creéis que puedo mentirme?



Esto me recuerda una historia de Mulla Nasruddín, ¡debemos reír un poco! Un día, Mulla Nasruddín estaba caminando, y encontró un lugar de paso, por donde había un pequeño río. Él miró el río y se miró a sí mismo, calculó, y quería saltar por encima. Dijo: "Sí... si salto así, pasaré este agua que corre". Y saltó. Al saltar, se encontró en mitad del agua, y comenzó a decir: "Cuando era joven, no saltaba sólo un agua así, ¡podía saltar dos veces esta distancia, fácilmente! Pero ahora soy viejo, por eso salté dentro del agua". Miró alrededor, ¡no había nadie! Entonces dijo: "De joven eras igual, ¡nada cambió!". Así que si queréis mentiros, ¡adelante, nadie os detendrá!



Ahora dicen que son algo esos extremistas y esas batallas… es fácil hacer ruido, pero al dormir, cuando volvéis a vosotros, cuando volvéis a vosotros... ¡eso es lo importante! Cuando estéis en el momento de la muerte, durmiendo, ¿qué diréis? Me digo esto a mí mismo: llegaremos a ese día, todos llegarán a ese día. Mientras esperas a Azrail, alaihi salam, estás ahí, y no hay poder ni hay nada, ¡nada funciona! Nada funciona, las manos no pueden moverse, tampoco los pies. Él aliento es mínimo, justo para que Azrail, alaihi salam, se lleve el último. Está a la espera. Y vuestro dinero, vuestro poder, vuestra gente que os ama, los que decían siempre: "Eres así, eres asá"... Vosotros os limitáis a esperar para entregar vuestra amanah / custodia: ¿qué diréis en ese momento? Es importante entender qué diréis en ese momento, pensad en ese pequeño instante, "momento". Entonces, haced vuestros planes para el futuro, ¡no vivimos por siempre!



Quiero transmitir algo - es muy importante, y me gustaría decirlo claramente: estoy muy contento de haber llegado a mis 50s, ¿por qué? Porque estoy feliz de que mi edad llegue rápidamente a su fin. ¿Por qué? Porque quiero estar con mi Sheij. No estoy interesado en este mundo, ya no hay nada en este mundo que pueda interesarme, no son las cosas que podáis pensar. Yo, en mi ser interior, perdí lo más valioso de mi vida. Lo más valioso de mi vida se perdió, ahora este mundo no es nada para mí. Puedo decirlo: no tengo interés en nada. Quizá vosotros tengáis muchos intereses, es asunto vuestro.



Yo no hablo, pero mi voz interior dice que dentro, muy adentro, soy feliz. Digo: "¡Ya Rabbí, Alhamdulillah!". Cuando llegué a los 50, dije: "Oh, la mitad de tu vida, quizá 3/4 de tu vida, quizá casi el fin de tu vida…". Me entristecía estar en el mundo pero, tras partir Mawlana Sheij, digo: "¡Alhamdulillah! ¡Sí, muy bien, Alhamdulillah!". Esto es algo muy bueno para mí, entender que -¡Alhamdulillah!- Mawlana Sheij, te sigo, vengo tras de ti. Por supuesto, ello es si entendéis este punto - lo digo para mí mismo. Si entendéis ese punto, no os interesará ser el sheij de la tariqa, ni el líder de la tariqa, ni tener yo qué sé reinos, o dinero, o...



Esto son mis cosas personales y, como digo, de momento tenemos el deber que dio Mawlana Sheij. Eso debemos cumplir, pues mi madre me dijo: "Hijo mío, si Allah Todopoderoso te dio aliento en este mundo, úsalo y disfrútalo". En este momento, intento disfrutar la vida que me dio Allah Todopoderoso y, aparte de tener aliento, el resto me da igual. Me importa mi deber - Mawlana Sheij me dio un deber, cumplo mi deber. Mi deber es despertaros, mi deber es abofetearos en la cara, mi deber es haceros conscientes, pues venís siendo de Mawlana Sheij.



