lunes, 14 de abril de 2014

"El Aceite de Oliva."



El Aceite de Oliva
Shaykh Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi.
 Sohbat del 26 de marzo del 2014. Lefke, Chipre.



Marhaba/Bienvenidos, Oh amantes de Shah Mardan. A quienes están listos para la asamblea de los santos, dastur (dennos permiso), madad (ayúdennos). Madad.



Bienvenido, hijo mío. Digamos "Bismillahi r-Rahmani r-Rahim", Nuestro Señor creó este mundo. Él creó todo lo que necesitan y requieren los Hijos de Adán. No hace falta que la humanidad cree con sus propias manos medicinas para su ego. Todo ya está allí. Lo que Allah quiere, sucede; lo que Allah no quiere, no sucede. Nuestro Señor Jalla wa 'Ala creó a los Hombres y los envió a la Tierra. Todo lo que ellos necesitan, Él también lo creó. Él no creó nada innecesario, en todo puso alguna utilidad. JanabAllah creó de ese modo. «¡Señor! No has creado todo esto en vano. ¡Gloria a Ti! ¡Presérvanos del castigo del Fuego!» (3:191).



Allah Allah. Tú eres Glorioso, Oh Señor, Tú eres Sultán. Por el honor del Más Amado, Tú nos favoreciste con todo. Oraciones y saludos de paz sobre el Sultán de Profetas, el Amados de Allah, y a todos los que siguen su camino.



Bienvenido a nuestra asamblea, hijo mío. Queremos, pero no sabemos lo que queremos. Nuestro Maestro, el Maestro del Universo, dice: "I'tademu bi z-zayti wa d-dahinu bihi fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin". Allahu Akbar. Nuestro Maestro, oraciones y saludos de paz sean con él, dice esto por orden de Allah. "I'tademu bi z-zayti". Nos dice que usemos aceite de oliva en las comidas. ¿Lo entendieron? "Fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin". El olivo es un árbol bendito. Él dice que lo comamos y que lo apliquemos sobre la piel. Esta es la noticia que llega desde los Cielos. Nuestro Maestro, el Sultán de Profetas, le revela a los Profetas: "I'tademu bihi zaytun". Él dice que lo comamos y que lo apliquemos sobre la piel. El aceite de oliva protege el cuerpo. No dejará en él, la necesidad de ver a un doctor. "I'tademu bi z-zayti". Aplíquense aceite de oliva en el cuerpo. ¿No es eso lo que dice? "Wa tadimu bihi". Ambas cosas: cómanlo con pan y aplíquenlo en el cuerpo. "Fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin". ¡Allahu Akbar! "Porque proviene de un árbol bendito". Allah Allah, Allah Allah.

Es el árbol de olivo, Mehmed Efendi, hijo nuestro. Aplícatelo y ninguna enfermedad te afectará.



Ellos recetan miles de tipos de medicinas ficticias, ninguna de ellas ayuda. ¿Y qué dice el Profeta, sean con él oraciones y paz? "Kulu z-zayta wa d-dahinu bihi. fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin". Él nos dice que comamos aceite de oliva con pan y que lo apliquemos sobre nuestra piel, ya que este se obtiene de un árbol bendecido. Porta bendiciones. Por eso yo siempre añadía aceite de oliva a las ensaladas. Eso protege el cuerpo. Acostúmbrense a comer y aprendan.



Yo dije "majuela". Nosotros los llamamos majuela o espino albar. Esta planta es distinta. El espino albar tiene muchos usos asombrosos. Los animales no se enferman, no los que comen del espino albar, de sus majuelas y hojas. Esos no se enferman, Mehmed Efendi, hijo nuestro.



Satán arruinó a la gente. La hawla wa la quwwata (no hay fuerza ni poder), illa billahi l-'Aliyyi l-'Azim (excepto en Allah, el Supremo).



Aman Ya Rabbi, Tu Amado lo dijo todo. "Kulu z-zayta wa d-dahinu bihi, fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin". Mi Allah, ¡qué bello! Por ese motivo la gente solía conservar las olivas (aceitunas) en el aceite de oliva en los viejos tiempos. Se comían tanto las aceitunas como el aceite; sus cuerpos estaban fuertes y en forma. Esta es la noticia celestial, no es un invento.



Ellos nos dan miles de medicinas. Hospitales... que Allah nos aleje de ellos, hijo mío. Si van al hospital, les darán muchos tipos de pastillas ficticias, inyecciones y no sé cuántas otras cosas. Eso no es bueno. Así que, "I'tademu bi z-zayti". Coman pan con aceite de oliva. ¿No es eso lo que dice? ¿Por qué? "Fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin" (porque provienen de un árbol bendecido).



