jueves, 6 de octubre de 2011

"Los Portadores de Tesoros deben Viajar Bajo Protección".


Grand Shaykh Mohammad Nazim al-Haqqani ar Rabbani.

Si una persona realmente quiere mejorar su vida interior y este es su sincero deseo, esta mejoría será garantizada a él por su Señor. Esta es una realidad que nos indica el alcance de las respuestas de nuestro Señor a los deseos bien intencionados de sus servidores. Cuando nosotros humildemente pedimos a nuestro Señor por guía El nos manda uno de Sus más amados servidores para que nos ayude en nuestro camino.
Por ejemplo, si una persona se da cuenta que su hijo o hija puede fácilmente cuidar de todo lo que se le ha dado a él o a ella, entonces se les puede dar más; pero si se observa que el niño es descuidado, y que rápidamente pierde, destruye o daña todo lo que cae en sus manos, se le apartarán las cosas de él. Todo podría ser dado a nosotros si solo apreciáramos su valor y por ende lo cuidáramos.
Recientemente, en Londres una pequeña niña corría alrededor con un hermoso rosario en sus manos el cual ella estaba desparramando y probablemente pronto se hubiera roto. Le dije: "Dámelo a mí y yo te pagaré por él." Ella me contestó: "No." Entonces tomé un caramelo colorado de mi bolsillo y dije: "Cámbiamelo por este caramelo colorado." Ella vino corriendo y rapidamente me lo dió. Ese no era realmente un rosario muy caro, pero aunque hubiera sido un collar de perlas, no hay duda que la pequeña niña lo hubiera cambiado por un caramelo. Es solo a causa de nuestra inmadurez por lo que todavía no se nos ha dado nada. Se nos daría todo si lo cuidáramos bien. Tantos regalos valiosos nos esperan en nuestras vidas espirituales, pero solo pueden recibirlos aquellos que pueden guardarlos.
Nada en este mundo puede ser tan valioso como los tesoros que nos esperan. Pero las llaves a esos tesoros están guardadas en las manos de nuestro guardián. Nosotros estamos agradecidos a nuestro Señor que El nos ha otorgado esos tesoros, y también El los mantiene lejos de nosotros - y en manos seguras - hasta que estemos listos para recibirlos.
Por ejemplo, cuando la gente acomodada muere dejando huérfanos, el Estado no permite que las riquezas sean repartidas entre los pequeños niños. Aunque ese dinero les pertenezca, y ellos son los reales herederos, el dinero se guarda para ellos - pero se aparta de ellos - por una persona responsable designada por la corte.
Cuando esos chicos alcanzan la madurez, y son lo suficientemente sensatos como para no derrochar el dinero, entonces ellos reciben lo que les pertenece. Pero para los tesoros espirituales, aunque hayan alcanzado los cincuenta, sesenta o setenta años de edad si todavía no están maduros para los ojos de Dios Todopoderoso, no se les será dado esos tesoros.
Por lo tanto, lo que más importa es que sean capaces de guardar sus tesoros. Una vez observé un pequeño niño comiendo un pedazo de pan mientras un perro daba vueltas alrededor de él hambriento lamiéndose las quijadas. El niño mordió un pedazo del pan y lo sostuvo a un lado mientras masticaba el pedazo que acababa de morder. Luego el perro solapadamente tomó el pan de mano del niño antes de que él se diera cuenta lo que había pasado. En nuestras vidas espirituales, como en este ejemplo, tantos enemigos, ladrones y estafadores están girando alrededor nuestro esperando por una oportunidad para apoderarse de todo lo que está en nuestras manos. Si estamos lo suficientemente fuertes y despiertos para guardar y proteger nuestros tesoros, entonces ellos nos serán dados; pero si no estamos listos no los recibiremos, ya que los ladrones caerán sobre nosotros sin misericordia.
Por esta razón, cuando viajamos por lugares peligrosos y temerosos, necesitamos la compañía de un amigo, un compañero de viaje. Para viajeros portadores de tesoros que puedan atraer a ladrones, y para mujeres viajeras ( que son ellas mismas tesoros y atraen a hombres mal intencionados, "ladrones de mujeres"), es más aconsejable viajar bajo la protección de un guardián. Quienquiera que lleve un tesoro no debe ir desprotegido, sino que debe protegerse bajo el ala de un Grandsheikh. Los Grandsheikhs sirven como protectores-guardianes de las vidas espirituales de la gente, como los Profetas fueron durante su era.
Ustedes encontrarán que es terrible estar solos hasta en esta mansión, pero si otra persona estuviera aquí se sentirían más seguros. Entonces no piensen que ustedes pueden realizar el arduo viaje hacia sus vastos universos espirituales solos sin un guía. En nuestro camino, debemos encontrar a alguien con quien nuestro corazón esté satisfecho; entonces, sea que esa persona esté fisicamente cerca nuestro o esté a cinco mil millas de distancia, estaremos conscientes de su presencia y sabremos que su ojo observador está sobre nosotros.

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