Y ahora no jugamos ni dudamos: no se trata de una pelea callejera, ni de una pela de vecinos, ni de las estupideces que perseguimos. Buscamos las cosas reales que ordenó Allah Todopoderoso, que ordenó RasulAllah, y Mawlana Sheij fue uno de los firmantes de esa orden. ¡No es una broma! Debéis entender, ¡son cosas que se os dan desde un lugar alto, alto, alto! Y desde vuestra altura de hormiga, no podéis decir: "No me satisface esta orden". Nadie os pregunta si estáis satisfechos con esa orden, si os gusta o si no. Cuando Allah Todopoderoso emite una cosa, todos deben seguirla. Quizá os guste, quizá no os guste, pero seguidlo. Quizá os hace felices o quizá no, pero seguidlo. Eso es bueno para vosotros, es bueno para vosotros.



Quizá hay una comida que no me gusta, y quizá puedo evitar esa comida, pero sigo sentado a la mesa. Comeré aceitunas, queso, zatar... voy comiendo otras cosas sin comer del plato principal, que no me gusta. Así que sigo en la mesa... no os vayáis de la mesa, pues el alimento será diferente. No quiero hablar de qué comida traerán - todos saben que os alimentáis con lo mismo que dais de comer, ¡es importante saberlo! Quedaos en la mesa, comed algo. Comed pan, comed sal, comed algo de esa mesa. Quizá no os guste el plato principal, ¡es cosa vuestra! Nadie os dirá nada si no os apetece. En cambio, si salís de la mesa comeréis algo distinto, y no sabemos cuál será la sorpresa.



Es importante estar en la mesa, ya que somos una familia. Somos la familia de Mawlana Sheij, todos los murids son familia de Mawlana Sheij. Mawlana Sheij miraba muy bien por su familia, Mawlana Sheij cuidaba bien de su familia. Mawlana Sheij es un padre real, el padre de verdad, el padre de verdad. Por eso, cuando hablo desde lo más profundo de mí mismo, entendéis qué quiero decir, ¡entendéis qué quiero decir! Es muy importante entender el deber real, entender en qué queréis obrar, y entender cómo obrar por Mawlana Sheij, ya que Mawlana Sheij es vuestra puerta a Allah Todopoderoso, ¡no lo olvidéis!



Él es la puerta hacia Allah Todopoderoso: si la cerráis, no sé por qué puerta iréis. Hay muchas puertas hacia Allah Todopoderoso, pero no sabéis dónde terminan. Eso también es importante, ya que, por supuesto, Allah Todopoderoso tiene millones de puertas, no una sola. Pero Allah Todopoderoso os dice: "Esa es la mejor, va hacia Mí". Y si decís: "Hmm... quizá esa puerta me es grande, o me es así", entonces es cosa vuestra. Nadie os empuja a pasar por la puerta. Sólo damos el mensaje de Mawlana Sheij, ya que no lo alcanzamos en lo espiritual, él llega a nosotros a nivel espiritual. Somos pequeños para llegar a Mawlana Sheij, ¡no somos nada!



Debéis entender que no sois nada, ¡entendedlo! Si entendéis que, de alguna forma, lo nada puede llegar a ser algo, entonces podéis ser algo. Pero debéis decirlo a vuestro ego: no infléis vuestro ego como un globo, para después creer que es algo real, ¡no! Debéis decir a vuestro ego: "Sólo eres un globo". Yo soy sólo un globo, ¡soy sólo un globo! Y muchos ponen aire en los globos: "Huh, huh, huh…”, pero si llega una pequeña aguja a ese globo, ¡bum, se acabó! Y esa aguja será la de Allah Todopoderoso, [pues] a Allah Todopoderoso no le gustan los egos. A Allah Todopoderoso no le gustan los egos, a Allah Todopoderoso le gusta que seáis humildes.