Aceitunas... ¡Allah! Ellos dicen que las aceitunas son dañinas, ¿por qué? Porque tienen sal. ¿Quién ha visto que la sal daña? ¿Por qué la prohíben? La sal de las aceitunas, ¿por qué la prohíben? ¿Quién ha visto algún perjuicio en la sal? No obstante, satán puso el orden de este mundo de revés. Él destruyó el orden y el sistema traído por los Profetas para le gente y sus asambleas. Él los arruinó.



Estas son palabras del Profeta, sean con él oraciones y paz: "Kulu z-zayta wa d-dahinu bihi fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin zaytunatin". Solíamos tener aceite de oliva en nuestras casas, en tiempos pasados. Colocábamos nuestras aceitunas dentro de su aceite. Solíamos comerlas juntos. Las enfermedades del cuerpo desaparecían. ¿Y qué hacen ellos ahora? Hacen daño. Por eso es que quiero que tú, Sheikh Mehmed Efendi, hijo mío, digas que quien plante un árbol de oliva, será pagado una suma como recompensa; quien plante uno será recompensado con el pago de una suma, porque el olivo es un árbol bendecido.



Que nuestro Allah nos perdone, que nuestro Allah nos perdone. ¡Cuánto hay en una aceituna! Las personas solían comer aceitunas no en un bocado, sino en tres a veces, hasta siete. Le ponían aceitunas al pan en los viejos tiempos. Los animales se comían sus semillas, o un árbol bendecido crecía de ellas. Ese no es un árbol orgulloso: crece donde sea que lo planten. Planten tantos olivos quieran, Mehmed, Sheikh Mehmed Efendi. Todas esas imitaciones, inventadas por incrédulos europeos, se acabarán. Pastillas tan grandes como esto, ¿qué hay dentro de ellas?



"Kulu z-zayta", coman aceite de oliva. "Wa d-dahinu bihi", y aplíquenselo. Eso los protegerá. ¡Qué árbol tan bendito! "Shajaratin mubarakatin zaytunatin". Nuestro Allah. Di que a quien plante un árbol de olivo, yo le pagaré una recompensa. A quien plante ese árbol bendito, dile que yo le pagaré una doble recompensa. Allah Allah. No son necesarias, hija mía, no hace falta tener estas pastillas de imitación. Tienen prescrito: "Esto sirve para aquello". Y yo digo que las dejen. Los Hombres solían comer aceitunas en los viejos tiempos. La gente del campo comía aceitunas y también usaba el aceite de oliva. Los luchadores solían aplicárselo, eran como leones.



Ahora satán lo arruinó todo. ¿Quién gobierna el mundo ahora? Satán. Satán se opone a la ciencia que descendió de los Cielos a través de los testamentos de los Profetas. Él (satán) está proliferando las enfermedades, no está curándolas. ¿Por qué? ¿Para quién? Ahora nadie escucha. Díganselo a la pared. La leche es así. Ellos adulteraron la leche completamente; no tiene sabor ni sal ni fuerza.



Estas pocas palabras, ellos las nombran Tibb an-Nabi (medicina profética). Este es el tipo de tratamiento del Profeta. ¡Qué bello!



Si ellos me trajeran comida, por ejemplo, no le vertieran ni una gota de aceite de oliva. ¿La harían? No lo harían. Si le agregan, sería solo una gota. No disminuyan el aceite de oliva: sirve a todas las partes del cuerpo; las renueva, las refresca y las fortalece. Esto no puede imitarse (falsearse). Por eso, el aceite de oliva llegaba de primero a nuestras casas. Allah Allah. Ahora retiraron el aceite de oliva.



Ajíes, tomates, cebolla, pepinos... cuando los mezclen, añádanle sal y cómanlo. "¡Oh! No coman sal". ¡Oh! ¡Que Allah les dé su merecido! Yo me enojo con ellos. Dicen: "No añadan sal, no coman sal", esas son enseñanzas satánicas. No obedezcan a satán. "¡Y no sigáis los pasos del Demonio!" (2:168).



¿Conocen el espino albar? Incluso una planta de espino albar cura enfermedades, Mehmed Efendi, hijo mío. Lo que hacemos es decir algunas palabras con el fin de despertarlos. Pero la gente ha ido más allá del despertar. Nada parecido a la fe existe, hay solo falsedades. ¿Qué harán todas esas pastillas por ellos? Lo que contienen no está claro. Por eso pido fuerzas, así ellos enseñen esto, especialmente en las escuelas. Todos deben familiarizarse con esto. Que la humanidad viva confortablemente, que viva en salud.



No tiene desperdicios, no hay forma de falsearlo: cuando se aplasta una semilla de aceituna, esta también sirve al cuerpo. ¿Y ahora qué? Lo que dan son pastillas de imitación. ¿Por qué dan eso? "Kulu z-zayta wa d-dahinu bihi, fainnahu yakhruju min shajaratin mubarakatin zaitunatin." Allahu Akbar. Aman Ya Rabbi, ¡qué bello! Coman aceite de oliva, úntenlo, téngalo a disposición, porque sale de una planta bendecida. Nada dañino sale de algo bendecido. Haz que los siembren, haz que siembren árboles de olivo. Plántalos y haz que sean plantados, hijo mío. Allah.



