martes, 23 de junio de 2015

"Recuerden a Allah."


Recuerden a Allah
Sheij Muhammad Adil al-Haqqani an-Naqshbandi.
 Sohbat del 30 de mayo del 2015.



Audhu billahi min as-shaytani r-rayim. Bismillahi r-Rahmani r-Rahim. Sean oraciones y paz con el Profeta Muhammad, Maestro de los Primeros y los Últimos. Madad, Oh Rasul'Allah. Madad, Oh distinguidos Compañeros de Rasul'Allah. Madad, Oh Sheij Abdullah Daghestani, Sheij Muhammad Nazim Al-Haqqani, dastur. Tariqatuna s-sohbah wa l-khayru fi jam'iyyah.




La principal orden de la Tariqa es el sohba. El sohba es para recordarles a Allah (awj), para que no se olviden de Allah ni por un segundo. Es que muchas personas, en momentos difíciles se acuerdan de Allah, pero cuando están en un buen lugar, gozando de buena salud y todo lo demás, se olvidan de Allah (awj).




Allah (awj) da un ejemplo de esto en el Corán: Cuando las personas navegan el mar... En los viejos tiempos era muy difícil y terrible viajar por el mar. No era fácil: muchos no sobrevivían las tormentas que enfrentaban. Allah dice que cuando las personas enfrentan una fuerte tormenta, sus barcos casi se hunden. Las olas y el viento arremeten contra sus barcos, olas tan oscuras y grandes como montañas. Entonces los tripulantes, llenos de pavor, le oran a Allah.




Y Allah dice: En verdad, ellos oran con fe y pureza, oran con sinceridad "Oh Allah, si nos salvas estaremos agradecidos de Ti y Te adoraremos". Lo dicen con sinceridad, sin mentir - dicen la verdad, pero luego, cuando están a salvo, cuando llegan a la orilla y pisan tierra, olvidan lo que prometieron. Incluso si algunas horas antes dijeron con pureza y sinceridad lo que dijeron. El ego les quita eso del corazón rápidamente, y hace que olviden sus promesas. Ellos prometen, olvidan y luego dicen: "Ya estamos a salvo, no queremos nada más", pero no cumplen sus promesas.




La mayoría de la gente es así. Claro que hay unos cuantos que... pero la mayoría es así, y nos referimos a la mayoría. Todos nosotros prometemos hacer cosas buenas. Luego, shaitán engaña a la mayoría, e inventan una excusa para no sentirse mal. Se justifican a sí mismos y a sus egos para no hacer el bien. Pero deben cumplir sus promesas.




Todos nosotros le prometimos a Allah en el [Día de las Promesas] "Alastu bi rabbikum" (7:172). Dijimos que era Él: "Alastu bi rabbikum" (7:172), que quiere decir "¿No soy yo vuestro Señor?", y contestamos que sí en ese mundo espiritual. Antes de crear a Adán (as), miles de años antes, 300.000 años antes, Él creó nuestras almas y tomó nuestras promesas cuando le dijimos: "Sí, Tú eres nuestro Señor y aceptamos lo que ordenas. Tú eres nuestro Señor y aceptamos lo que dices".




Subhan'Allah, incluso las personas incrédulas dan, a veces, buenos ejemplos. Mientras unos nativos americanos oraban, un hombre preguntó: "¿Qué hacen?", a lo que uno contestó: "Le oramos a Allah". El hombre reflexionó y preguntó: "¿Qué piden en sus oraciones?". Y él respondió: "No le pedimos nada, ¿qué habríamos de pedirle, si Él nos lo dio todo? Solo pretendemos orarle y agradecerle". Y él no era creyente, pero Allah envió fe a su corazón.




Y todos los musulmanes, especialmente los califas, eran muy sinceros en el asunto de cumplir sus promesas, de vivir solo para Allah. Está el Sultán Selim, a quien llaman Yavuz (Severo) Sultán Selim. Él fue un muy buen Sultán. Fue quien trajo khilafat para el dawlat Uthmaniya. Y tuvo muchos milagros...




Él no era tan viejo cuando murió, pero antes de morir se hacía acompañar de un amigo llamado Hasan Jan. Siempre estaba con él, a pesar de ser un Sultán tan poderoso que nadie podía acercársele. Solo Hasan Jan establecía cercanía y amistad con él. Quien quería algo del Sultán, se lo decía a Hasan Jan. En sus últimos días de vida, le dijo: "Tengo una punto (forúnculo) en la espalda, y me duele". Él le echó un vistazo, pero no le pareció tan grave, y dijo: "Sultán, haz que lo expriman". Lo exprimían, pero empeoraba cada vez más. En los viejos tiempos no había tratamientos para ese tipo de cosas, entonces la gente moría.