Incluso Mawlana Sheij... él gobernaba, y decía todo el tiempo: "No gobierno yo, sino ellos. No hago cambios, ellos los hacen. Yo no hago nada, sigo la orden de RasulAllah. Lo que llega, eso sigo". Y así nos enseñaron toda la vida. Así nos criaron, nos educaron así toda la vida, no podemos cambiarlo por las novedades que lleguen. No, somos felices con lo que tenemos, estamos muy satisfechos con lo que tenemos. Incluso... dice Sheij Mehmet: "Mawlana Sheij me asignó este deber, que yo no pedí. Él me dio este deber, y no sé qué hacer con él. Me dio este deber... ¡ellos saben qué hacen! Saben dónde llevarme, saben cómo enseñarme, saben cómo hacer enseñar".



Él nunca dijo: "Leo este fiqh, leo ese yo que sé, me gradué en tal doctorado, y soy profesor en ese ámbito". Eso es para el dunya, no tiene nada que ver con el ájira. Mirando hacia el ájira estaremos bien. Y si no miramos hacia el ájira, tendremos un problema con Allah Todopoderoso - pues si afirmáis algo, dirán: "¡Demuéstralo!", y entonces irán a por vosotros. Sabéis que hoy día... los niños de hoy no son como los de antes. Los niños de hoy tienen una mente muy abierta, están muy conectados y saben cómo buscar, no podéis quedaros con ellos. Tengo un hijo de 11 años... me hace tales preguntas, que me deja con la boca abierta: "¿Huh?". ¡Es la generación que viene!



Debéis entenderlo y adaptaros a esas cosas. No viváis en el pasado, el pasado ya pasó, ¡se acabó! Ahora estamos en el hoy y el futuro, así que intentad actualizaros. Sabéis... todos tienen cosas electrónicas, y cada día os dicen: "Actualiza tu programa, tu ordenador, tu teléfono". Lo sabéis: ¿por qué no os actualizáis? ¡Importa más actualizarse uno! Sabéis actualizar vuestro ordenador y teléfono, y es algo nuevo: hace 10 años, no sabíamos que existía el "actualizarse". Hoy dicen: "¡No, actualizaos!". Así es Mawlana Sheij, él se actualizaba desde [siempre].



Al visitar a Mawlana Sheij, él terminaba sus cosas de la Sharía, terminaba su... la verdadera base, él hacía la base real. Al visitar a Mawlana Sheij, él tenía lo espiritual al máximo nivel de la Sharía. Él no decía: "La Sharía es para ti, no para mí". No, decía: "La Sharía es para mí primero. Si me duele, entonces puedo decirte: 'Sí, pensaré en cómo llegar hasta ti, a decir [que sé] que duele' ". Este tema puede seguir hasta el infinito, este tema puede seguir por siempre - negociar esas cosas. Pero aquí, se debe entender que Mawlana Sheij dijo: "Antes de tomar la espada y comenzar a matar gente, toma una aguja y clávatela, ¡mira si duele o no!".



Es fácil aplicar la Sharía a otros, pero veamos si puedes aplicarte la Sharía a ti mismo. ¡Pensad en ello! Esto va de pensar, de cómo motivaros, de cómo entenderos, de cómo ser vosotros mismos. No seáis mayores que vosotros mismos, sed vosotros mismos, sed humildes. Sed humildes ante Allah Todopoderoso, no seáis humildes ante la gente. La gente no apreciará vuestra humildad, Allah Todopoderoso aprecia vuestra humildad. La gente sólo ve que sois humildes, pero las cosas de verdad las ve y aprecia Allah Todopoderoso. Él se enorgullece ante Sus malaika / ángeles, diciendo: "Ese es Mi siervo, es humilde ante Mí".



Creo que es más que suficiente para nosotros y para mí, en especial para mí... ya que me esfuerzo en ser humilde y no puedo. ¡Ya Rabbí, Astaghfirullah! No puedo ser humilde, ¿qué hacer? Lo intento, pero.... ¡quiero seguir intentándolo!



Wa min Allahi tawfiq. Bi hurmati-l Habib, bi hurmati-l Fatiha.



Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.

Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.

Subhanim Allah, Sultanim Allah, Nabim Muhammad, alaihi salam.



Wa salli ya Rabbi wa sallim, 'ala jamia al-anbiyai wa-l mursalin, wa 'ala kulli ajmain, wa alhamdulillahi Rabb-il 'alamin. ¡Al-Fatiha!



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