Aquí hay un árbol ciprés. Tiene aceite hasta en sus conos, uno que también es útil para nosotros. Y cuando hay falsificaciones, ¿cómo lidian con eso? No lo hacen. Por eso la gente se ha vuelto miserable. Los Hijos de Adán se han tornado miserables: perdieron su fuerza, perdieron su salud, perdieron el trabajo asignado a ellos.



Planten olivos. La algarroba, siembren plantas de algarrobo. Estas crecen en las montañas.



La leche, también la estropearon. Ya no se encuentra leche pura. En todo, Sheikh Mehmed Efendi, busca la pureza. Cada planta tiene un beneficio. Cualquier doctor que visiten les dirá que requieren cirugía. ¿Dónde? En el corazón. ¿Dónde? En el cerebro. ¿Dónde? En el trasero. Córtenlo y váyanse. Ellos le quitaron la humanidad a los humanos, los tratan como carne de animales. Aman Ya Rabbi. Que Allah no nos deje caer en sus manos, lo que sería caer en manos de satán. "Wa la tattabi'u khutuwati sh-shaytani" (2:168) "¡Y no sigáis los pasos del Demonio!" (2:168). Aman Ya Rabbi.



El aceite de oliva está especialmente ordenado y pedido. Usen aceite de oliva en sus ensaladas y coman sus aceitunas. No boten la sal. La sal tiene sabiduría de Allah. Si fuera prohibida, los Profetas la hubieran prohibido. No lo es, no lo es. Cómanla con la intención de curarse.



Oh Señor, perdónanos. Quiera Él enviarnos un Sultán, así los santos nos enseñen. Oh santos, ustedes se han escondido y nosotros nos quedamos en los matorrales, entre burros y bueyes. Sí. Les dan alimentos falsos a los animales. Eso no es bueno. Observen lo que sea que haya en las fábricas de alimentos. No está claro qué le agregan. ¿Le agregan piedras? ¿Le agregan arena? ¿Le agregan tierra? Eso no está claro. Vean cuánto hay allí a ser dicho.



La gente perdió su humanidad. Vuelvan a la humanidad. Quien enseña humanidad es el Sultán de los Profetas, sean con él oraciones y paz. Manténganse en su camino, no teman. ¡Qué bello, qué bello! Oh Señor nuestro, perdónanos. Oh Señor nuestro, perdónanos. Que seamos como leones en Tu camino, Oh Señor.



Que no vivamos de medicinas, de sus medicinas falsas. No. Que vivamos de la fuerza dada por Janab-ul Mawla. ¿Dónde se hallan fuerzas? Hay aceitunas en las montañas; hay cipreses, majuelas, olivos silvestres. Que también siembren de esos, hijo mío. Llénenlo; una rama es una planta. Tu difunto abuelo los plantaba. Siembra tanto como puedas, no busques dónde. Que nuestra fuerza permanezca pura en el camino de Allah. Que no vivamos de pastillas. La gente de hoy en día vive de pastillas. ¿Qué podemos hacer?



Oh Señor nuestro, Tú eres Glorioso y Sultán. Tú enviaste a nuestro Maestro, Tú enviaste a nuestro Maestro. Aceitunas - "Oh, tienen mucha sal, no las coman". Cualquier otra cosa - "Oh, eso es muy salado, no la coman". No prohíban lo que Allah permitió. Déjenlos.



Oh Señor, envíanos al Sahib, a quien nos mostrará el camino de Tu Amado. Envíanos al Sultán, Oh Señor. Fatiha.



Hay un árbol en las planicies que tiene castañas. Estas también aportan un maravilloso beneficio. Plántalas o tráelos, hijo mío. De esos árboles, recoge y come. Son decorativos y útiles a las personas. Así escaparás de sus medicinas, pastillas e inyecciones. ¿No lo harás? Sí que lo harás. Ellos están arruinando hasta la leche. Nuestro sohba/sermón de hoy es así, pero es bello. Que nuestro Señor nos envíe al Sahib, que nos envíe al Sultán. Por el honor del Más Amado, que nos envíen al Sultán. Fatiha.



Por eso es que siempre servían ensaladas en las mesas, con aceite de oliva y vinagre. El vinagre mata los insectos, no coman sin él.



Y reza por mí, recita sobre mí, Mehmed. Que tú y yo vivamos 100 años. Solían andar a caballos y burros, así iban y venían. Eran como dragones. ¡Cuántos y tantos! Que Allah nos perdone. Recita sobre mí, Mehmed.



Enlace al vídeo:

http://saltanat.org/videopage.php?id=11202&name=2014-03-26_tr_ZeytinYag.mp4

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