En las últimas horas del Sultán, le recitaron el Corán. Él escuchaba junto a su amigo Hasan, y dijo: "Oh hijo mío, mira cómo estoy". Ya'ni, Hasan entendió que él preguntaba qué le estaba pasando. "Vas a estar con Allah, tu Señor (awj)". Y el Sultán le preguntó: "¿Acaso crees que pasé un segundo sin estar Él?". Sí, ese es un Sultán, un Califa. [Hasan] pensó que él temía morir, o quiso darle un poco de felicidad - "Vas a estar con tu Señor", y él le dijo: "¿Acaso crees que pasé un segundo sin estar con Él?". Así es un Sultán, un Califa de los Creyentes.




Hasta el fin del Califato, todos fueron así. Cuidaban de los musulmanes y creyentes, mostraban el camino recto y cumplían sus palabras. Ahora hablan en grande y no hacen nada, solo para [atraer] a más personas. Ellos no. Ellos hacían lo que debían hacer. Claro, ellos eran más poderosos; no cualquiera puede obrar así.




También está el Sultán Muhammad Fatih, que una vez dijo "Ayer fue el día en que conquistamos a Estambul", hace más de 500 años, 600 o más. Muhammad Fatih…




Una vez, preguntaban quién guiaría la oración, buscaban [a alguien] para la sunnah, para la mustahabb. Preguntaban: "¿Quién será el Imam?", "¿El Sultán está aquí?". Todos eran grandes eruditos, y había que elegir entre ellos quien dirigiera la oración. Como el Sheij no estaba, buscaban y buscaban quién lo haría. Entonces preguntaron: "¿Quién nunca omitió la sunnah al'asr?". Y es que muchos consideran que la sunnah al'asr no es mu'akkada, entonces la obvian, aunque sea una o dos veces. Ninguno dijo "Yo he rendido todas esas oraciones", porque eran personas sinceras que no mentían. Y el Sultán dijo: "Desde que tengo 7 años de edad, no he omitido ninguna".




Y Allah... a los 20 años de edad, él conquistó el territorio más difícil del mundo. Fue así porque ellos no procuraban el sultanato, sino a'la kalimatu d-din (enaltecer la palabra de Allah).




Y ellos también eran misericordiosos. Cuando conquistaban algún lugar, no le quitaban nada a nadie, excepto al ejército contrario. Los otros eran libres: si quieres vivir aquí y adorar a tu forma, hazlo. Y por ese proceder, muchos se tornaban musulmanes: veían la belleza del Islam. Con su forma de actuar, atraían a la gente al Islam. Y todos estaban en Tariqa. Eran personas que cumplían sus promesas, no como dijimos antes: personas que en medio de la dificultad dicen "¡Oh Allah, ayúdanos!", y cuando todo pasa dicen "Nosotros mismos nos salvamos".




Recuerdo que fuimos al Líbano con Mawlana. En ese entonces, el Líbano estaba en guerra, y mucha gente acudía a Mawlana y practicaba. Después de que terminó la guerra, volvimos con Mawlana, y solo estaba el 10% de esas personas. Lo vi con mis propios ojos.




Entonces, no podemos escapar de Allah. Quienes hacen eso no tienen ninguna inteligencia; son idiotas, porque... por estar en el mar o fuer de él, ¿sobrevivirán? ¡Allah está por doquier! No pueden escapar de Allah (awj). Él puede ponerlos en una mala situación, o hacerlos haqir (miserable y degradado por los demás). En cambio, a quien sigue a Allah, Él le da honor, lo recompensa, le ayuda y vierte en su corazón la mayor satisfacción.




Hay personas que ustedes consideran astutas, pero en verdad, muchas de ellas hacen cosas muy malas. Malas para sí mismos, porque Allah no necesita de nada. Y Allah... el creyente tampoco necesita de nadie. "Allahu waliyyu lladhina amanu yukhrijuhum mina dh-dhulumati ila nur" (2:257). (Allah es el Amigo de los que creen, les saca de las tinieblas a la luz). Allah es el responsable (garante) de los creyentes, es decir, el responsable de todos los asuntos de los creyentes. Y Él dijo que los lleva de la oscuridad a la luz. De nada sirve tener billones estando en la oscuridad. Gastar todo en doctores y demás, y nada en el camino recto, también los hace perdedores. Hace que pierdan todo sin obtener nada. Pero si dan por Allah y creen en Él, Él los ayuda y les abre todo.




Ustedes deben... En Tariqa, zikr significa recordar, recordar a Allah. A cada segundo recordamos a Allah en esta Tariqa Naqshbandi con el zikr khafi. Deben aprender [a hacerlo] con el corazón. Allah, Allah, Allah, Allah, Allah... se repite solo, y así pasarán las 24 horas en zikr.




La Tariqa es un gran favor de Allah para nosotros. Alhamdulillah, encontramos esta Tariqa. Allah hizo [que la encontráramos]. Es un favor de Allah, no podemos decir ninguna otra cosa. Por eso deben estar felices y agradecidos con Allah. Eso es lo más importante de todo, porque "kullu halin yazul", todas las condiciones y situaciones cambian, no pueden permanecer igual. Allah nos puso en esta situación de estar con Él.




Gracias. Wa min Allahi t-tawfiq Al-Fatiha.






Enlace al vídeo:
Remember Allah - Allah'ı Hatırlayın - اذكروا الله

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